Episodio 1

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Érase una vez una mesera llamada Luz.

Una joven de belleza de sencilla, es de todos es conocido que esa es la más impresionante de todas.

Era de noche, el restaurante dónde trabajaba estába apunto de cerrar después de un pesado viernes de lleno total, había estado sirviendo mesas y llevando platos todo el día, además de limpiar y acomoda de nuevo todo para el día sábado, que era todavía más pesado aún para los meseros.

Antes de salirse se puso su suéter, era el único que tenía, era enorme, de color gris obscuro, era horrible pero la abrigaba, afuera llovía, antes de salir por la puerta trasera del restaurante, el capitán de los meseros le dijo que debía llegar a primera hora para abrir, le entrego las llaves, dejándole la responsabilidad de cerrar todo el local ella sola, cuando termino se dio cuenta que eran las pasadas de las 2am, salió de ahí cerrando la puerta, mientras su aliento, formaba vapor blanco frente a sus preciosos labios rosados, que aunque se hallaban partidos y resecos, aún así eran muy hermosos

-Ya es 2 de noviembre... Ya tengo 21 años... Vaya.... Sí es que de verdad este día fue en que nací...- se estremeció completa dentro de su suéter, sus pasos eran doloroso, cómo los recuerdos que azotaban con zaña la espalda de su memoria

-Hoy hubieran sido 21 puñetazos de regalo de cumpleaños, sí siguiera viviendo en ese orfanato de mierda.... Sólo puede aguantar hasta los 15 años... O puñetazos, es igual ... Cada uno de mis años era más doloroso que el anterior, llenos de golpes, maltratos, explotación, castigos inhumanos para unos niños, cómo sí los cuidadores de ese jodido lugar no fueran lo suficiente malos y degenerados, tocaban con morbosidad a niños y niñas por igual, también había que soportar a niños crueles que no sabían con quién más descargar su irá contra el mundo... Buscando al más débil... Sólo pocos tenían un chance en ese maldito lugar, sólo los niños agraciados físicamente tenían oportunidad de ser adoptados, y eso no era una seguridad de que te fuera mejor.

ella pensaba:

-Por una vida que no pedimos, pagando el precio de haber nacido, siendo los hijos de nadie.... Nos arrojaron a la fosa común de niños vivos, pero que nadie quiere... Hoy hubiera sido mi primer día de libertad.... Que bueno que no esperé hasta hoy ¡Felicidades Luzy, felicidades por haberte escapado de el infierno!-

Sé daba un abrazo mental a sí misma y se regaló una sonrisa, estaba viva, sana y se sentía fuerte para seguir, pese a su precaria situación

-Tengo vida, eso ya es una oportunidad de salir adelante -

Qué poco le duró el optimismo al ver qué en la pequeña pensión en dónde estaba viviendo le habían sacando las pocas pertenencias que tenía, que eran pura basura, por ello continuaba ahí tiradas en la banqueta, nadie se hubiera molestado en llevarse su pequeña colchoneta rota, una almohada, una mochila con un cambio de ropa y un folder plástico con su nombre.

La mujer que le rentaba el pequeño cuarto salió envuelta en una cobija

-Necesitaba el cuarto para un familiar que vino de visita- le arrojó unos billetes al rostro- Llévate tu renta anticipada y tú basura a otro sitio- la miró de arriba abajo con perversidad
-No eres tan fea.... Con una minifalda sacarías para vivir mejor qué de mesera... Unos años de espaldas resolverían tu vida, niña tonta...Busca al macho indicado, estúpida...-

Luz se agacho para levantar el dinero y sus pertenencias, cuando sus rodillas tocaron el suelo frío sintió cómo sí 21 puñetazos le hubieran caído todos de golpe en la la boca del estómago. Varias lágrimas corrieron por sus mejillas heladas

-¡Mírate pedazo de mierda... Ni de puta sirves en este mundo...!- la grotesca mujer cerró la puerta de golpe.

Luz simplemente se quedó callada, dejo deslizar el dolor por su garganta por millonésima vez, como lo hacía siempre desde que tenía uso de razón.

Luz & Calavera    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora