Una historia en donde Minho se convierte en el Sugar Daddy de Seungmin.
꒰ ♡ : minho top ¡! seungmin bottom
꒰ ♡ : historia terminada
꒰ ♡ : gráficos por: honiegraph
꒰ ♡ : créditos a la autora: psikoosis
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
──¿Daddy?
──Hola, pequeño──contestó Minho y miró de reojo a Jisung ──¿Qué pasa?
──¿Cómo estas?
──¿Tú estas bien?
──¿Podemos vernos? ──habló y él sonrió pues sabía que en esos momentos estaría haciendo un puchero ──¿O estás ocupado?
Miró por unos segundos a Jisung quién se encontraba mirando por la ventana, ¿debía dejarlo para ir con Seungmin? ¿eso sería correcto? bueno, correcto o no, no le importaba. Claro que iría, iría hasta corriendo por él, pues ese chico tenía un poder sobre si, que comenzaba a preocuparle, le preocupaba que sus encuentros fueran más allá del trato, pero eso no le importaba en esos momentos, quería ver a su pequeño y lindo chico.
O bueno, no era su chico.
──No, dame unos minutos y estoy ahí.
──Gracias, Daddy ──contestó y después colgó.
Jisung dejó de mirar por la ventana y con una sonrisa dirigió su mirada hacía Minho, quién no sabía como rayos decirle al chico que debía irse sin sonar grosero.
──¿Todo bien?
──Si, todo bien ── se llevó una mano a la nuca y comenzó a rascársela por los nervios ──Eh, Jisung...
──¿Si?
──¿Podemos vernos después?──preguntó apenado.
──Oh, ¿por qué?
──Tengo que hacer algo importante, lo siento ¿si?
──se disculpó.
──Esta bien, no te preocupes──Jisung fingió una sonrisa, en realidad deseaba estar con él y aunque no lo dijera en voz alta, estaba celoso de ese "pequeño" a quién iría a buscar.
──¿Te llevó a tu casa? ──se ofreció, pero él no aceptó.
──No, gracias, tomaré un taxi.
──¿De verdad? ──frunció el ceño── No, déjame llevarte a casa.
──Estoy bien, tú ve hacer lo tuyo── sonrió mientras se quitaba el cinturón y abría la puerta del vehículo ──Gracias por la cena y por tu tiempo.
──Jisung, avísame cuando llegues a casa, por favor ──pidió y esté asintió.
──Claro, nos vemos ──dijo y salió del auto por fin.
Minho soltó un gran suspiro, pues ni siquiera él entendía porqué tenía tantas ganas de ver a Seungmin y sin esperar más, se dirigió a buscarle. Pocos minutos después llegó y ahí estaba aquel chico rubio, aún llevaba su uniforme y su mochila, Minho frunció el ceño y estacionó el auto para que él pudiera entrar.