oh, daddy ✧ knowmin

-𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔠𝔲𝔞𝔱𝔯𝔬-

— ¡No soporto a ese niño! —gritó Minho con enojo— ¡No quiero estar cerca de él, no puedo!

— ¿Qué pasa, hijo? —frunció el ceño— ¿Te hizo algo?

—No, solo no puedo estar cerca de él sin querer golpearlo.

—Por favor, Minho —le regaño— No seas infantil.

—No soy infantil, carajo —contestó con molestia.

—Solo te pedí un mes, sólo eso.

—Bien, si termina con un ojo morado y la nariz rota, no es mi problema —advirtió, pues se había estado conteniendo las ganas de golpearlo en toda la tarde.

— Confiaré en que no golpearas a un adolescente — habló con calma.

—Pues no confíes mucho en mi, padre —contestó y sin más se marchó de ahí.

Hyunjin y Changbin se encontraban afuera platicando y fumando un cigarro cuando Minho se apareció frente a ellos —Escúchenme bien—les apuntó con el dedo índice a ambos —Estoy harto de qué me sigan a todos los malditos lados, será mejor que se escondan mucho mejor porque si me doy cuenta una vez más voy a perder la jodida paciencia con ustedes.

—Pero, joven Lee —contestó Hyunjin y Changbin le hizo una seña para que se callará.

— ¿Ibas a decir algo? —preguntó mientras se acercaba de forma intimidante a él.

—No, joven.

—Eso creí.

Minho tenía un humor horrible, ni siquiera sabía que Seungmin era capaz de ponerlo de esa manera, por primera vez en su vida se sentía celoso y posesivo, no soportaba el hecho de pensar en BangChan tocando su cuerpo, además de que era un idiota, el pobre imbécil no tenía idea de lo que tenía "en sus manos" podría decirse, Seungmin no era cualquier chico, él era especial.

Estaba a punto de ir a su departamento cuando su teléfono comenzó a sonar indicando que alguien le llamaba.

—Buenas noches, Jisung —le saludó.

—Buenas noches, Lm —contestó el pelirrojo— ¿Estas ocupado?

—En realidad no, ¿por qué?

—Felix y yo estamos por ir a la discoteca, pensamos que sería buena idea invitarlos a ti y a Jisoo.

—Oh, wow, ¿ahora? —contestó mientras entraba a su vehículo.

—Si, ahora, ¿puedes?

—Tal vez otro día, hoy no estoy de buen humor, Jisung.

—¡Oh, vamos, el alcohol lo cura todo!

Minho lo pensó por unos segundos, y era verdad, el alcohol lo curaba todo, ¿no? además, si aceptaba Jisoo podría verse con Felix.

—Bien, estaremos ahí en un rato—contestó al fin.