Estaba en la estación con Yugyeom quién estaba castigado por llegar tarde al inicio de turno mientras los demás se habían ido para responder un llamado.
No podía evitar sentirse nervioso y preocupado todo el tiempo mientras su familia estaba afuera, en cuanto había aprendido a usar el ordenador busco lo que realmente era el trabajo de su alfa y después de eso tuvo pesadillas por dos semanas completas por culpa del miedo de que ya no volviera.
Para distraerlo, Yugyeom había comenzado a enseñarle palabras que según él debía saber si o si.
- Baia baia
Frunce el ceño intentando recordar lo que Yugyeom le había enseñado, sonríe cuándo recuerda y repite sonriendo orgulloso de sí mismo.
- La papaia
- Eso es Markieeeeee!
Ríe avergonzado cuándo el alfa lo abraza y alborota su cabello. Se aparta y se queda quieto cuándo escucha pasos, le sonríe suavemente a Youngjae que tenía rostro serio casi enojado.
- Hey Hyung!
- Papaia!
Ríe de forma tonta al igual que Yugyeom, se relaja un poco cuándo ve la pequeña sonrisa que aparece en el rostro del Omega.
- Ve por tu manta y peluche, Markie, tengo que llevarte a un lugar
Confundido obedece lo que le ordenan y va por sus cosas a la oficina de Jackson, cuándo volvió vio que la misma expresión que Youngjae tenía cuándo llegó también estaba en el rostro de Yugyeom.
Abraza con fuerza su peluche, mientras se muerde los labios sintiendo sus ojos llenos de lágrimas. El miedo había comenzado a crecer en su pecho haciéndole sentir frío.
Este era el momento, finalmente había sucedido. Todos se cansaron de él e iban a dejarlo tirado en alguna parte porque no era más que un estorbo en la vida de todos.
- ¿Markie? ¿Estás listo?
Traga el nudo en su garganta y mira a Youngjae que extiende una mano hacia él, entrelaza sus dedos siguiéndolo fuera hasta su auto. Abraza con más fuerza su peluche temblando asustado.
- Todo está bien, Markie.. Solo hubo un pequeño accidente en el llamado de hoy y Jackson quedó atrapado
Se gira hacia Youngjae sintiéndose débil repentinamente.
- Está bien, pero Jinyoung dijo que debía pasar la noche en el hospital, te llevo con él para que puedas vigilarlo.. Sabes lo terco que puede ser y solo terminará haciéndose más daño
Sacude su cabeza sin saber que decir mientras las lágrimas se deslizaban por su rostro. Tenía tanto miedo..
-
Su ceño estaba fruncido mientras seguía con la vista a las enfermeras que le estaban colocando todo lo necesario para mantenerlo monitoreado.
Se sienta de golpe en la camilla comenzando a toser con violencia, empuja las manos que intentan colocarle una mascarilla con oxígeno y se obliga a si mismo a tomar respiraciones profundas.
Lentamente se vuelve a relajar en su lugar al mismo tiempo que la puerta se abría dejando pasar a Youngjae quién llevaba de la mano a su calabaza, Mark tenía el rostro húmedo por las lágrimas, el chupete en su boca se movía ansiosamente y se veía pálido.
- Hey, osito
Estira su brazo libre de cables y suspira profundamente lleno de alivio al tener a su calabaza con él. Presiona un beso en su rebelde cabello antes de apartarse un poco.
- ¿Es.estas bien?
- Lo estoy ahora, mi vida
Presionando un leve beso en sus labios se hace a un lado para que su calabaza se acueste junto a él. Sin poder evitarlo sonríe cuándo Mark coloca su manta sobre él y el peluche entre ellos.
- ¿Que estabas haciendo cuándo Youngjae fue por tí?
Desliza su mano arriba y abajo por la espalda de su niño escuchándolo hablar con algo de duda.
Más tarde, cuándo su pequeña calabaza dormía profundamente a su lado hecho una bola con una de sus manos aferrándose con fuerza a la suya no pudo evitar las lágrimas que llenaron sus ojos.
Por un momento había pensado que no iba a salir de allí, que de tanto jugar al héroe su suerte se había terminado ahora que finalmente era feliz y había encontrado su hogar.
Cuando la pared cayó sobre él y la persona que estaba sacando lo primero que apareció en su mente fue la última imagen que tenía de su calabaza, luego cuándo comenzó a asfixiarse con el humo, ya que su mascarilla la tenía el chico a quién rescataba, pensó en todos los dulces e inocentes besos de su niño. Las lágrimas habían hecho arder sus mejillas, pero la idea de dejar a su calabaza solo en el mundo, hizo arder su corazón de una forma que había pensado que era imposible.
Su calabaza lo necesitaba tanto como él necesitaba al chiquillo. Baja la cabeza viendo al hermoso adolescente que dormía entre sus brazos.
- Te amo.. Te amo, mi calabaza
Murmura bajó presionando besos en su cabeza al mismo tiempo que hacía promesas que esperaba poder cumplir.
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Salvación
RandomUn bombero que no tenía más razón que su trabajo y equipo para seguir viviendo.. Eso es hasta que encuentra una calabaza. - Omegaverse - Mpreg -Historia propia