Capítulo 9.5: Mientras tanto - 2

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KOSMOS

GUERRA POR LA EXISTENCIA

CAPÍTULO 9.5: Mientras tanto – 2.

Este mundo natural compuesto por las más vivas tonalidades verdosas, este mar de infinitos árboles de todos los tamaños, toda la vegetación, desde la más pequeña y bonita de las flores hasta el más alto y frondoso árbol, todo iba pereciendo, desapareciendo del mundo de la forma más horribles en que la naturaleza pudiera desaparecer, ardiendo en las furiosas llamas del señor del fuego.

El inclemente y tiránico fuego consumía todo a su paso como la más feroz y hambrienta bestia. Devoraba la bella vegetación, animales e incluso bestias y criaturas mágicas que no eran capaces de escapar de sus ardientes garras.

Era muy triste ver a pequeñas y tan hermosas criaturas mágicas retorcerse y sufrir de dolor mientras el fuego las calcinaba e incineraban estando vivas, no dejando siquiera sus carbonizados cuerpos luego de comerlos entre sus ardientes fauces rojizas.

Sus gritos de dolor y melancolía se perdían entre el sonido emitido por el crepitante fuego que seguía consumiendo todo a su alrededor.

Valentina y Selestia llorarían de verdadera pena si fueran testigos de cómo el fuego consumía a las plantas y a los espíritus.

Ni el mismo suelo salió indemne del avance del poderoso fuego que hasta parecía invencible, haciéndose más grande con cada segundo que pasaba. Ahora el suelo se veía negro y totalmente chamuscado, repleto de grietas producidas por el intenso calor.

El fuego ocasionaba que el mismo aire se hiciera más dificultoso de respirar, lo sobrecalentaba y las corrientes de aire los transportaba hasta donde e encontraban personas hiperventiladas buscando transportar el vita oxigeno a sus pulmones, cosa que de alguna manera, los cansaba aún más.

El sudor resbalaba por unas rojas mejillas, por la frente, por los brazos, espaldas, piernas y teniendo como final una caída en contra del duro e inclemente suelo que en una batalla puede ser amigo o enemigo, todo dependiendo de quien era el que se golpea en su contra.

En medio de un claro, aún alejado del inclemente y aparentemente invencible avance del fuego, un pequeño grupo compuesto por solo cuatro personas, quienes actualmente se encontraban descansando algo alejados del fiero combate que todavía continuaba y que prontamente llegaría hasta ellos.

También, cada uno era capaz de sentir en propia piel como el aire circundante y el mismo que respiraban comenzaba a sobrecalentarse y para mal, el viento soplaba hacia ellos y por ende, el caliente aire viajaba desde la zona del incendio hasta donde ellos se encontraban.

Incluso algunas partículas cayeron por la cabellera de alguno de ellos.

Eran varios los presentes quienes actualmente y de manera trabajosa llevaban el vital y ahora caliente oxígeno a sus pulmones. La panza crecía y disminuía de manera bastante rápida, era obvio el alto grado de fatiga por el que sus cuerpos atravesaban.

El oxígeno es sumamente vital para vivir, así también como el agua, y justo en estos momentos uno de los tantos se llevó una cantimplora cargada de dulce y cristalina agua a la boca, sistemáticamente y casi con desespero se bebió el contenido.

Sus grandes hematomas y profundas heridas, sumado a la sangre que seguía goteando de las mismas databan de una batalla bastante intensa y seguramente muy larga y reñida.

Se llevo al rostro la única de sus dos extremidades la cual aún poseía la mano, la del otro lado, era cubierto por una especie de funda parecida a un vaso, el mismo también era utilizado no solo para proteger esa zona, sino también para dar unos muy buenos golpes.

ISEKAI KOSMOS: GUERRA POR LA EXISTENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora