24 años.
—¿A dónde vas? —Hwa-Young abrazó mi cintura aún adormilado.
—Voy a comprar algunas cosas...
—Tenemos todo lo necesario -sentí su voz algo molesta y acaricié su cabello.
—Hwa, faltan algunas cosas y-
—Vas a verla, ¿verdad? —habló enojado y me observó de pies a cabeza—. Te dije que te olvidaras de eso.
—¡E-es mi madre! —se paró y me soltó casi empujándome.
—Te dije que olvidaras a esa gente inmunda —se acercó obligándome a retroceder, mientras sentía mi cuerpo temblar de rabia.
—¡Por si se te olvida, yo también fui parte de esa gente inmunda!
Unos segundos después me encontraba en el suelo sosteniendo mi mejilla y sintiendo mis ojos picar.
—Dios, ¿Ves lo que me haces hacer? Odio cuando te pones así —caminó de un lado a otro masajeándose la sien, está enojado—. Ven aquí —me extendió una mano y la tome.
Claro que la tome.
Debo actuar como si nada, si me disculpo y lo complazco en todo por uno o dos días todo estará bien.
Pero... mamá estaba tan feliz de verme...
—Sabes que odio que me respondas —acarició con algo de brusquedad mi rostro— ¿hay algo que me quieras decir? —asentí y abrí mi boca para disculparme.
Juro que fue para eso.
—Jódete —sin que pudiera controlar mis movimientos, mi puño había estrellado contra su rostro.
Talvez me había cansado de siempre recibir sus órdenes, de esperarlo con los abrazos abiertos a pesar de todo lo que me hacía.
Oh, siempre quise hacer eso.
Y hubiera festejado mi logro, pero conozco a Hwa-Young, cuando ví su mirada furiosa y su mandíbula apretarse, corrí.
Tome la bolsa que tenía lista desde ayer y salí del departamento, subí al elevador y apreté el primer piso mientras escuchaba los furiosos pasos de mi novio.
Solo cuando las puertas se cerraron pude relajarme, ambos vivíamos en el último piso, exactamente el 15, sería imposible que me alcanzara.
Saqué un espejo de mi bolso y descubrí una marca en mi rostro.
Retoqué mi maquillaje escondiendo la marca y salí del ascensor, saludé a los porteros y pedí un taxi.
A pesar de mi actitud tranquila, mi corazón latía sin parar y mis manos temblaban ligeramente.
No podía volver, al menos por unos días, entré al taxi y bajé en el cajero más cercano.
Conozco a Hwa-Young, me va a cancelar todas las tarjetas.
Saqué el dinero suficiente para al menos una semana y me dirigí con mi madre.
✫ꕥ✫
—¡Hijo! ¡Por fin llegas! —sentí los cálidos brazos de mi madre rodearme y me dejé ir en ellos.
—Sí... tuve algunos inconvenientes, pero al fin llegue...
—Tuve miedo de que algo te hubiera pasado —acaricio mi cabello y me arrulló.
Ella tocó mi mejilla herida con cuidado y solté un chillido.
—¿Él te hizo esto? —preguntó. No me miraba, pero podía sentir su molestia.
Estaba de más decir que no le caía nada bien Hwa-Young, a pesar de que no pudiera verme, era la única que me conocía tan bien que podía leerme solo teniéndome en sus brazos.
—No entiendo, ¿Por qué sigues con él? Hijo mío él te hace daño, y no me mientas, te conozco.
Sollocé en silencio y ella me llevó a mi antigua habitación, nos acostamos y lloré en su pecho como lo hacía antes.
No hablamos, solo ella susurrándome algunas palabras de aliento mientras me abrazaba.
Lloré toda la noche hasta quedarme dormido.
A pesar de todo, aún no puedo rendirme.
El cap todo bien feo, pero prometí actualizar, el próximo si estará a la altura que merecen TT
~JJ se despide ;3
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bubblegum bitch
Teen FictionConseguiré lo que quiera, sin importar el costo. ~Capítulos cortos y largos. ~Hyunlix ~Si no te gusta el shipp te invito a retirarte. ~ Escenas fuertes, si eres sensible, te invito a retirarte. ♡ DISFRUTA ♡