en treinta y un días suceden muchas cosas: a veces te vas, a veces vuelves, a veces reímos juntos, a veces no, a veces soy yo quien se va, a veces volvemos a encontrarnos y a veces ni siquiera me entero de que te has ido.
pero, cuando me miras, sien...
todos están vivos | saltos en el tiempo (aunque no se mencionan de forma explícita) | los personajes dan un brinco de entre los 12/13 hasta los 14 |Shinichiro tiene 17| este es el escrito más largo hasta ahora, quien lo diría
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Shinichiro le habla sobre qué significan las almas gemelas. Le cuenta sobre las múltiples leyendas que hay de sus orígenes, de cómo al mundo le gusta jugar y que por eso cada persona descubre a la suya de forma diferente. Le habla de cómo antes había personas que podían verse en los sueños, de aquellos que usando tinta y su piel como papel pueden comunicarse entre sí, de los pocos que son visitados por un animal guía al cumplir mayoría de edad y que solo tienen que seguirlo el tramo que sea necesario.
Le habla también de los que conforman la mayoría actualmente: de aquellos como Emma o Chifuyu, que verán el mundo en blanco y negro hasta que se encuentren con su destinado y todo estalle en colores de un momento a otro.
—Leí que una vez hubo una persona que de la impresión se desmayó— comenta entre risas, limpiando la motocicleta que acaba de terminar de reparar —. Podría pasarte lo mismo, ¡así que ten mucho cuidado, Manjiro!
Manjiro balancea los pies desde su lugar en la mesa alta del taller. Su atención está puesta tanto en su hermano mayor como en los alrededores de la calle que se pueden ver gracias a que la puerta de la tienda está abierta. Acaba de anochecer.
—¿Tú ya encontraste a tu alma gemela, hermano?— pregunta luego de unos segundos, dándole de paso un mordisco a su emparedado.
Shinichiro se queda en silencio, luego suspira con algo de pesadez.
—Tal vez pronto quiera volver a hablar conmigo— responde, levantando su antebrazo.
Hay mensajes escritos en este con tinta negra, están viejos y han comenzado a deshacerse; pero no hay respuestas enviadas con tinta color azul o corazones y caritas felices con mensajes de ánimo.
El ambiente se comienza a sentir algo melancólico.
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Manjiro ve el mundo en blanco y negro desde que tiene memoria. Emma y Chifuyu son las únicas personas en su círculo social que comparten esta característica. Baji no oculta sus ansias por cumplir la mayoría de edad y ver a su animal guía y Mitsuya a veces escribe en sus manos o brazos y sonríe cuando, quien sea que esté al otro lado, le responde, sea la hora que sea. Pa-chin ya ha conocido a la suya según dicen sus compañeros; pero Peyan agrega que es tan tonto que no recuerda quién es. Y Pa-chin le da la razón, como siempre.
