POV Lee Know
ㅡ¿Necesitas algo más? —preguntó Seungmin mientras me ayudaba a volver a la cama desde la ducha.
—No —dije y sujeté su mano. Seungmin me sonrió. Eché un vistazo a su mano en la mía... al anillo de boda en su cuarto dedo.
Subió a la cama junto a mí. Hice una mueca cuando me volví para enfrentarlo. Seungmin miró la sencilla banda de oro.
—Lo más sagrado que poseo —dijo, sonriendo—. Fue la mejor cosa que jamás hice.
Mi corazón tartamudeó. Podía ver en sus ojos que lo decía en serio. Diablos, los últimos días me habían mostrado lo mucho que me amaba. Era divertido como el infierno para mí. Seungmin me daba el mérito de salvar su vida cuando, en realidad, me había salvado de cada simple manera posible.
Me dio vida cuando habló conmigo a través de ese muro de piedra.
Me dio esperanza cuando me quiso, a pesar de quién era.
Y luchó contra los Hangmen por mí cuando debí haber muerto.
Durante los últimos diez días, nunca había dejado mi lado. Me había mostrado el amor que me había perdido al crecer. Me había dicho, más de una vez, que me compensaría por todos los besos que debí haber recibido cuando era niño, los abrazos de los que había sido privado en mi juventud.
Y lo decía en serio. Seungmin siempre sostenía mi mano. Había sostenido mi mano con la suya siempre, desde nuestros días en la celda. Y aquí seguía, todavía sosteniendo mi puta mano en la cama.
Un toque sonó en la puerta y Wonpil apareció, como hacía cada día. Seungmin se sentó, justo cuando un pequeño niño pasaba junto a las piernas de Wonpil tomando ventaja de la puerta abierta.
—¡Seonwoo! —Escuché a Felix llamar— ¡Lo siento tanto! —dijo Felix cuando apareció en el umbral de la puerta— Al monstruito le gusta escaparse. —Sonreí al escuchar la felicidad en su voz.
Sentí un par de ojos en mi rostro. Seonwoo estaba junto a mi cama, mirándome fijamente. Sus ojos se hallaban entrecerrados con confusión. Eché un vistazo a Seungmin, quien observaba con diversión.
—Hola, Seonwoo —dije.
Seonwoo se volvió hacia Felix con un pequeño ceño en su rostro.
—¿Papá? —dijo Seonwoo— ¿Pensé que dijiste que el profeta estaba en el cielo ahora? —Mi estómago cayó cuando me señaló— Pero está aquí. ¡Lo he encontrado de nuevo!
Los ojos de Felix se ampliaron con avergonzada sorpresa y se adentró con rapidez en la habitación. Se agachó junto a Seonwoo.
—No, Seonwoo. ¿No recuerdas a Lee Know? ¿Recuerdas que te dije que era el hermano del profeta?
Seonwoo asintió con recelo.
—Pero es igual que el profeta.
—Lo sé. Es porque es su hermano. ¿Recuerdas que te lo expliqué?
Seonwoo asintió.
—Así es. —Felix se puso de pie— Lo siento tanto, Lee Know. Todavía se confunde mucho. La transición de su anterior vida a ésta es difícil. Líneas borrosas.
—Está bien —dije. Pero en mi interior, estaba jodidamente muriendo. Ni siquiera me había mirado en un espejo desde que había estado postrado en esta cama, como un maldito lisiado. No era por mis heridas. Era porque no quería ver al hombre devolviéndome la mirada.
Lo veía cada vez que cerraba los ojos. Jadeando por aire. Suplicando que lo dejara vivir.
—¡Tío Seungmin! Ven afuera, quiero enseñarte algo —dijo Seonwoo, sacándome de golpe de mis pensamientos. Seungmin se balanceó en sus pies. Podía ver que quería ir, pero no deseaba dejarme.
ESTÁS LEYENDO
El Hades de Lee Minho (2min)
Fiksi PenggemarSolo a través de la sangre puede ser encontrada la más profunda redención. Él había nacido para ascender. Él estaba destinado a liderar. Él no se suponía que fracasara. Adaptación de la saga original "Hades Hangman". ㅡPrimer libro: El Hades de Seo...