-Señorita Morningstar de Stein-

-23-

ATENEA

Bajo a sótano no sin antes darle las gracias a Mila

—Frey—lo llamo y el me mira

—¿mande?

—Nos vamos—digo sonriendo y agarrando mi bolso

—¿Uh?—dice algo confundido

—Mila me dijo que ya podías salir

—Sácame de aquí Atenea—dice Hayden

—Si no me dan permiso, no puedo

—Aja—dice enojada

La ignoro y me voy cuando Frey ya ha terminado de recoger sus cosas

Salgo a la sala y miro hacia las escaleras, parece que han remodelado muchas cosas

—Frey, espérame, necesito hablar con Kaia—digo y el asiente yendo hacia a la cocina

Subo las escaleras y voy a la habitación de Kaia

—Hola...—digo cerrando la puerta detrás de mi

—¿Que quieres?—dice fría volteándome a mirar con los ojos rojos

—Kaia...perdón

—¡Me dejaste! Y lo peor, cuando regresaste lo primero que hiciste fue correr detrás de mi hermano, apuesto que volviste por que lo encerraron—dice ella desahogando su enojo

—Lo siento, de verdad—digo con los ojos llorosos—Nada nunca justificará dejar a una mejor amiga, pero, mi padre me obligó

—Eres una idiota, mala amiga y una puta por dejarme, pero no te negaré que te amo—dice abrazándome como si su vida dependiese de ello

—Yo también, Kaia—digo limpiando una lagrima que me mojo la mejilla

—Anda con el idiota ese, se que te está esperando—dice riendo y abrazándome mas fuerte para dejarme ir

—Mañana te vengo a recoger para un día de chicas—digo saliendo de la habitación y ella solo sonríe y asiente

Bajo las escaleras limpiándome las lágrimas

— ¿que pasó?—dice Frey abrazándome

—Nada, me insulto pero ya nos arreglamos—digo recibiendo el abrazo

—¿Vamos a tu casa?—me pregunta despegándose

FREY

Ya en la casa de Atenea

—Ehh...—dice acercándose—¿que hacemos?—me sonríe

—Te dejaré descansar por ahora—le digo agarrándola del cuello—pero... no se que hacer—digo riéndome

Ella sonríe y me guía hacia su habitación

—¿Quieres jugar?—dice alzando los trenes

—Seh—le digo sentándome en el suelo y sacando los míos de mi mochila

—Había llevando las vías extras aún cerradas al sótano, pero no las saqué así que pues están ahí—le digo sacándolas

—No, no las saques, tengo bastantes aquí abiertas—me dice quitándome las vías y guardándolas en mi mochila

—Ey, que si tengo manos—le digo frunciendo el ceño

—Ya, ya—dice alzando las manos

Comenzamos a armar más caminos cruzados y con estructuras complejas en toda su habitación

Cuando ya terminamos ya era de noche

—¿Vamos a tu casa?—me pregunta levantándose

—¿me estás echando?—le digo bromeando

—No, pero le dije a Kaia que iba a ir en la noche y pues ya es de noche—dice poniendo sus manos alrededor de mi cuello y yo pongo las mías en su cintura

—¿Te vas a quedar durmiendo conmigo?—le pregunto sonriendo

—Si tú me invitas—Dice rondando los ojos divertida

—Agarra tu pijama, te vienes conmigo—le digo palmeándole el trasero

—Espérame en la sala—dice a lo que yo ruedo los ojos

—Ya—digo saliendo de la habitación

Bajo a la sala y me dirijo a la cocina, veo las galletas de las niñas encima del mesón y sonrió al recordar

—¿Y esa sonrisita?—dice sonriendo Atenea

—Por lo que hicimos cuando tú tío las compro—le respondo alzando las galletas, sonrió al ver el ligero sonrojo en sus mejillas

—Vamos—dice cambiando de tema

—Aja—le digo siguiéndola

Salimos de su casa y entramos a la mía

—Hola niña—le dice Heist a Atenea

—Hola rubio—le dice Atenea sin prestarle mucha atención

—Nea—le dice Kaia tirando al meson el trapo para abrazar a Atenea

—Kaia—dice correspondiéndole el abrazo

Yo me tiro en el sofá para sacar mi teléfono

Después de un rato revisando y vendo cosas en mi cel Kaia me envía un mensaje para que vaya a comer
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