oh, daddy ✧ knowmin

-𝔱𝔯𝔢𝔦𝔫𝔱𝔞 𝔶 𝔠𝔦𝔫𝔠𝔬-

—Espera —le detuvo del brazo— ¿De verdad ya no quieres salir conmigo?

—BangChan, después hablamos —contestó mientras trataba de zafarse de su agarre— Me están esperando.

—Seungmin, solo contesta mi pregunta—dijo en un tono frío— Solo eso y te dejo ir.

¿Quería dejar de salir con él? ¿debía hacer lo qué Jeongin le había dicho?

—No sé —se soltó de su agarré y corrió hacía el auto de Minho, se sentó en el asiento de copiloto con mucha vergüenza y esperando un reclamo del pelinegro, pero eso no sucedió.

— ¿Cómo te fue en la escuela?—preguntó en su lugar con una sonrisa.

—Uh, bien —su mirada se encontraba mirando sus manos— Gracias por preguntar.

—¿Estas bien?

Minho tenía celos, si, pero como había dicho, no iba hacer nada, él que tenía que alejar a BangChan era Seungmin.

— Si, estoy bien —suspiró— ¿A dónde vamos?

—Iremos por Jisoo —Seungmin sonrió— Ella nos acompañara, no quiero que esté sola en casa.

—Bien, me alegra oír eso.

Lm manejó hasta la mansión del señor Kim, le saludó y después fue hacía la habitación de Jisoo, mientras Seungmin esperaba en auto.

— ¿Así que esta en la casa del señor Lee? —se preguntó así mismo, pues aún creía que Jisoo era realmente su hermana— Deben tener mucho dinero...

Minutos después aparecieron ambos chicos, Jisoo iba vestida con un bonito vestido de flores y los labios pintados de un color rosa, era hermosa y su sonrisa era su mejor atributo. Minho entró en el asiento de piloto y Jisoo en el trasero.

— ¡Hola Seungmin, que gusto verte de nuevo! —le saludó con una gran sonrisa que él pudo ver por el espejo.

— Digo lo mismo — volteó a mirarla —Te vez muy linda hoy.

Jisoo se sonrojó —Oh, muchas gracias —miró a Seungmin que aún tenía su uniforme puesto y sonrió de nuevo— Tu te vez tierno, te vez más pequeño con el uniforme.

—No es tan pequeño—interrumpió Minho, quién siempre quería convencerse de que Seungmin no era tan pequeño como parecía o eso le haría sentir un depravado.

—Lo sé, solo digo que parece más joven —respondió la pelinegra— Bien, ¿a dónde vamos?

—Bueno, se qué a ti te va encantar —encendió el motor del vehículo— Vamos al centro comercial.

—¡Oh, wow! —dijo emocionada— ¿Nos vas a comprar algo?

Seungmin se rió al escuchar aquello. A Lm no se le olvidaba lo que quería regalarle a Seungmin, el salón que tanto deseaba y para eso necesitaba a Jisoo y el centro comercial, también era necesario, les compraría todo lo que pidieran, al fin de acabo, aún era el "Daddy" de Seungmin, ¿no?