our puppy ⌯ hyunmin

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─¿Por qué no vamos a mi casa hoy?─ Sugirió mientras jugaba con los tirantes de su mochila. Caminaban uno al lado del otro con dirección a la parada de autobús.

Seungmin fingió pensarlo, pero no podía olvidar que había acordado con Hyunjin verse después de la escuela.

─Mejor otro día, ¿si? Debo hacer algunas cosas en casa.─ Explicó y Felix entendió sin problema.

Al llegar a la parada, se sentaron en la banca de lugar, en la cual había algunos estudiantes de su escuela y un par de personas sin uniforme. Felix le comenzó a hablar a Seungmin sobre lo sucedido después de que fueran sacados de clases, añadiendo el cómo los amigos de Hyunjin se habían burlado de este por la situación.

La mención del pelinegro trajo consigo la aparición de este mismo. Venía solo, por suerte, y se quedó de pie a un costado de la parada.

Felix notó su presencia y lo miró por un segundo, esperando que no hubiera algún tipo de enfrentamiento entre él y su amigo, pero se alegro cuando ninguno prestó atención a la presencia del otro. Le gustaba más así, cuando no se tenía que ver en la necesidad de jalar a Seungmin lejos de Hyunjin como perros peleando.

Luego de un minuto, el autobús que tomaría Felix llegó, por lo que antes de ponerse de pie, se acercó a susurrarle algo a Seungmin.

─No vayas a pelear, ¿okay?─ Ordenó y Seungmin asintió mientras le sonreía con gracia. ─Nos vemos mañana.─ Felix se alejó para subir al autobús junto a otros estudiantes.

Cuando Seungmin vio el autobús perderse entre los demás autos, dirigió su mirada a Hyunjin, quien parecía ajeno a su mirada y, como siempre, veía algo en su teléfono. No paso mucho desde que dejó de mirarlo cuando sintió que se sentaba en la banca al lado suyo, lugar que antes ocupaba Felix, sólo que manteniendo más distancia.

Para cuando el autobús de Seungmin llegó, no hizo falta decir nada ya que cuando se puso de pie, Hyunjin lo hizo también. Guardó su teléfono y lo siguió hasta subir al autobús. Seungmin fue a sentarse a un asiento para dos personas, quedando junto a la ventana, y Hyunjin con confianza trató de tomar el que quedaba libre, pero cuando vio la mirada de pocos amigos que le dedicaba Seungmin, rodó los ojos y se sentó en la fila de atrás mientras el autobús comenzaba a avanzar.

─¿A dónde vamos?─ Escuchó la voz de Hyunjin cerca de su oído izquierda. Giró un poco su cara y vio a Hyunjin inclinándose hacia él.

─A mi casa, ¿dónde más?

Hyunjin asintió y volvió a recargar su espalda en el asiento, sólo esperando el momento en el que Seungmin se pusiera de pie para seguirlo.

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Luego de unos minutos de viaje, Seungmin y Hyunjin estaban bajando del autobús.

─Tenemos que caminar un poco.─ Explicó y llevó sus pasos por la banqueta, sólo a una cuadra de su casa. Hyunjin se posicionó a su lado mientras miraba alrededor y habló.

─Hay que hablar de algo, sobre el perrito.─ Pidió para calmar de una vez ese silencio incómodo y tenso que había entre ambos.

─No, no me caes bien.─ Negó sin dudarlo dos veces, haciendo que Hyunjin se quejara en voz alta.

─Ah, ¿por qué eres tan odioso?

─No lo soy, es sólo que tú no me agradas.

─Bien, tú tampoco me agradas.─ Se cruzó de brazos continuando con el camino, esta vez dando espacio al silencio.

Luego de caminar lo mencionado, Seungmin fue directamente a la entrada de su casa. Abrió la puerta, y Hyunjin trató de pasar, pero Seungmin lo detuvo con su mano.