Capítulo 5

536 99 191
                                    

POV Changbin

ㅡY ahí está el latido del corazón.

Me quedé mirando la pantalla al lado de Jisung y vi como un pequeño punto comenzaba a revolotear. El sonido del rápido latido de un corazón llenó la habitación.

Maldita sea, casi estallé en miles de pedazos.

Mi cuerpo no se movía mientras me sentaba, me incliné hacia adelante, con la mano de Jisung envuelta en la mía. Me concentré en el pequeño perfil del cuerpo de nuestro bebé.

No podía jodidamente moverme.

—Binnie —susurró Jisung, llevándose nuestras manos unidas a su boca. Parpadeé y parpadeé de nuevo con mi visión borrosa. Tosí, volteé hacia a Jisung, sólo para ver a sus ojos de lobo inundados de lágrimas.

Jodidas lágrimas de felicidad.

—Cariño. —Tiró de mi mano para que vaya a él. Lo hice; maldita sea, siempre hacia lo que pedía. De pie, me incliné sobre su pecho y aplasté mi boca en la suya. Tomé su boca exactamente cómo quería, duro. No me importaba ni una mierda lo que pensara la enfermera junto a nosotros. Este era mi chico y era nuestro jodido hijo. Todos pueden irse a la mierda.

Me separé. Jisung se recostó en la cama, sin aliento. Con una enorme sonrisa estampada en su cara impecable. Como siempre, robaba mi puto aliento.

La enfermera aclaró su garganta. Me paré frente a ella y su piel palideció. Temblorosamente me entregó una pequeña fotografía.

—Puede vestirse ahora —dijo a Jisung— Les daré algo de privacidad. —Corrió fuera de la habitación, como si su culo estuviera en llamas, ni una vez miró hacia atrás. Jisung rió silenciosamente. Movió sus piernas sobre un lado de la cama y miró hacia atrás por encima de su hombro. Por un segundo me quedé perplejo por lo jodidamente bello que era. Era mío, había sido mío por un maldito tiempo ahora, pero yo todavía no podía creer cómo diablos aterricé con alguien como él. Era un maldito retrasado mudo. Él era un maldito ángel hecho en el cielo.

Pero tal vez fue hecho sólo para mí.

Rodeé la cama y abrí sus muslos, parándome entre ellos.

—¿D-de q-que te r-r-ríes?

Jisung sacudió su cabeza y colocó su mano en mi pecho.

—De ti, aterrorizando a las enfermeras. Desde el momento en que entramos en este hospital cada persona ha despejado un camino para nosotros y nos mira con ojos abiertos y temerosos. —Su dedo golpeó ligeramente el parche de "Prez" en mi chaleco— Creo que el título puede tener algo que ver con eso. Y el diablo en tu espalda.

—¿T-tú c-crees, nene? —bromeé con sequedad y Jisung se echó a reír otra vez.

Necesitando tomar sus labios una vez más, lo hice, envolviendo mi mano en su pelo negro. Jisung gimió en mi boca y su lengua caliente encontró la mía. Mi polla palpitó en mis jeans, y tuve que forzarme a separarme o estaría tomando a Jisung en esa cama. No es que cualquier hijo de puta en este hospital nos detendría, no se atreverían, pero Jisung no querría ser avergonzado. Todavía era puro. De alguna manera todavía no ha sido corrompido por esta puta vida fuera de la ley.

Apartándome, presioné mi frente en la suya y respiré profundamente.

—M-m-maldición, t-te amo. —Alcé la fotografía— E-este es nuestro j-jodido bebé.

Con los ojos brillando, Jisung se apoderó de la foto y quedó mirando la imagen. Su dedo corrió sobre la curva de la cabeza y el cuerpo de nuestro bebé.

El Hades de Lee Minho (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora