Por que Atsushi Ishikawa
esta enamorado y Tamaki
es demasiado tímido para
aceptar sus sentimientos.
Dónde todo puede suceder;
dos chicos decidieron crear
su propia historia de amor.
|🌟'- GANADORA DE LOS PREMIOS HOGWARTS AWARDS. (1°lugar. Fanfi...
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“El amor es algo raro, que no tiene fórmula y mucho menos receta.”
Atsushi Ishikawa era el chico que está enamorado de él, alguien muy especial para las personas que lo rodeaban, completamente diferente a él.
—¡Tamaki-San! — lo saludo con una deslumbrante sonrisa. — ¿Has esperado mucho?
—¿Ah?... No, acabo de llegar. — se levantó caminando hacia el.
—Esto es para ti, espero que te gusten. — acerco un bello ramo rosas a su pecho al mismo tiempo que desviaba la mirada.
Eran hermosas, el sol de aquella tarde le daban un toque mágico y único.
La acepto con lentitud y pego su nariz a ellas, tenía un lindo olor.
—G-gracias... — sus manos temblaban por los nervios que volvían a el. — Lo siento, no te traje nada... — susurro con pena.
Ishikawa rio y acerco su mano hacia la cabeza del contrario brindándole pequeñas caricias.
—No importa, con sólo poder verte y pasar tiempo a tu lado, es suficiente para mí. — confesó. — Vamos, pronto será la hora de tomar el tren.
Un rápido escalofrío paso por todo su cuerpo, cuando la cálida mano de Atsushi sostuvo la suya. Lo miró con gran sonrojo, realmente estaba haciendo un lío su corazón.
Aunque el no se diera cuenta por estar metido en sus propios pensamientos, Atsushi rezaba en su interior que aquel movimiento no lo hiciera sentir incómodo "Tal vez estoy llendo muy rápido..." pensó con miedo, pero este se esfumó cuando sintió la pequeña presión que Tamaki hacia a su agarre.
—Hoy el día es muy bueno... — murmuró sin mirarlo.
—Si, es perfecto. — respondió luego de unos segundos.
Fue así como una magnífica imagen fue presenciada por las personas que pasaban a su lado, pero a ellos no le importa por qué estaban en su propio mundo.
La estación tenía un nivel normal de personas, dado que a estas horas la mayoría de ciudadanos estaban trabajando o divirtiéndose con sus amigos.
Y cómo lo tenía previsto, el tren apenas estába llegando. Atsushi sostuvo con más fuerza la mano de Tamaki, corriendo hacia la entrada del tren, una vez dentro se sentaron uno a lado del otro.
—Casi lo perdemos. — dijo con diversión. — Dios, estoy un poco nervioso... — lo miro.
Amajiki rio por su mirada, abrazo las rosas contra su pecho y dejó salir un suspiró.