Capítulo 6: Felix Felicis

195 25 0
                                    

Hermione

Una vez todos los alumnos estaban emparejados y frente a un caldero, Slughorn se posicionó frente a la mesa del profesor donde tres de los recipientes humeantes esperaban pacientes a la explicación. Hermione notaba las miradas de sus dos amigos exigiendo explicaciones, también sentía la de sus ahora compañeros de mesa, pero juraría que miraban a Pansy. La leona cerró los ojos vaciando su cabeza de distracciones, apretó contra sí su libro de pociones y se obligó a concentrarse en Slughorn que había carraspeado.

— Como decía, este curso estudiaremos los brebajes que he preparado esta mañana, ¿alguna idea de lo que estas pócimas podrían ser? ­— Hermione levantó veloz el brazo, echaba de menos aquello — Señorita Granger — asintió dándole la palabra. Aparte de Harry era la primera alumna que el Profesor había conocido, era una casualidad que se hubieran encontrado en el pasillo donde estaba el aula. Hermione se acercó a los calderos para asegurarse de que las había identificado bien de lejos.

— Esto es Veritaserum, una poción incolora e inodora que obliga a quien la bebe a decir la verdad. La siguiente es poción multijugos, muy complicada de elaborar — dijo sonriendo orgullosa, no por nada se pasó la mitad de segundo preparando una, aunque acabara convertida en medio gato, sus ganas de ser animaga se esfumaron entonces . Se paró ante el último caldero, el vapor era inconfundible. — Y esto es Amortentia, el filtro de amor más potente del mundo, tiene un olor diferente para cada persona según lo que nos atraiga. Por ejemplo, yo huelo... — la leona inspiró, convencida de que un olor relacionado con Ron se colaría en su nariz. No detectó ninguno. Confundida se aproximó a la mesa — Nada — completó la frase. Todos en la clase la miraron confundidos excepto Ron, que sintiéndose derrotado agachó la cabeza.

— Es correcto, diez puntos para Gryffindor — dijo Slughorn mientras Hermione se dirigía a su sitio. Notaba los ojos verdes de su compañera sobre ella. ¿Podía dejar de mirarla? — Aun así, la Amortentia no crea amor real, eso sería imposible. Pero sí produce un poderoso encaprichamiento u obsesión. Y por esa razón es posiblemente la poción más peligrosa en esta sala.

— Señor, aun no nos ha dicho que es eso — preguntó Lavender Brown señalando un pequeño frasco con un líquido color oro.

— Ah sí. Lo que tienen ante ustedes damas y caballeros es una pequeña y curiosa poción conocida como Felix Felicis, comúnmente llamada —

— Suerte líquida — interrumpió Hermione impresionada.

— Así es señorita Granger, suerte líquida. Endiabladamente complicada de elaborar, desastrosa si se comete un error. Un sorbo y todos tus anhelos se volverán realidad, al menos hasta que desaparecen los efectos. Y esto es lo que os ofrezco a todos hoy: un pequeño frasco de suerte líquida para el alumno que en la hora que resta consiga elaborar una muestra decente del filtro de muertos en vida, cuya receta podréis encontrar en la página diez de vuestro libro — todos abrieron el manual casi al mismo tiempo excepto Pansy que continuaba de pie apoyada en la mesa con los brazos cruzados. — He de puntualizar no obstante que solo en una ocasión un alumno consiguió elaborar dicha poción con una calidad suficiente como para merecer este premio. Aun así, les deseo suerte a todos. Que comience la elaboración.

Habiendo sonado el pistoletazo de salida Hermione se giró colocando el libro en la mesa remarcando con los nudillos la página donde estaba la receta del filtro. Todo un reto el primer día, Hermione estaba en su salsa, a medias en realidad, se sentía como si hubiera caído en el nido de serpientes más peligroso del mundo. Alejó ese pensamiento, no iba a empequeñecerse por ello y menos en clase.

— ¿Vas a por los ingredientes o prefieres calentar el caldero? — preguntó con dureza Hermione a Pansy haciendo con que leía la lista de ingredientes.

Voy a quedarme a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora