Path Of A Hero | RWBY Fan-Fic

17.

Cuando llegó la ayuda comencé a desesperarme, mi brazo izquierdo estaba en un estado muy grave. Algunas esquirlas del cristal seguían clavadas en este, junto a varias quemaduras de la explosión.

Pero lo que más me preocupaba era Ruby, su rostro pálido no abandonaba mi mente. Tragué saliva al recordar lo que yo había sentido cuando Cinder estuvo a punto de matarme.

Una cuerda cayó a mi lado y luego un soldado bajó haciendo rappel -¿Puedes moverte? -me preguntó.

-¡¿Ruby está bien?! -le pregunté notoriamente preocupado.

Él me ofreció un arnés -Está viva, pero deberías preocuparte por tí primero, ¿puedes moverte?

Intenté mover mi brazo izquierdo, pero me era imposible, el dolor me lo impedía -Solo mi brazo derecho -miré mis piernas, no se veían tan heridas, pero mi pantalón estaba muy chamuscado -, creo que puedo mover mis piernas también.

El soldado asintió, acercándose para colocarme el arnés, junto a un gancho que estaba conectado a su equipamiento. Luego comenzó a subir por la cuerda, llevándome con él. Solté la Crescent Rose, dejándola clavada en la pared, ya podría ir a recogerla en otro momento.

Un nudo en mi garganta se formó justo antes de tocar el suelo de la cabina, y cuando la pude ver me quedé helado. Ruby seguía en esa posición, pálida, con un miedo en sus ojos que conseguían infundir esa emoción en mí.

Corrí a su lado, las piernas me ardían por algunos cristales incrustados, pero eso no era tan importante como ella. Empujé a varios médicos para arrodillarme junto a su cuerpo.

-¡Ruby! -grité su nombre, sin obtener ninguna reacción por su parte -¡Rubes no me dejes por favor!

Sentí lágrimas caer por mis mejillas, y un vacío que me destrozaba el pecho. Los médicos me intentaron alejar de ella para atenderme, pero empecé a forcejear contra ellos, sintiendo como mi brazo izquierdo sangraba cada vez más. Me dejaron apenas se dieron cuenta que me estaban lastimando, y pude volver a su lado.

Verla me recordaba ese día, cuando no pude proteger a su madre. La abracé sin dejar de llorar -Lo siento, no pude protegerte -, su vestido estaba empapado en lágrimas, y podría haber seguido ahí, llorando con ella.

Pero no, Ironwood llegó para intentar hacerme hablar.

-Dejala chico, no puedes hacer nada más por ella -me tomó del hombro y me hizo alejarme.

Lo miré, su mirada estricta me decía todo, creían que la explosión era culpa nuestra.

Ozpin estaba detrás de él, su expresión era diferente, se veía apenado, y lentamente se acercó a Ruby.

No dejé de mirarlo ni por un segundo, acercó su mano a la frente de mi amiga, y sus ojos se abrieron con sorpresa -Hace tiempo no sentía este poder -su vista se encontró conmigo, brindándome una sonrisa relajante -, no te preocupes Zacarias, ella estará bien.

Ozpin susurró algo al oído de Ruby, quien a los pocos segundos se levantó dando un estruendoso grito -¡ZACK! -lagrimas caían por su rostro, al igual que por el mío, sentí un alivio enorme cuando la ví reaccionar, tanto que me tiré sobre ella para abrazarla.

-¡Estás bien! No puedo creerlo -ella me devolvió el abrazo, llorando conmigo.

-Creí que esa mujer te había matado -dijo entre lágrimas -, ¡Júrame que jamás te volverás a arriesgar así!

Me alejé un poco, pude ver sus ojos plateados, lo que me hizo sonreír -¡Lo juro!

Ironwood carraspeó, e inmediatamente sentí como mi rostro se ponía rojo.