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Las puertas de la oficina del director estaban frente a mí, tenía mis manos en los pomos a punto de abrirlas. Dudé por un momento si debía hablarle al director acerca de cual era mi objetivo, pero tras un par de segundos me decidí.

Abrí las puertas y entre sin previo aviso, sorprendiendo al director Ozpin, quien se encontraba revisando unos papeles sobre su escritorio.

—¡Señor Francis! Quizás debería tocar la puerta la próxima vez —con una calma asombrosa sus manos recogieron los papeles, dándoles un par de golpes contra la mesa para acomodarlos.

—Lamento interrumpirlo director, pero tengo un pedido que hacerle —hablé sin trabas, estaba decidido a completar mi tarea, sin importar el costo.

Ozpin sonrió ligeramente —Espero que esto no tenga relación con la aparición de The Grimm, ya tengo suficientes problemas con ello —el hombre levantó los papeles, indicando que ahí tenía, probablemente, información sobre el asesino.

Pensé por un segundo tragarme mis palabras y volver atrás, no darle problemas al director, actuar por mi cuenta y lejos de mi equipo. Aunque la idea era tentadora, recordé las palabras de mis compañeros.

A mitad de camino al parque nos detuvimos, ya que Shiro no dejaba de insistir en que quería un helado, y Edward tenía poca determinación como para negarselo.

Entonces, ¿Roman Torchwick es nuestro verdadero objetivo? —preguntó el castaño para luego dar un sorbo a su café.

Asentí mientras reposaba mi cuerpo contra una pared, cruzado de brazos —No tiene que importarles mucho porque, solo tienen que saber que es una mente criminal que opera entre las sombras.

¡Como The Grimm! —Gritó la pequeña chica de cabello blanco, dando un mordisco a su helado —aunque hace tiempo no se lo ve por ningún lado.

Las palabras de Shiro nos dejaron a todos en silencio por un par de segundos, parece que solo el hecho de mencionar ese nombre causa este efecto en las personas.

Luego de un instante negué con una mirada seria —The Grimm es mucho peor que Torchwick, nadie sabe absolutamente nada de él, ni siquiera se puede hablar precisamente de su atuendo.

Todo lo que se sabe es que usa una capa negra y una máscara —Lynn habló jugando con un mechón de su cabello celeste —, incluso sus métodos suelen cambiar.

Solo se sabe que es obra suya por la velocidad, ¿cierto?  —preguntó Shiro, haciendo una mueca, como si estuviera recordando algo —, él asesina a sus víctimas de un solo golpe, rápido e inesperado.

Edward nos miró a todos con un semblante lleno de odio, y lo entendía perfectamente, hablar de esa escoria me producía la misma sensación —Algunas veces pude revisar archivos de cazadores, ya saben, por mi madre, aunque no es de las mejores cazadoras, le mandan ciertos archivos para informarle acerca de los asesinos más buscados —un silencio de un par de segundos nos dejó a todos expectantes de su siguiente frase —... Si un asesinato no tiene un posible culpable, lo adjuntan a una carpeta como "The Grimm".

Shiro arranco el último pedazo de helado que quedaba en el palito, dejando la pequeña pieza de madera en su boca —Si tuviera la oportunidad, le daría un golpe con Pum-Pum que no lo dejaría volver a levantarse.

Edward rió —Todos desearíamos poder dar un golpe con tu martillo —la mirada del castaño se ensombrecio —, sobre todo si es a un asesino como él.

Todos perdimos algo por su culpa, pero ahora tenemos cosas más importante que hacer —la arquera del grupo fue la voz de la razón que nos llevó a todos de nuevo a la tierra.

Tiene razón, sigamos, estoy seguro de que Roman debe estar tramando algo en este momento...

Volví a la realidad rápidamente, clavando mis ojos en los del director —A mi equipo y a mí nos gustaría capturar a The Grimm, se lo veía algo herido luego del ataque, así que creemos que tenemos una oportunidad.

Ozpin me miró por un segundo, como dudando de sus palabras, pero luego sonrió cuando llamaron a la puerta de su oficina con un solo golpe.

—Adelante James —un hombre de cabello negro corto entró en la sala, era un poco más alto que yo, y su aura autoritaria dejaría intimidados a muchos —, me alegra que hayas venido, llegas justo a tiempo, estaba discutiendo con el señor Francis acerca de este tema.

El general James Ironwood, no había ni una persona en Atlas que no conociera su nombre, y yo no era la excepción, incluso si había pasado varios años exiliado. Su mirada se cruzó con la mía, ambos serios e inmutables —¿Quieres hablar de eso con un niño? —la pregunta de Ironwood me hizo fruncir el ceño ligeramente.

Sin embargo Ozpin sonrió, como si esa pregunta le divirtiera —Creo que no entiendes la importancia de esto, te estaría ofreciendo un motivo para que te quedaras más tiempo, después de todo faltan unas semanas antes del Festival Vytal.

Me encontraba confundido, pero mi cara de póquer lo ocultaba —¿De qué está hablando director Ozpin?

El hombre de cabello gris me sonrió tranquilamente, apoyándose sobre su bastón —Ironwood puede quedarse con la excusa de proteger a un niño perdido de Atlas, ¿no es así señorito Wooldart?

No pude ocultar la sorpresa en mi rostro, y luego de unos segundos mi rostro se llenó de rabia. Apreté mis puños para no saltar directamente sobre Ozpin, hablando entre dientes —¿Cómo sabe mi apellido?

Su sonrisa tranquila aumentaba mi ira, y cuando una risa salió de su boca mis uñas comenzaron a dañar la palma de mi mano. Ironwood se veía totalmente confundido por la situación, todavía intentando entender como es que yo era "ese" Wooldart.

Estuve a punto de levantar mi brazo para interrogarlo a la fuerza, pero alguien golpeó la puerta rápidamente, entrando sin siquiera esperar una respuesta.

—¡Director Ozpin, tenemos un problema con Zacarias y el equipo RWBY! —gritó la profesora Goodwitch con cierto atisbo de rabia en sus palabras —, ¡le dije que sería un problema que ese chico saliera de los bosques!

Ozpin amplió su sonrisa y soltó una pequeña risa, caminando hacia su secretaria —Tengo cosas que resolver ahora, si quieren encontrar a ese asesino son libres de hacerlo, solo recuerden —antes de salir nos dio una mirada aterradora, como amenazante —, la verdad podría no gustarles.

Tras dejar esas últimas palabras sus pisadas lo alejaron del lugar, siendo seguido por Goodwitch, y dejándonos a mí y a Ironwood totalmente solos.

Al mirar al general su mirada estaba clavada en la mía, de vuelta con su semblante estricto —Entonces, ¿Tu equipo está dispuesto a buscar a ese asesino? —asentí sin hacer ninguna expresión, recibiendo un asentimiento como respuesta —. Perfecto, cuando tengas tiempo contactame, les daré instrucciones.

Volví a asentir mientras Ironwood me daba un scroll especial que solo poseían los militares de Atlas.

—Estoy seguro de que atraparemos a The Grimm —su mirada se suavizó por un momento, mirándome como apenado —, tenemos que hacerlo, por ella.

Mi expresión nula se quebró por un segundo al escuchar esas palabras, por lo que me dirigí a la puerta antes de que él me pudiera ver flaquear —Tendré a mi equipo listo cuando lo necesite, esperamos sus ordenes —y con esas palabras dejé la habitación, con un sentimiento de tristeza que me ahogaba.

Solo pensar en esa mujer me volvía un debilucho, era mi único punto débil, y ya ni siquiera podía llamarla por su nombre, mi madre, Clara Rocktree.

Path Of A Hero | RWBY Fan-FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora