6. Me dio su dirección.

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— ¿Qué?

— Bésame.

Aquello no era real, no estaba pasando. ¡No era posible! Johnny quería besarlo, a él. A Daniel.

— Johnny, yo no ...

— Bien. Entonces lo haré yo.

Quería retroceder más no podía, no cuándo el rubio de ojos soñadores comenzaba a acercar su rostro y cerrar sus ojos. ¿Acaso aquel beso sería igual que el anterior? ¿sería ... intenso?

No basto mucho para que la mente de Daniel se inundará de ideas, dejo caer su mochila y con ambas manos se aferro a la nuca ajena, estampando con fuerza sus labios contra los del menor.

Y sí, era tal y cómo se lo imaginaba. La lengua del rubio se hizo presente tocando sus belfos inferiores, pidiendo permiso para poder introducirla. El moreno accedió de inmediato, apegando su cuerpo más de lo debido. Una sonrisa pudo notarse entre el beso por parte de Lawrence, quién con fuerza apretaba su cintura. Iba a dar el siguiente paso, juraba que se sentía lo suficientemente fuerte cómo para pedirle que se sentara. Sin embargo, todo eso fue interrumpido por el timbre. El salón necesitaba ser desocupado en ese instante. ¡Ahora!

— Mierda. — mencionó Johnny /bastante/ molesto, agachándose para tomar la mochila del mayor y dársela.— que conste, LaRusso. Si iba a sentarme.

Las mejillas del nombrado ardieron en un MUY fuerte color carmesí mientras que una sonrisa llena de burla y lujuria no se iba de los labios del más alto, quién comenzaba a retroceder no sin antes despedirse con la mano.

¿Qué-acababa-de-suceder?

Se dejo caer en una silla, la misma dónde le iba a pedir que se sentase. Sus brazos abrazaron con fuerza la banca, arrojando su cabeza hacía ella provocando un leve dolor en su frente. Siendo entonces dónde todos los alumnos entraron, incluyendo Ali.

— ¿Daniel? — el moreno dió un brinco y ella se burló.— ¿Qué haces aquí? está no es tu clase.

— E- Eh ... yo, venía, se me cayo, ¡se me perdió mi billetera! sí, y, la estaba buscando.

— ¿La encontraste?

— Pff, obvio. —ni siquiera tiene cartera todavía.

— Eso es bueno ...— Daniel, sin saber que ocurría pudo notar cómo Ali comenzaba a escribir algo en una hoja de papel.

— ¿Qué haces?

— Sábado, por la noche. Ten, mi dirección.— comentó con una sonrisa que bien podría encantar a cualquiera.

Daniel tomó aquel trozo entre sus dedos, sonriendo con cierta tristeza antes de que el profesor le corriese. Riendo ante su despistes.

a place to hide ✦ lawrussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora