Pansy
— Liada por partida doble — Draco agitaba el pergamino que les había entregado Snape con el nuevo horario de patrullas.
— ¿Por partida doble? — preguntó Pansy. Caminaba al lado de su amigo con las manos en los bolsillos.
— No solo no podemos participar entre amigos en el nuevo jueguito del director, también tenemos que patrullar con los leones sarnosos — Pansy se limitó a encogerse de hombros, su amigo frunció el ceño en respuesta. No le estaba prestando ninguna atención a su mejor amigo, sabía que le molestaba mucho cuando hacía aquello.
— Parece que estás destinada a estar con Granger este curso — Pansy giró con brusquedad el rostro. Los ojos de su amigo, si es que podía llamarlo así, brillaban maliciosamente como cada vez que gastaba una broma y esperaba agazapado a que su presa cayera, una verdadera serpiente. Ella en ese momento era la presa.
— Ni que fuéramos amigas — contestó con sequedad, no le iba a dar lo que quería.
— He visto como os mirabais en el Gran Comedor, ya sabes, después de intentar clavarme el tenedor — Draco no se iba a rendir.
— Casualidad — contestó Pansy mirando hacia otro lado, se había sonrojado un poco. Había atrapado a Hermione mirándola durante la cena, pero al igual que en el carrito del Expreso la había ignorado. Aquello no era muy normal, cuando acababan enfrentándose por algún motivo entre los chicos se mantenían la mirada hasta que alguien las separaba. ¿Tanto la había afectado que la aconsejara en Madame Malkin? Que sensibilidad.
— Si tanto te gusta, puedes pedirla que sea tu parejita en el Tor — Draco no acabó la frase pues su mejor amiga le había propinado un fuerte puñetazo en el hombro. — ¡Oye!
— ¿Quieres otro? Pues cierra la boca Malfoy — comenzó a andar furiosa hacia su Sala Común dejando a Draco frotándose el lugar del golpe.
***
Pansy despertó aquella mañana con la suave caricia de las olas del Lago Negro. Se desperezó en la cama sonriendo, había extrañado sus sábanas y aquel dulce y rítmico sonido. Estiró sus brazos mientras agradecía a las primeras brujas que hubiera conseguido dormir nada más acostarse. Le costaba mucho conciliar el sueño cuando estaba rabiosa o cuando algo rondaba su mente, y gracias a Draco anoche se metió en la cama con ambas cosas orbitándola.
Se levantó observando las camas de las Greengrass (sus compañeras de cuarto), ambas dormían, agradeció que las hermanas se durmieran tarde, el baño era todo suyo. Astoria tuvo que escuchar a su hermana despotricar sobre Theo, no sabía hasta que hora porque al llegar las pidió que lanzaran un hechizo insonorizador. Deslizándose como una sombra se dirigió al baño pensando en que se alegraba de que a Daphne no le hubiera afectado mucho la ruptura con su amigo, a él le había visto bastante contento. Salían desde la Navidad del año pasado, aunque después de los TIMO apenas se tocaban.
Colocó su uniforme en el perchero de la puerta y cerrando con pestillo se metió bajo la ducha. Disfrutó del agua caliente acariciando su piel mientras el vapor inundaba el baño. No tardó demasiado ya que sabía que las hermanas pronto despertarían y romperían el pequeño ritual de paz con el que había comenzado su día. Al salir envolvió su cuerpo en una toalla color verde glauco, iba a usar su varita para quitar el vaho del espejo, cayendo en la cuenta en que no la había cogido, así que arrastró la mano por el cristal. Empezó a cepillar su pelo observando su reflejo. Ese verano había decidido dar un cambio: se había hecho flequillo y cortado su larga melena dejándosela por encima de los hombros. Lo llevaba a capas dándole volumen, lo notaba incluso más brillante. Se lo peinó dándole un aire de rebeldía y se sonrió a sí misma. Abrió el armario que se encontraba bajo el lavabo buscando su neceser de maquillaje. Agarró su lápiz negro y se hizo la raya del ojo casi mecánicamente, llevaba tanto tiempo perfeccionando su técnica que la salía impecable siempre. Escogió el pintalabios rojo oscuro mate y lo deslizó por sus gruesos labios. Sonrió de nuevo contemplándose a sí misma, guardó sus productos de maquillaje y se puso el uniforme. Ajustó su corbata con las manos y se puso sus botas favoritas. Se estudió en el reflejo, estaba perfecta... Aunque ella no lo sintiera así.
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Voy a quedarme a tu lado
RomanceEl unicornio oscuro era un animal que aparecía cada muchísimos años, una rareza en el mundo mágico. Se dice que este animal refuerza el vínculo que existe entre dos seres, sea del tipo que sea. Ese año, un precioso ejemplar se dejó ver en Hogwarts...