Salvación

37

- No nos dejes caer!

- No, niño, no lo haré

Se estira un poco más pegando las guirnaldas con las que estaban decorando la estación para festejar a Yugyeom, todavía no sabían los resultados de su examen, pero confiaban en que el alfa había aprobado porque se había preparado por meses y meses para finalmente tener su título en pediatría.

- Más adelante Bumie, no llegó

- Es vergonzoso que siendo una estación de bomberos no tengamos una escalera

Chilla cuándo Jaebum gira de golpe llevándolo consigo ya que estaba sentado sobre sus hombros.

- ¡Tú la rompiste, maldito hipócrita!

- Ay..

Hace un puchero mirando la guirnalda que tenía en la mano y rompe a llorar de forma ruidosa haciendo que todos se reunieran a su alrededor para ver qué sucedía a veces le apenaba mucho que cualquier cosa pequeña lo hiciera llorar de esa forma, pero los chicos le dijeron que estaba bien y que era normal.

- Tranquilo, yo la arregló

Le extiende los pedazos a Bam Bam que enreda las cintas de nuevo uniendo la guirnalda, se limpia las lágrimas y se sostiene de Jaebum que se acerca de nuevo a la pared.

- Lo siento, niño, no fue mi intención girarme así y romperla

- Está bien, Bumie

Baja la cabeza para sonreírle al alfa y abraza su cabeza lo mejor que puede con su pancita. Termina de acomodar las decoraciones y rie mientras caminan hacia atrás para ver cómo había quedado.

- Me gusta! ¡Faltan globos!

- Si, Youngjae los estaba inflando

Balancea suavemente sus pies sacudiendo una mano para saludar a Yoongi que se acercaba con un pastel en las manos.

- Hola chicos

- Hola holita holis

- Hey hombre

Suelta una pequeña risa cuándo Jaebum camina hasta la puerta roja y la abre dejándole paso a Yoongi.

Terminan de colgar y decorar el lugar para luego comenzar a ordenar la comida en la mesa.

- Ya salió!

Todos se giran para ver a Bam Bam que tenía el celular en la mano mientras tecleaba rápidamente. Yugyeom se había marchado esa mañana con el rostro pálido y las manos temblorosas hacia la universidad y esa era la primera noticia que tenían del alfa.

- ¿Y?

- ¡¿Que te dijo?!

- Esperen.. Escribiendo.. Escribiendo.. ¡APROBÓ!

Una sonrisa feliz se desliza en su rostro mientras los demás se apresuraban a terminar de ordenar todo, baja la vista a su vientre y le hace un pequeño mimo uniéndose a los demás para festejar al miembro de su familia.

-

- Yugyeom! ¡Te dije que vengas aquí!

Se quita la toalla del rostro para ver a Bam Bam que tenía las manos en la cintura sacudiendo una mano en dirección de su pareja.

Ríe bajó al ver a los menores pelear y se gira para ver a su calabaza que dormía bajo el sol, su cabello se veía rojo fuego y su piel parecía brillar.

Se acerca a su pareja apoyando la cabeza en su pecho y comienza a frotar un dedo sobre el vientre adorablemente abultado de su Omega cerrando los ojos para disfrutar de todas las emociones que calentaban su pecho a través de su lazo.

Abraza un poco más fuerte el cuerpo del pequeño adolescente cuándo siente sus pequeños dedos en su cabello haciéndole mimos, enreda sus piernas con las blanquecinas piernas de su calabaza.

- Parecen una bola ustedes dos

Ríe ante el comentario de Jaebum y se acomoda un poco más cerca de su bebé presionando tiernamente besos en su vientre. Baja la voz para que solo él y Mark pudieran escucharlo.

- Hola Cièl.. Hola Julen.. Soy papá

Presiona besos hasta el pequeño ombligo de su Omega, frota su nariz sobre la piel ajena respirando profundamente con los ojos cerrados.

- Huele a.. Chocolate amargo y.. Mm.. No logró identificar que más

- Naranja

- ¿Mm?

- Huele a naranja

Cierra los ojos tomando otra respiración profunda concentrándose, sonríe cuándo se da cuenta que Mark tiene razón.

Uno de sus bebés olía a naranja y el otro a chocolate amargo. Una combinación extraña pero perfecta como su pequeño Omega.