ISEKAI KOSMOS: GUERRA POR LA EXISTENCIA

Capítulo 15: Nos Volveremos a Encontrar

KOSMOS

GUERRA POR LA EXISTENCIA

CAPÍTULO15: Nos Volveremos a Encontrar.

Dando un suspiro cargado con cierto aire de nostalgia, Christopher se dedicaba a mirar al infinito y estrellado cielo nocturno. Él nunca habría pensado que mirar el cielo pasaría a convertirse en el más bello espectáculo nocturno.

Era verdaderamente imposible no maravillarse con la vista de ese mar de ese hermoso océano de brillantes estrellas sin fin, y que uno era capaz de observar con la acción levantar la vista hacia el cielo nocturno cielo infinito.

Sentía como la fría brisa acariciaba su rostro, calmando su mente. Él parecía estar en trance, perdiéndose en la inmensidad del infinito, contemplando el bello cielo como nunca antes lo había hecho. Pero, dio un suspiro y ahora, bajando la mirada, observó a todo su grupo.

Él se encontraba algo alejado del lugar en dónde todos permanecían durmiendo y reponiendo energías para el día siguiente. Enfocó su mirar en cada uno de sus conocidos: Sebastián y Araiel, ambos dentro de sus respectivos sacos de dormir, descansando para tener toda la energía para cuando les toque hacer guardia.

Por otro lado, Lucía seguía en la carreta, dormida y siguiendo sollozando de vez en cuando, aun muy afectada por el hecho de haber perdido a su familia.

Mientras que el comerciante dormía dentro de una tienda de campaña sin que nadie lo moleste. Y en la cercanía de su tienda descansaban sus dos grandes caballo quienes lo tenían más que merecidos luego de estar halando de la carreta durante todo el día.

También era evidente el rastro de una fogata, ahora apagada a modo de no atraer insectos ni a cualquier indeseable visita que los pueda poner en peligro, sean estas bestias mágicas, ladrones u otros aventureros que se hayan desviado del buen camino.

Por un momento desvió la mirada hacia un lado de lo que fue la fogata y alcano a ver un par de ollas y pailas las cuales fueron utilizados para preparar la cena y ahora se encontraban sucias, ya de mañana lo limpiarían y guardarían para continuar con el viaje.

Dio un suspiro acompañado de una risilla, volviendo a levantar la vista hacia el infinito cielo adornado de una infinidad de resplandecientes estrellas. Al mismo tiempo que apreciaba el paisaje, observó que muy en lo alto sobrevolaban un montón de animales nocturnos que debido a la distancia le fue imposible determinar que eran, tal vez animales, bestias mágicas o criaturas mágicas.

-Un cielo estrellado que es tan fácilmente visible por no tener el aire contaminado, increíbles bestias mágicas sobrevolando a donde sea que mire. Realmente es algo que solo se podría observar en un verdadero y mágico mundo de fantasía- sonrió -así como lo es Kosmos-.

Dejo sus piernas estiradas y volvió a mirar hacia su grupo y recorriendo con su vista los alrededores de estos, viendo que no hay nada que los pusiera en peligro pues él era el responsable de la seguridad y de dar aviso en caso de toparse con enemigos. Estar atento y en vigilia era su máxima prioridad, vigilar y velar por la seguridad de los demás era su máxima responsabilidad.

-Tengo tantas preguntas que me gustarían sean respondidas, pero por el momento mis prioridades son otras- dio un suspiro -además dudo mucho encontrar, de la noche a la mañana, a una persona que pueda responder, aunque sea una sola de ellas... solo me queda esforzarme y progresar en este...-.

Sintió como si una sensación le recorría el cuerpo, era una señal e inmediatamente todos sus sentidos se despertaron al 100%, poniéndose en alerta máxima.

-Uno de los sellos de detección se ha activado- y nuevamente sintió como otros sellos fueron activándose enviándoles las alertas a su cuerpo -esa magia sí que es extremadamente útil y efectiva-.