No sé ni cómo estoy escribiendo esto
Ya que literalmente no puedo escribir
Me duelen los nudillos, me arden a los segundos de soltar toda la rabia contra la pared.
Todo sería más fácil si no sintiese nada
Si no sintiese tristeza, enfado, angustia, frustración, mucho calor, ansiedad, estrés.
Es como estar encerrada en mí misma teniendo claustrofobia.
Y nadie se da cuenta.
Pero eso ya no importa
Ya no estoy tan sola.
Ahora la pared me escucha
Escucha a mis puños, los entiende
Entiende cada golpe que le doy
Entiende cada contacto con mis nudillos, y ve cómo va cambiando el color de la piel. Rosa, rojo, violeta, morado (incluso con tonos azules)...
Sensaciones incontrolables como las lágrimas que bajan por mis mejillas en contra de mi voluntad...
Después de darle una patada al primer mueble que encontré y retorcerme de dolor, estallé y lloré como una pobre humana indefensa que soy, un pobre ser vivo que pide auxilio en vano.
Incomprensión, soledad, puños rotos.
