El Hades de Lee Minho (2min)

Capítulo 12

POV Changbin

No podía jodidamente creer a este puto imbécil. Apareciendo en el recinto, con todo descaro. Vestido de blanco, intentando verse como si no hubiera hecho ni una puta cosa mal.

Con el hermano de Jisung... su hermano supuestamente muerto—el puto mayor fanático de Jisungㅡ parecía estar follándose.

Qué. Se. Joda. Mi. Vida.

Los hermanos estaban inflados con rabia, mirando a Hyunjin mientras arrastraba al profeta Imbécil a través del patio y al granero por el bosque. Un lugar perfecto para mantener a este hijo de puta.

Lejos de la casa club y en ningún lugar cerca de las cabañas.

Mantuve mis ojos en Hyunjin mientras arrastraba a Lee Know hacia el pequeño granero de madera. Miré a Lee Know y mi labio se curvó con repugnancia. Odiaba jodidamente a este puto imbécil. Mis músculos prácticamente palpitaban con emoción ante la idea de lo que iba a pasar esta noche por nuestras manos.

Esta noche, mis hermanos liberarían cada pizca de venganza que querían de su carne... poco a poco, dolorosamente, prolongando su muerte tanto como fuera humanamente posible.

Chanyeol y Mark llegaron a mi lado. Chanyeol negó:

—¿El puto hermano de Jisung, Prez? ¿No se suponía que estaba muerto?

Asentí e hice señas:

—Jodidamente bien muerto. Esa era la razón por la que Jisung huyó de los putos pedófilos en primer lugar.

—Entonces, ¿Cómo mierda lo encontró Lee Know? De todos los perros que se habrían excitado por él en la comuna, va por el que se ve como Jisung... imagínate.

Mis dientes pasaron sobre mi labio superior con frustración. Su obsesión con mi puto había ido demasiado jodidamente lejos. Y una cosa era segura: no iba a estar cerca de él o de Seungmin de nuevo. Nunca había visto reaccionar a Jisung como lo acababa de hacer al ver a su hermano muerto dirigirse como un maldito fantasma a nuestras puertas. Sabía que había estado unido a él, ¡pero, joder! Apenas podía mantenerse en pie.

Supongo que nunca entendí lo cercanos que realmente eran.

—Él muere esta noche —hice señas— El reinado delirante de este cabrón va a terminar esta noche. He acabado con que él exista. Tan jodidamente acabado.

Hyunjin abrió la puerta del granero y estrelló la suela gruesa de su pesada bota contra la espalda de Lee Know, catapultándolo al suelo manchado de sangre.

Por la mirada en el rostro de Hyunjin, no estaba seguro de que alguien más pudiera tener su oportunidad con esa rata. Felix tuvo su cirugía y, cada día desde entonces, mi vicepresidente había caído más profundo en una puta oscuridad. Al ver a su puto herido, en un jodido hospital una vez más, había pasado de ser el hermano despreocupado a un puto demonio. Un maldito demonio empeñado en nada más que venganza.

Hyunjin jodido Hwang tenía suficiente dolor en su interior para hacer que la muerte de Lee Know valiera la pena en los putos libros de historia. El rostro de Lucas era impasible mientras sostenía la puerta abierta para que pasáramos. Había una cosa que me aseguraba de que sucediera en este puto club: las observaciones de cualquier sabelotodo y puto estúpido se detenían en el momento en que los negocios tenían que ser hechos.

Era la razón por la que éramos despiadados.

Cuando llegaba el momento, matábamos a cualquier cabrón... luego nos reíamos de ello... sobre sus cadáveres destrozados.