∞ Cap 18 ∞

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Capítulo 18

Le pesaban los ojos. Tenía muchísimo sueño, y a pesar de que podía permanecer en cama y seguir durmiendo, ciertamente era lo que menos había podido hacer durante toda la noche. Primero, tardó para conciliar el sueño. Después, una vez que "lo logró", no dejaba de moverse a lo largo y ancho de su cama. No podía culpar a la cena porque ni siquiera había comido algo desde del almuerzo. 

Entonces, como mucha gente en la actualidad, había optado por tomar su celular y navegar un rato por las redes sociales con la esperanza de que su móvil lo adormeciera nuevamente para poder rendirse en los brazos de Morfeo. Mala idea. En realidad nada podía tranquilizarlo, y mucho menos relajarlo al grado de caer inconsciente. Había pasado la madrugada del sábado en vela porque sabía que había llegado el día en el que Mew partiría de vuelta a California.

Miró hacia la pared que estaba frente a su cama y notó el reflejo de la luz del exterior que se colaba entre las cortinas. Estaba amaneciendo, solo era cuestión de horas para que todo terminara definitivamente, seguido un probable "para siempre" después del adiós. 

- ¡Maldición! – gritó Gulf en la soledad de su habitación mientras se tapaba el rostro con una almohada porque su mente no había parado desde que se entero que Mew volvería a casa. 

Hazard maulló ante el grito de su humano. Desde su tragedia en el parque, solía dormir con Gulf en la cama y afortunadamente se estaba recuperando de su herida favorablemente. Mew había hecho un excelente trabajo con él y estaba demasiado agradecido con él por eso, aunque dicho agradecimiento, en realidad no tenía nada que ver con lo que llevaba sintiendo desde que lo volvió a ver... otra vez Mew en sus pensamientos. Eso no estaba bien, eso no era sano.

Miró el reloj en la pantalla de su teléfono y apenas pasaban de las siete. Las siete de la mañana de un sábado que pintaba para ser largo y tedioso. Aburrido, pero agitado mentalmente. Jamás se había sentido tan encerrado en su propio departamento, siempre que salía de el, quería volver de inmediato pues era su refugio. Mucho menos, se había sentido prisionero en su propia cama, pero en ese momento sentía que las paredes poco a poco lo iban aprisionando y que tarde o temprano aplastarían su cuerpo.

- Quédate en la cama Hazard, me daré una ducha – habló con el dormido gato antes de ponerse de pie y dirigirse al cuarto de baño.

Cuando sintió que el agua corría desde su cabeza hasta sus pies, pudo reconocer que se sentía desorientado, y sabía perfectamente que no era por la falta de sueño. El regreso de Mew a su vida lo tenía aturdido, y su pronta partida también. Tanto sus pensamientos como sus sentimientos eran un completo desorden, un caos total que dejaba al descubierto que no había superado el abandono de su ex, y que tampoco podía odiarlo del todo. 

Y eso era lo que más lo atormentaba. Se suponía que Mew le había hecho mucho daño, tanto que aún podía recordar y volver a sentir el penetrante y agudo dolor que había sentido aquellos días que habían sido un completo infierno para él. Por aquel entonces se preguntaba que había hecho mal para que la persona que más amaba en el mundo le causase tanta pena y angustia. ¿Qué error había cometido para que Mew lo abandonara de aquella forma tan cruel?

Todos a su alrededor le dijeron que no era su culpa. Y entonces ¿Por qué el amor de su vida había actuado así? Escucharlo le hubiese dado las respuestas que necesitaba, pero al mismo tiempo no se sentía lo suficientemente fuerte como oír aquellas palabras. Temía que Mew le dijera "Ya no te quiero". ¡No! aquello acabaría con su corazón al instante.

Pero una parte de él, quería tenerlo a su lado nuevamente. Se había sentido muy bien el fin semana pasado en su compañía que de verdad había podido hacer a un lado los viejos resentimientos dando pie a una convivencia sana, tranquila y serena. Había echado tanto de menos a ese hombre que si bien podía tener pinta de un "bad-boy" condenadamente sexy, era un sujeto tierno, cariñoso, sensible y muy amoroso con sus seres queridos. Con él en especial mucho más. 

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