Pov. Peeta
El dolor golpea como un maldito martillo neumático contra mi sien. Mis ojos arden como si despertara después de beber una botella de Jack. La bilis asciende y mi estómago se revuelve.
Agitándose como si estuviera de vuelta en esa habitación, colchón húmedo, la inquietud invadiéndome, mientras espero que él llegue, para que mi mamá me entregue, me comercie... pero eso no es malditamente posible. Q está aquí, Beckett. Mamá y papá.
¿Qué demonios está pasando?
Cierro mis ojos con fuerza e intento quitarme la confusión, pero lo único que consigo es más del maldito dolor.
Dolor. Anhelo. Placer. Necesidad. Katniss.
Pequeños recuerdos que no alcanzo a asimilar o comprender me asaltan antes de desaparecer en la oscuridad manteniéndolos como rehenes.
Pero, ¿dónde está?
Lucho para obtener más recuerdos, contenerlos y aferrarlos como a un salvavidas.
¿Ella finalmente se dio cuenta del maldito veneno dentro de mí? ¿Descubrió que este placer no vale la pena el dolor que puede causar al final?
—¿Sr. Mellark? Soy el Dr. Irons. ¿Puede oírme?
¿Quién carajos eres tú?
Ojos azul hielo me miran.
—Puede ser difícil hablar. Vamos a conseguirte un poco de agua para ayudar. ¿Puedes apretar mi mano si me entiendes?
¿Por qué demonios necesito apretar su mano? ¿Y por qué mi mano no se mueve? ¿Cómo diablos voy a conducir en la carrera de hoy si no puede agarrar el volante?
Mi corazón va a toda velocidad como el acelerador que debería estar pisando hasta el fondo en la pista ahora mismo.
Pero estoy aquí.
Y ayer por la noche estaba allí, con Kat. Me desperté con ella... y ahora se ha ido.
... tiempo de la bandera a cuadros, nena...
Todo se hace más claro de repente. Y luego completa oscuridad. Vórtices, círculos vacíos interrumpen la serie de imágenes en mi cabeza. No puedo conectar los puntos. No puedo darle sentido a nada, excepto que estoy confundido como la mierda.
Todos los ojos en la habitación me miran como si fuera una atracción en un maldito circo.
Y para su siguiente acto, amigos, él moverá los dedos.
Trato con mi mano izquierda y responde. Gracias Dios por eso.
Mi mente recuerda algo de lo que sucedió. Metal aplastado, destello de chispas, humo alrededor. Chocando, girando, descendiendo, sacudidas.
... Parece que tus superhéroes vinieron esta vez después de todo...
Mi mente trata de averiguar qué carajos significa eso, pero no encuentra nada. Katniss se ha ido.
Ella no ama lo roto en mí después de todo.
Intento deshacer la mierda que se encuentra en mi cabeza, pero gimo mientras el dolor me invade.
Max. Yo.
Se fue.
No puede hacer esto de nuevo.
No puedo creer que haya sido lo suficientemente egoísta como para siquiera pedírselo.
—Peeta. —El doctor está hablando de nuevo—. Tuviste un grave accidente. Tienes suerte de estar vivo.

ESTÁS LEYENDO
Demonios
Teen FictionPeeta Mellark: atractivo, arrogante, casanova, boca-sucia. Si esa es la cara que muestra al mundo para ocultar los demonios que lo atormentan día a día. Katniss Everdeen: decidida, gentil, guapa. Otra cara, una máscara para ocultar sus demonios. Dos...