Episodio 19

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El automóvil de el detective Bell llego al paradero de la estación de el teléferico, está vez no venía solo, en el asiento de el copiloto, venia un "niño muy bonito" que además de ser tierno y adorable, también era cíclope, un enorme ojo azul cielo con bellas pestañas rizadas, era el gran protagonista de su rostro adorable con una sonrisa cálida cómo el sol de la mañana, mejillas rosadas, regordete, parecía más un querubín que un niño que rayaba entre los 4 ó 5 años, con ese particular acento aniñado y jocoso

-Gracias por traerme detective, ahora sí casí toda "La orden'' está aquí..- dijo el tierno niño ciclope, el duro detective se bajo de su auto para abrirle la puerta de el auto con pleitesía, el niño llevaba una pequeña bolsita de obsequio y un libreta bajo el brazo, Samael Bell le ofreció la mano para ayudarlo a bajar, ya estando afuera el niño le dijo

-Justicia...- lo llamó por su nombre de la orden- Ahora, anda... "Cada quién a lo suyo"....- el pequeño regordete comenzó a caminar rumbo al teleférico, Samael lo volvió a reverenciar, respondiendo:

-Cómo usted ordene señor...- acto seguido comenzó a hablar por teléfono mientras también se desplazaba discreto por el lugar.

Bentley y Bullet remaban tan rápido cómo les daba sus brazos, el actor sentía un muy mal presentimiento respecto a Jacob, saber que sus padres venían por él, se temía lo peor de lo peor, él mejor que nadie sabía perfectamente lo que era tener un padre codicioso.

En la cabina de el teleférico Jacob soltó a Luz

-¿¡Qué pasa!?- se quejó ella al sentir que él rompió el divino contacto

-Pasa que no me dejaste terminar de hablar en el bote...- Jacob se quejó intranquilo

-Eso no importa ahora... Yo no me quiero morir sin haberte amado...- ella intentó quitarle la ropa pero él no la dejó

-¡¡¡BASTA LUZ, YA NO NOS QUEDA TIEMPO.... YO... YO!!!- Jacob estába fuera de sí, se llevo las manos a la sienes, de pronto los vidrios de la cabina se agrietaron, no los hizo explotar cómo en la casa de Bullet porqué no quería lastimar a su amada, aunque estába apunto de darle un golpe mortal

- Sé que tú y yo no nos conocimos formalmente en el orfanato, pero yo te si pude verte, ví cuando te golpeaba ese mal nacido conserje, eras una niña muy hermosa, me fue imposible no mirarte, ahora eres una mujer preciosa, qué es mi novia, estoy completamente seguro de que nuestro destino era estar juntos, nos hubiéramos hecho amigos de el mismo dolor, los Hamilton nos habrían adoptado juntos, ellos jamás me negaban nada, me abría aferrado a ti, cómo lo hice ahora, con la misma devoción, habrías sido mía desde el principio, habrías crecido a lado de nuestros hermanos, todo habría sido tan diferente...

Pero tú escapaste, aunque no te culpo, sé porqué lo hiciste... Tú valentía fue mi motivación principal para trabajar una vez más para salvar mi alma, no podía volver a perderte, ahora que tenía poderes sagrados, no te iba a dejar a escapar de mi... Nadie escapa de la muerte. Entonces mi labor cobró un nuevo sentido.

Yo ya había cumplido mi cuota de almas muchísimo tiempo atrás, no me importaba regresar a mi vida mortal, así que seguí trabajando, haciéndome de una reputación intachable, ganando todas estás medallas y reconocimientos, según las misiones ó casos asignados cómo el tuyo, no sentía que debía volver, ahí yo era alguien temido y respetado, aquí en la tierra yo era un don nadie, "hijo de petroleros", pura carne de sacrificio, nada más...

Hasta que tú volviste a mi vida después de la muerte, cómo utilice mi deseo en ti, mi número de almas volvió a cero, tuve que empezar de nuevo... Me puse a trabajar cómo loco, fui a desastres naturales, a centenares de hospitales, escenas de el crimen, atentados terrorista, bombazos, cómo el de Bentley por ejemplo, fuí a un la guerra de el narcotráfico en Latinoamérica, la guerras religiosas que jamás se detienen, Pandemias y COVID-19 por todo el mundo.... Vaya que no hay criatura MÁS maldita en todo el universo que el ser humano... Pero siempre me permití tiempo para venir a verte, porqué yo no te di mi vida para que mis hermanos te protegieran, ¿Te diste cuenta? Tú los protegeras mejor que yo, por ello tu sí te los mereces, necesito que hagan más grande a nuestra familia... Ustedes que tienen un alma y un vida llena de promesas por delante...
A llegado la hora de pedirte mi última voluntad, amor mio...- pidió mirándola a los ojos con devoción y entrega total

Luz & Calavera    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora