Pretty Body [YooMin]

CAPÍTULO CUATRO

El pasar de los años
Visitar nueva ciudad

Ya algunos años habían pasado desde que JiMin había leído aquel libro que dio un cambio drástico a su vida, de manera negativa obviamente, todos los días sin falta solía tomar su peso en la báscula, sus alimentos eran nada más y nada menos que un vaso de agua y trozos de frutas (cabe aclarar que nunca se terminaba de comer la fruta) y lo poco que era comido lo vomitaba, era una tortura, pero el lo quería así el quería ser delgado y ser aceptado para todos.

Claro, no había que olvidar los momentos en el que el deseaba comer, donde recaía y no podía salir lo odiaba, lo odiaba como nunca pero el era así, su tortura era su más grande perdición era el.

Por el paso de los años, JiMin había entrado a el mundo de Mía, al inicio todo era maravilloso, claro Mía pintaba un mundo de esperanza para el, el ser delgado, el ser aceptado por la sociedad y no ser juzgado, su infancia fue irrumpida por aquellos comentarios hacia su físico, eso lo Marco más que cualquier herida física.

Ya con dieciséis años parecía un chico gordito para el mundo, pero delgado para su madre, había tomado la decisión de viajar a otra ciudad para terminar su año estudiantil, lejos de personas que lo marcaron desde pequeño.

—Adiós Corazón.— Hablo su madre abrazándose a su hijo menor, pues la madre de JiMin y la madre de TaeHyung habían iniciado una relación.

—Adiós Mamá, vendré en vacaciones, lo prometo, de todas maneras, TaeHyung vendrá conmigo.— Dijo con una sonrisa, pues ambos chicos se iban a ir a vivir con la abuela de TaeHyung quien los amaba demasiado, querían tener aires diferentes, nuevos amigos y nuevos paisajes, recuerdos que construir juntos.

—La abuela es muy amable con nosotros Mamá así que no te preocupes, bueno ya nos vamos o el autobús nos dejará.—Aquel se acerco a su madre biológica dejando un beso en su mejilla, para luego acercarse a su otra madre e imitar el acto pasado.
Ya era hora de subir a el autobús, ambos tomaron su mochila despidiéndose de mano con sus madres mientras estas parecían estar sentimentales, cuando subieron ambos EE sentaron uno al lado de el otro, estaban ansiosos, tristes, felices y debatidos era un mar de emociones para ambos, El dejar su ciudad natal les hacía tener un sentimiento de tristeza demasiado grande, pues ahí habían compartido momentos grandes e inolvidables.

El Autobús había partido y claro ya no había vuelta hacia atrás JiMin cerro los ojos recostandose en el hombro de su hermano mejor amigo, mientras este tomaba su celular e iniciaba a leer en una aplicación.

Las horas habían transcurrido y cada vez más cerca a su lugar de parada, TaeHyung llevó su mano a el cabello rubio de su hermano para sacudir este para que despertara, aquel despertó algo somnoliento viendo extrañado a su hermano.

—Ya llegamos.—
Avisó, aquel llevo su vista a la ventana soltando un pequeño bostezo observando la gran ciudad de Seúl.

—Wow, es más linda que en películas.— Murmuró como si fuese un niño pequeño viendo atraves de el vidrio casi empañado por la lluvia de hace unos minutos, llevo su vista a su hermano en cuanto este le fotografío por la reciente emoción.

El autobús paró anunciando la llegada, cuando ya todos bajaron, el tomo su mochila para así bajar junto a su hermano, ya abajo ambos se estiraron un poco y fueron por su equipaje.

—Que hermoso es todo aquí, vamos por nuestro equipaje.—
El peli rubio asintió yendo hacia la parte trasera de el autobús para tomar su equipaje.

Ya una vez ambos con su equipaje, en una nueva ciudad, caminaron hacia la salida de la terminal donde ya un auto deportivo blanco los estaba esperando.

—Suban Chicos.— Menciono una señora al rededor de unos sesenta años, los chicos al verla sonrieron, su abuela siempre había sido así de energética con un aire de juventud.

—Ya vamos abuela.— TaeHyung coloco su equipaje en la parte de atrás al igual que JiMin para así subir a el auto.

—¿Como fue el viaje?— Pregunto entusiasta mirando a los chicos.

—Bien, supongo.—
Respondió JiMin llevando su vista hacia la ventana.

—JiMinnie, te vez más gordito  desde la última vez que te vi, debes bajar más de peso así no conseguirás una novia o novio.— Aquella palabra resonó en su cabeza, sabía que no lo hizo con intensión, pero había dolido y demasiado.

—Tranquila abuela, Bajare de peso.— Su tono de voz sonaba apagado y TaeHyung lo había notado, JiMin bajo su mirada sintiendo una lágrima bajar por su ojo derecho la cual de inmediato limpio no se iba a mostrar débil ante nadie aunque fuese alguien sensible, el camino fue en silencio a excepción de la radio local.

El auto paro en una casa grande, acogedora y muy elegante, todos en el auto bajaron, los menores llevando su respectivo equipaje mientras la mayor llevaba solo su cartera.

—LuHan les dirá dónde ubicarse, debo ir a ocuparme de unas cosas.—

Los chicos asintieron viendo como un Chico de unos treinta años se acercaba a ellos mostrando una linda sonrisa.

—Sean Bienvenidos, eh siganme por favor.— Ambos volvieron a tomar su equipaje esta vez siguiendo a aquel chico de cabellera larga.

Ambos fueron ubicados en sus respectivas habitaciones.

JiMin inicio a ubicar su ropa en el closet viendo que la mayoría de sus prendas, estas eran holgadas dos veces más grandes que su talla.
Soltando un pequeño suspiro guardó toda sus cosas en cada lugar para así acostarse sobre la cama.
Agarro su celular para así entrar a Pinterest su inicio estaba lleno de chicas y chicos delgados, hermosos.

—¿Por que no soy así?—
Dijo en un murmuro casi inaudible, se levanto de la cama caminando a paso lento hacia el espejo de la habitación para así quitarse la camiseta  verse detalladamente, ya no estaba tan gordo como antes pero sus rollitos destacaban en el, se veía Gordo, repugnante le daba asco el tan solo verse.

—Perdóname TaeHyung, pero volveré a ser Mía.—Dijo decidido para así volver a colocarse la camiseta.