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Hyunjin entró dentro de su hogar con Seungmin detrás, pisándole los talones. Soltó su mochila en uno de los sofás de la sala, sin intenciones de subir a su cuarto, y se giró hacia Seungmin.

─Bueno, ¿y qué haces aquí?

─Toma, para que dejes de molestar.─ Hyunjin recibió en sus manos la prenda que tanto le había pedido a Seungmin.

Sonrió cuando la tuvo de vuelta, ya que creía que la había quemado o algo así, y que entonces por eso había estado evitando dársela. Nunca se sabe.

─¿Y Kkami?─ El castaño se tomó la libertad de quitarse su mochila y suéter, porque dentro de la casa de Hyunjin no hacía tanto frío. La dejó en el mismo sofá en el que el contrario había dejado su mochila y miró hacía el patio. ─No me digas que lo tienes en el patio. ¡Está comenzando a hacer frío! Puede enfermarse.─ Cambió repentinamente su actitud, y se cruzó de brazos, mirando con ojo crítico a Hyunjin.

─Tranquilizate, lo tengo en mi cuarto.─ Rodó los ojos y comenzó a caminar hacia la escaleras. Seungmin le siguió sin esperar algún tipo de indicación.

─¿Ya no hace desorden?

─He estado educando bien a mi hijo.─ Habló con una sonrisa presumida. ─Te dije que tengo experiencia, lo del patio fue un ataque de locura.

Seungmin rio por lo último y no dijo nada hasta que llegaron a la habitación de Hyunjin, donde se encontró con Kkami mordiendo un juguete, de los que le habían comprado antes. Sonrió al saber que entonces sí les estaba dando uso.

Cuando el animal notó su presencia, se levantó del suelo y caminó hacia él moviendo la cola.

─Hola, Kkami.─ Habló con voz cariñosa mientras se agachaba para acariciarlo. Luego escuchó detrás suyo la risa silenciosa de Hyunjin, sacándole un gruñido. ─Me alegra saber que sirves para algo. Si no terminas la escuela, puedes ser encantador de perros.

─Oye, oye. No estoy tan mal. Si me va mal, significa que tú no sabes enseñar.

─¿Qué es esto?─ Lo ignoró y se puso de pie para caminar hasta el escritorio de Hyunjin, donde vio una bolsa color verde con una imagen de un perro pequeño en ella.

─Son premios para Kkami.

─¿Puedo darle uno?─ La tomó entre sus manos y Hyunjin se acercó hasta él, negando un poco.

─Se supone que es para cuando hace algo bien, pero... bueno, ya le estás dando uno.─ Suspiró cuando vio a Seungmin abrir la bolsa para sacar un premio y entonces acercarselo a Kkami. Este no tardó en comenzar a comerlo de la mano de Seungmin con prisa.

─No hizo desorden en tu cuarto, eso ya es hacer algo bien.─ Se encogió de hombros mientras alzaba un poco su vista para mirar a Hyunjin. Este último iba a decir algo, pero guardo silencio cuando escuchó a Seungmin quejarse mientras alejaba su mano de Kkami.

─Oh, te mordió.─ Señaló mientras veía un poco de sangre salir de uno de los dedos de Seungmin.

─Lo sé, me dolió a mí.─ Bufó y se puso de pie. ─¿Por qué me mordió?─ Frunció sus labios mientras miraba a Kkami. En su lugar, Hyunjin rio un poco haciendo que Seungmin lo mirara molesto.

─Seguro creyó que tu dedo era parte del premio. Pero está bien, Kkami ya está vacunado. Ve a lavarte.─ Le indicó la salida de su habitación mientras él guardaba de nuevo los premios. Seungmin hizo caso y fue hacia el baño, ya que ahora tenía un poco más de sangre.

Una vez en el baño, abrió la llave y dejó que el agua limpiara su pequeña herida. Mientras lo hacía, escuchó que los pasos de Hyunjin entrando al cuarto de baño. Cerró la llave y secó su mano, mirando al pelinegro frente a él con una pequeña cajita color morado en sus manos.

─Mira, hay variedad.─ Dijo y abrió la caja. Seungmin vio varios cuadritos con cosas dentro, pero lo que llamó su atención fue el apartado con varias curitas de distintos diseños ahí. ─Escoge.─ Le extendió la caja y esperó que tomará una.

Seungmin las miró curioso. No es como si el diseño hiciera que funcionarán de manera distintas, todas servían para lo mismo, pero no sabía porqué Hyunjin tenía curitas de ese tipo. Él en su casa tenía las clásicas y aburridas de un sólo color.

Al final, terminó tomando una azul con nubes en ella. Estaba apuntó de abrirla, pero Hyunjin lo detuvo y regresó la curita a su lugar.

─Esas no, son las favoritas de mi hermana.

─Dijiste que escogiera.─ Seungmin rodó los ojos y lo miró, en espera de que entonces él le pasara una.

─Esta está bien.─ Tomó otra, color amarillo con pollitos. Seungmin rio un poco, imaginando que Hyunjin usaba esas curitas cuando se lastimaba. ─Sostén esto.─ Le pasó la caja, y Seungmin la tomó algo confundido. Él esperaba que le pasará la curita.

Sin decir nada, Hyunjin la abrió y le pidió su mano a Seungmin en silencio. Este se la pasó, y dejó que le ayudará a poner la curita sobre la mordida que le había hecho Kkami.

─Listo.─ Dijo cuando terminó y soltó la mano de Seungmin, quien procedió a mirar la pequeña cosa amarilla que ahora envolvía su dedo.

─Gracias.─ Murmuró al mismo tiempo que alzaba su vista, encontrándose rápidamente con lo ojos de Hyunjin, quien sonrió levemente y asintió.

─De nada, Seungmin.─ Correspondió su agradecimiento, para luego simplemente permanecer en silencio. Seungmin trató de distraerse tocando la curita para sentir la textura, sin propósito alguno, sólo lo hizo y Hyunjin lo miró hacerlo. El silencio raro se mantuvo, hasta que el más alto carraspeó y habló. ─Debemos volver con Kkami, puede ponerse loco si lo dejamos más tiempo solo.─ Dicho eso, salió del baño, con un Seungmin algo desconcertado siguiéndolo.

our puppy ⌯ hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora