oh, daddy ✧ knowmin

-𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔡𝔬𝔰-

-Por favor Minho, sólo hazlo.

-No padre, no quiero involucrarme en esto, te lo he dicho.

-El chico es un adolescente y tú eres joven, tú más que nadie puede estar con él -respondió Kikwang.

-Si no lo crees capaz, ¿por qué diablos lo contrataste? -preguntó con un poco de enojo.

-Ya te lo dije, es hijo de una buena amiga -le recordó- Por favor Minho, no será por mucho tiempo.

- ¿Cuánto tiempo exactamente?

-Un mes, no más -prometió- Sólo uno.

Minho lo pensó por unos segundos y finalmente aceptó, pues de todos modos debía hacer algo, su padre le daba dinero a manos llenas y él no hacía nada.

-Bien, lo haré.

-¡Gracias, hijo! -sonrió- Me aseguraré de meter más dinero a tu cuenta.

Y él se iba a negar, pues ya tenía demasiado dinero, pero pensó en la sorpresa que quería darle a Seungmin con el salón de belleza y solamente asintió. Tiempo después se encontraba recogiendo a BangChan en su auto, el menor entró con una gran sonrisa y se colocó el cinturón de seguridad.

-Buenas tardes, señor Lee.

-BangChan, por favor no me digas señor.

- ¿Cómo quiere que le llamé?

- Voy a darte la confianza de qué me llames Hyung, ¿de acuerdo?

-Gracias, Hyung -hizo una reverencia ahí mismo en su asiento.

- ¿Cómo te ha ido? -preguntó mientras encendía el motor de su auto- ¿No tienes miedo?

- Las agallas me sobran-aseguró.

-Me gusta oír eso, voy a llevarte hacer tu entrega y te esperaré en la esquina, ¿de acuerdo?

-De acuerdo, Hyung.

Era día de exámenes, pues el curso estaba por acabar, estaban a nada de terminar la preparatoria e ir a la universidad y todos estaban felices, pero a la vez nerviosos. Los profesores parecían querer llenarlos de tareas y exámenes finales, para Seungmin no había problema, pues él era inteligente.