Path Of A Hero | RWBY Fan-Fic

19.1

Caí sentado al suelo, esperando a que mi compañera me alcanzará en la carrera alrededor de Beacon.

Algunas semanas habían pasado desde mi combate contra Francis. Pero en ese tiempo no había dejado de entrenar, ni de buscar al ilusionista.

Limpié el sudor de mi cabeza con la manga de mi uniforme, y sonreí al cielo.

-¡Finalmente! -Ruby cayó de rodillas a un lado mío, totalmente roja y exhausta -¡Necesito agua!

Me reí mientras sacaba una botella de mi mochila y se la entregaba. En apenas unos segundos todo el contenido desapareció, y la chica suspiró aliviada.

-No entiendo cómo puedes dar quince vueltas sin parar a esa velocidad, son como mil kilómetros -dijo mientras se ponía de pie.

Tomé su mano para levantarme mientras nos dirigíamos a un banco -No exageres, no soy tan bueno -nos sentamos mirando hacia la ciudad de Vale -. Falta poco para el festival Vytal.

La rojiza asintió mirando sus pies -Me emociona participar, pero no estoy segura si podremos con ese ilusionista dando vueltas -su rostro nervioso era algo preocupante -. Deberíamos hablarlo con el director.

Yo ya había hablado de esto con Oz, y la respuesta no fué la que esperaba.

—Encuentre a ese ilusionista señorito Azurlane, va a ser una buena forma de recuperar su entrenamiento — dijo con una sonrisa—, y nadie puede saber de esto, la reputación de Beacon ya corre demasiado peligro.

Negué con la cabeza en respuesta a la pelinegra —Yo puedo encargarme de esto, Ozpin no tiene porqué saberlo.

Ella soltó un suspiro mientras miraba al cielo —Pensar en esto me da dolor de cabeza.

Reí antes de levantarme y extenderle mi mano para ayudarle a pararse.

—A mí también —le sonreí para intentar tranquilizarla, aunque yo no lo estaba para nada —, por ahora entrenemos para el festival.

La chica tomó mi mano con más energía, adelantando mi circuito —¡Te vas a quedar atrás!

Solté una risa antes de correr detrás de ella.

~•~•~•~•~•~•~

Me senté junto a mi grupo de amigos en el medio del gran comedor, todos estaban más que emocionados por el gran evento que era el festival Vytal.

—¿Creen que los otros colegios estén a la altura de Beacon? —preguntó Blake.

—Para nada, estoy segura que los otros estudiantes no combaten contra terroristas —Yang sonaba muy confiada.

Yo no pude evitar reír —No se confíen, todos ellos tienen sus trucos —me llevé un trozo de lasagna a la boca, y luego de tragar seguí hablando —. Es más, apuesto a que pierden su primer encuentro intercolegial por esa confianza.

Yang me miró confiada, pero Weiss habló antes que ella —Tu deberías tener cuidado Zacarias, Glynda dijo que no sabían cómo incluirte en la competencia.

Yo sonreí —Ozpin va a preparar un evento especial intraescolar, nuestros equipos van a competir para clasificar a un combate contra alguien de los equipos Vacuo.

—¿En serio? —la mirada competitiva de los tres equipos a mi alrededor lo decía todo.

Asentí mientras daba un buen sorbo a mi bebida —Por lo que tengo entendido, yo combato en solitario, no es que me moleste, pero lo siento un poco abusivo.

Yang me miró con esa sonrisa pícara que delataba sus intenciones —¿Significa eso que te vas a rendir?

Le devolví la mirada —Claro que no, estuve entrenando para poder ganarles sin problemas.

—Demuestralo —la rubia se inclino sobre la mesa para acercarse a mí, y yo le respondí con el mismo gesto.

—Hecho, a la arena de Goodwitch, en veinte minutos.

~•~•~•~•~•~•~

Todos estaban en las gradas, a excepción de Yang, que tenía sus Ember Celica preparados para el combate.

—¿Un uno contra uno? Esto es un chiste —la molesté, pero ella soltó una risita.

—Va a ser tan fácil que vas a terminar llorando.

Adopté una posición de combate cuerpo a cuerpo, y al instante Weiss dió un estricto grito de inicio.

La rubia no se hizo esperar y dió una veloz arremetida contra mí gracias a los cartuchos explosivos de sus guantes. No alcancé a reaccionar, recibí un potente puñetazo directamente en mi rostro, lanzando mi cuerpo hacia atrás.

Apoyé mis pies con fuerza para acomodarme, pero ya tenía a Yang encima mío con su puño cargado.

Trate de esquivarla, pero recibí otro golpe directo en mi pecho, está vez con la explosión de un cartucho que amplificó el daño.

Volé fuera de la arena en tan solo un par de contactos, y todos dieron un grito de asombro.

—¡Zack! —gritó Ruby, utilizando su semblance para acercarse a mi lado, poniéndose de rodillas para revisarme —. Esto es demasiado, deberías decirle a Ozpin que no vas a participar.

Sonreí a pesar de que mi aura estaba rota, y tal vez alguna de mis costillas también —Esto no es nada, todavía puedo pelear.

Me levanté con bastante esfuerzo, a lo que Yang me respondió con una sonrisa apenada —Mi hermana tiene razón Zacky, no deberías...

La interrumpí con un disparo junto a su pie, que provocó que saltará a un lado con un rostro de enojo.

Transforme el subfusil nuevamente en una espada, preparado para atacar.

Intenté tomar una buena bocanada de aire mientras Ruby se alejaba de nuevo a las gradas, pero mis pulmones no cooperaron, sin duda su golpe fue muy efectivo.

No detuve a la rubia cuando recargó sus cartuchos, dando lentos, pero potentes, pasos a mi dirección.

—Vas a desear haber terminado esto hace dos segundos —crujió sus nudillos preparando un golpe.

Rápidamente lo esquivé, aunque otro fue directo a mi estómago. Un combo realmente veloz me mandó nuevamente al suelo.

Apenas percibía lo que había a mi alrededor, me faltaba el aire, y sentía sangre en mi garganta. Comencé a toser sin control, y el aura rabiosa de Yang soltó un grito inentendible.

Apreté los dientes, soportando el calor sofocante que me provocaban las heridas, solté un grito yo también, mezclando mi dolor y mi determinación.

Mi brazo apenas respondía, pero tomé con firmeza la espada de mi madre. Traté de dar un paso al frente, pero flaquee al sentir un gran peso sobre mi cuerpo.

Y antes de volver a levantarme, un par de brazos me tomaron por los hombros, devolviendo mi mente al presente.

—Esto se terminó Zack —Yang me miró preocupada, y detrás de ella estaban todos los demás, algunos incluso llorando.

Solté el arma de mi madre, junto a un suspiro y un quejido de dolor.

—Supongo que me lo merecía.

Cerré los ojos lentamente y finalmente me desmayé.