Veinte

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Zabdiel

-¿Aun no saben nada de la hermana de Joel? -pregunta Chris a mi lado caminando por las calles.

-No, la policía no quieren hacer nada hasta que cumpla las veinticuatro horas de desaparecida -le digo negando con la cabeza- No entiendo porque son tan mierdas.

lo escucho resoplar de igual manera.

-Ojala aparezca pronto, preparare algo para desayunar, me cambiare y los ayudare en lo que pueda -dice tan bajito, y lo suele hacer cuando habla para asimismo, siento algo en el pecho al escuchar lo solidario que es con las personas.

-Yo tan bien, tenemos tiempo, es domingo -le digo y me sonríe.

Nuevamente siento esas malditas cosquillas en el estomago, desde que lo vi por primera vez en el trabajo, pero cada día que lo veo, estas intensifican, pareciera que tengo agruras, pero de las buenas. 

Lo que hacemos es algo que acordamos solo para rascarnos la "picazón", hasta que se nos esfume ese tipo de atracción que sentimos por el otro, porque los dos tenemos la misma idea de no querer algo sentimental o estable, nos gusta la vida loca en pocas palabras.

Pero esas palabras de no querer algo estable y que no somos exclusivos, solo alguien para pasarla bien, empiezan a sonar odiosas en mi mente cada que las repito. Es el mismo sentimiento que sentí hace años con una persona pero al demostrarlo lo mando todo al carajo, pero se que no estamos hablando de la misma persona, pero me aterra pensar que podría pasar lo mismo.

Volteo a verlo y una sonrisa aparece en mi rostro por inercia.

Estoy jodido.

-Chris -lo llamo y voltea a verme con una sonrisa de boca de cerrada.

-¿Si?

-Quiero ser sincero contigo desde ahorita, porque no quiero que las cosas se compliquen después por no haber hablado antes -me mira con atención y nos detenemos un momento para hablar frente a frente.

-¿Qué pasa?

-Ya no quiero seguir siendo tu amigo -su rostro cambia a uno sorprendido pero después asiente lentamente con la cabeza agachada pero me apresuro a hablar para que no tome a mal mis palabras- ya no quiero ser tu amigo, porque quiero algo más, y te lo digo ahorita que aun puedo escapar de estos sentimientos que estoy empezando a tener por ti si me dices que no quieres lo mismo, solo dime sí o no y yo lo entenderé perfectam...

sus labios  sellan los míos, callándome al instante.

Al separarnos puedo ver un sonrojo en sus mejillas, no puede verse mas tierno.

-Eso fue...

-Eso fue un me gustas mucho Zabdiel, y aun no puedo creer que no te des cuenta de lo loco que estoy por ti -dice firmemente y una sonrisa boba aparece en mi rostro- no puedo creer que a pesar de todo lo que he  hecho contigo aun no te dieras cuenta.

suelto una risa.

-¿Entonces esto significa que estamos juntos?

lo veo morder su labio inferior y me regala otro beso para después seguir caminando.

No hace falta confirmar lo nuestro, y me mantiene más tranquilo saber que soy correspondido, aunque aun tengo ese miedo de ser traicionado nuevamente, pero tratare de alejarlo para no dañar lo que puede ser algo bonito.

Al llegar a su casa lo veo fruncir el ceño.

-¿Ocurre algo?

-No recuerdo haber dejado el portón abierto -dice mientras lo cierra detrás de nosotros- supongo que lo olvide.

-Tal vez 

Caminamos a la puerta de la entrada principal y saca sus llaves para abrir.

-¿Quieres comer algo antes de ir a ayudar a tu hermano y Joel? -pregunta dejando las llaves en la mesita que esta junto a la entrada.

Muerdo mi labio inferior y tomo su cintura volteando hacia a mi.

-Sí, quiero comerte a ti -le digo atacando al instante su boca, pasa sus manos por mi pecho hasta enredarlas atrás de mi cuello y juguetear con mi cabello.

-Zab -suelta un suspiro cuando paso mis labios por su cuello- no hay tiempo, tenemos que ayudar a buscar a la niña -dice suspirando entrecortadamente.

aprieto su trasero fuertemente sacándole un gemido y le doy un ultimo beso.

-Esta bien, pero de esta no te salvas -lo veo y esta todo sonrojado.

Nos separamos y caminamos hasta la pequeña cocina que tiene.

-Hace demasiado frio aquí -comento tallando mis manos.

Camina hasta un estante y saca unas croquetas de su perrito, que por cierto no se escucha por ningún lado.

-Sí, siempre pareciera que esta helando aquí.

Lo veo caminar de lado a lado, terminando de servir el alimento de su mascota y ponerlo en el piso, para después sacra unas cosas de la nevera y empezar a preparar el desayuno.

Muerdo mi labio inferior porque esta sensación me agrada.

-¿Puedes buscar a Ollie y traerlo para que coma, por favor? -voltea a verme y asiento levantándome de la silla en la que estaba.

camino en el pequeño pasillo para llegar a la sala de estar y buscar con la mirada, doy un pequeño vistazo y nada, camino hasta la habitación e incluso lo llamo, pero el ladrido suena en la sala, suspirando me regreso hasta esta y también esta Chris parado de espaldas, esta completamente quieto.

Camino lentamente hasta él y abrazo su cintura recargando mi barbilla en su hombro, pero me quedo estático al ver en frente de nosotros.

-Sol -susurro.



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Amo a los Chrisdiel, siento que serian todo un caso como pareja. Pero también amo a los Oreo, ellos serian demasiado tiernis.

¿Qué prefieren Chrisdiel u Oreo?


El Tutor De Sol || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora