when u look at me, i feel like i'm coming home ; drakey.

009 - beso en la frente.

una especie de continuación del día 002 | no se menciona pero tienen entre 12-14 años | AU donde todos están vivos y tranquilos haciendo tonterías | probable presencia de ooc.

Está decidido. Draken jamás; pero jamás volverá a tratar de cumplir un reto que Baji le ponga, sin importarle el premio que le ofrezcan o las consecuencias por no cumplirlo.

Tal vez debió haberlo decidido antes o después de casi haber sido atrapado por el guardia de esa tienda de comestibles. Todavía recuerda la adrenalina que sintió junto a Chifuyu ese día, con ambos corriendo a toda prisa por las calles más lejanas escuchando el ladrido de ese perro gigante en sus espaldas...pero también recordaba la satisfacción que sintió cuando Baji le pagó el dinero acordado por perder, y también lo divertida que fue su tarde de películas con los bocadillos a la mano.

Quizás por eso fue que aceptó sin dudarlo cuando le pusieron como reto subir a la copa del árbol más alto en el parque, todo a cambio de una buena cantidad de dinero y de regodearse de nuevo en la cara de Baji al vencerlo porque él decía que "no sería lo suficientemente hábil como para lograrlo".

Así que subió, pisó mal, se resbaló y se cayó. Todo mientras llevaba solo medio tramo de subida.

Y dolió como el infierno.

Shinichiro luce decepcionado, mas no sorprendido. Emma tiene el puchero más grande que Draken haya visto en una niña, y su hermano mayor la tiene que detener para evitar que —probablemente— lo despelleje ahora que sabe el motivo de su caída y lesión. Al final, Shinichiro se retira de la sala con ella a cuestas, hablándole sobre cómo les va a caer bien comer un helado mientras cierra la puerta principal.

Entonces Draken se queda a solas con Mikey. Con un Mikey que se ha quedado viendo el vendaje en su brazo desde el momento en que entró. Y, siendo honesto, ya lo está comenzando a incomodar porque tal parece que no va a hacer o decir algo.

O eso es lo cree por un momento.

—Uhm, tengo algo que hacer más tarde, entonces...

—Tengo muchas ganas de golpearte, Kenchin.

—¿Qué?

Draken no sabe si debería sentirse arrepentido o asustado ante la mirada que ahora su amigo/novio/¿hay una etiqueta para esto? le está dedicando. Siempre que están en medio de una pelea y Mikey se enoja trae una mirada en específico antes de hacer las cosas más geniales como noquear de una sola patada a cualquiera que los trate de molestar, sin importar que tan altos o corpulentos sean.

Pero, es que ahora lo está mirando a él así, como si de verdad estuviera pensando en golpearlo a modo de regaño.

—...Estaba salvando a un gato.

—¿De repente el gato saltó sobre tu cara, lo que hizo que pisaras mal, se cayeran y es por eso que ahora tienes ese vendaje en tu brazo, Kenchin?

—...Sí, exacto, ¿cómo lo supiste? ¿Baji te contó?

Mikey se rasca un lado de su cabellera con la que parece ser una expresión de frustración en la cara, murmurando algo que suena parecido a: "Edward, golpear, estúpido".

—Veamos una película— ordena, antes de agarrarlo de su brazo bueno y llevarlo hacia su habitación.

Su...¿cita? no está saliendo tan mal como Draken imaginó. Al principio creyó que Mikey se reiría nada más ver el estado de su brazo o que solo tendría que aguantar el regaño de Emma mientras el otro se hacía el desentendido.

No ha pasado ni lo uno, ni lo otro. Está agradecido de que sea así. Esto le gusta.

—¿Te duele si apoyo mi cabeza en tu hombro?— le pregunta Mikey con suavidad, la película está casi por la mitad; pero luce algo cansado —Si es así puedo traer más almohadas o sentarme al otro lado.

—Duele cuando se presiona mucho— explica, su compañero ya ha cambiado de lugar; pero lo mira, insitándolo a continuar —, el doctor dijo que no tengo el hueso roto, ¡así que en unas semanas estaré como nuevo!

—Si te hubieras roto algo, habría matado a Baji— responde Mikey, pese a su tono cansado Draken sabe que no está bromeando... tanto —. Acepté cuando se llevaron esos bocadillos de la tienda; pero esto es ridículo. No hagas cosas tan estúpidas, Kenchin.

Draken retiene una carcajada. No es que le resulte cómica la situación o algo así, es solo que le causa...ternura, el ver a Mikey preocupándose por algo que no sean los taiyakis o la siguiente comida. Se siente algo lindo el saber que también se preocupa por él a pesar de todo.

—Me gusta cuando actúas así— dice, no demorando en levantarle un poco el mentón y darle un sonoro beso en la frente.

—No seas tan cursi, Kenchin— responde Mikey, y esta vez Draken se ríe por el sonrojo que se está empezando a mostrar en sus mejillas —. Solo concéntrate en ver la película— pide el menor con un ligero puchero.

Así que eso es lo que hacen.

»palabras: 810.