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Edad 16:





—Hijo ¿Ya vas a trabajar? —escuché la voz preocupada de mi madre mientras terminaba mi cena.

—Si mamá, no te preocupes ya te dije que es un trabajo confiable.

—Es que, es tan de noche hijo mio, no quiero que nada malo te pase —la abracé con cuidado y ella besó mis mejillas—. No soportaría si algo malo te pasara.

—Nada malo pasara mamá. Además, voy trabajando casi un mes y acá estoy.

Ella me dedicó una sonrisa poco convencida, pero me dejo ir.

Caminé por las oscuras calles de Seúl y  me escondí en un callejón. ya allí me coloqué una extravagante máscara rosada y seguí con mi camino.

—Bumbblie~ llegaste~ —escuche la melosa voz de mi compañero, sonreí ante su apodo el cual era un juego extraño de la palabra bumbblegum, por la cuál solían llamarme.

—Hola, ¿Hay algo nuevo hoy? —el prendió un cigarrillo y yo empecé a mascar un chicle.

—Kim Jung‐Su, graduado de la universidad con honores., actualmente esta estudiando para ser dermatólogo.

Interesante.

—¿Iras con él?

—¿Tú lo harás? —lo miré con malos ojos y salude a algunos cuantos chicos que pasaban por las calles.

—Mi trabajo es calentarlos y traerlos, no follar con ellos.

—Ay Bumbblie~ ¿Sabes cuanto dinero ganarías?~ todos aquí hacen fila por ti~ —el molesto humo que salía de su boca me hizo toser y me aparte de él.

No soy capaz de llegar a ese extremo, puedo dar uno que otro beso o bailar para algunas personas, pero no venderé mi cuerpo por unos billetes.

—Pues que sigan aguardando —cambie mi semblante serio por uno juguetón y me acerque a la mesa de Jung-Su.

—Hola~ ¿Están llenos?~ —el objetivo negó y me dejo sentarme a su lado, me recosté en su pecho y lo escuche hablar y hablar de si mismo.

Almenos me dan dinero por soportar sus charlas narcisistas.




bubblegum bitchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora