Salvación

Prólogo

- ¡Rápido, chicos! Una última búsqueda y podemos dar como finalizado nuestro día.

Levanta la voz para que sus compañeros puedan escucharlo a través de la mascarilla y golpea su linterna comenzando a avanzar por un pasillo golpeando puertas, con una advertencia patea la puerta para ser tirado hacia atrás por una oleada de calor y un ruido ensordecedor...

Abre los ojos de golpe volviendo a la realidad notando qué no estaba en ese pasillo lleno de humo, estaba en su sala con la TV encendida y una cerveza en la mano.

Frunce el ceño cuándo escucha un pequeño lloriqueo seguido del ruido de golpes, con la calma y paciencia que había desarrollado gracias a su trabajo, se desliza por la sala con los pies descalzos hasta tomar su bate que descansaba junto a la puerta.

Deslizándose hacia la cocina se mueve hasta llegar a su porche trasero que daba hacia un pequeño bosque, balancea su bate mientras gira de golpe hacia el costado de la casa.

- Ah!

El chillido junto a un par de pequeñas manos pálidas hicieron que se detuviera antes de golpear a la pequeña persona que estaba hecha una bolita junto a una de sus cajas de herramientas.

- Lo siento, señor.. ¡Lo siento!

Se relaja cuándo la voz más suave que había escuchado alguna vez lo hace hacerse consciente de que estaba a punto de atacar a un adolescente.

- ¿Que haces, niño?

Levanta una ceja bajando la vista por el cuerpo del adolescente notando que solo llevaba pantaloncillos cortos y una camisa de verano, demasiado liviano para el frío que hacía en la época además de las cadenas que había alrededor de sus pequeños tobillos..