EL DESIERTO

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Link saltó al foso y de inmediato la atmósfera pasó a un color naranja brillante; la caída fue larga, pero aterrizó en arena. Era un desierto inmenso, más que el desierto Gerudo. Al girar todo lo que se podía ver era arena, y varias ruinas de lo que parecía ser monumentos a una máscara rara y a dos gusanos. Aunque él probablemente ya estaba en el crepúsculo, aun no lo podía asegurar, pues cuando estuvo ahí con Midna solo conoció el palacio real. De igual manera, siguió adelante con su camino.

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El tiempo pasa de una manera diferente en el desierto con esa atmósfera, uno no puede asegurar cuándo es de día y cuando es de noche, pero varias cosas daban a notar que habían pasado 2 meses y medio desde que el héroe del crepúsculo inició su viaje.

Este tiempo sin una real conexión con alguna otra persona se notaba en el aspecto físico del héroe, con un cabello largo que siempre estaba en modo de cola de caballo, una barba bien establecida, ojeras que parecían imposibles de quitar y estaba más delgado que de costumbre.

El desierto cada cuanto tenía suelo rocoso y cuevas, donde Link aprovechaba para dormir y comer. Sin embargo, en ese momento solo había un infinito desierto, sin nadie a la vista... por ahora.

-Parece que no te das por vencido nunca, como la bestia pulgosa que eres -Dijo una voz con una risa burlona.

Link volteó rápidamente para ver quién habló, aunque sabía quién era.

-¡Midna! ¿Qué estás haciendo aquí? -Dijo el héroe sorprendido, viendo a Midna en su forma de diablillo.

-Ciertamente te hace falta un baño.

-No puede ser... esto no es posible, ¿acaso he llegado? ¿de verdad estás aquí? -Dijo Link con lágrimas en los ojos.

-¿Por qué te haces esto, héroe?... No recuerdo haberte pedido este divertido desafío.

-Vine hasta aquí para verte a ti.

-¿Para verme?... oh, sí... te dije que nos veríamos luego.

-Exacto... necesito decirte algo...

-Si quieres decirme algo, puedes hacerlo luego.

-¿Qué? Pero... he llegado tan lejos para esto...

-No te pedí esto, no veo por qué hiciste todo este tonto viaje si solo vas a decirme algo.

El héroe se sentía con menos fuerzas al oír todas estas palabras. Sin embargo, con pocas fuerzas intentaba decirle una frase.

-Pero Midna... yo...

-Nos vemos luego... -Terminó Midna.

De pronto el héroe cayó desfallecido en un gran sueño, no se sentía con fuerzas de continuar, por eso yacía desmayado en medio del desierto. De pronto, de su mano se propagó una luz visible a kilómetros de distancia, no era una luz de ese mundo, era luz propagada por la trifuerza del valor.

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Link despertó en un cuarto pequeño pero acogedor... todo su torso estaba vendado y llevaba puesta una túnica negra, algo similar a una vestimenta común y corriente, pero de una tela especial. Se levantó de la cama y se fijó que había un baño. Al entrar se remojó la cara con un líquido (posiblemente agua) y se miró en un espejo algo peculiar. Notó que sus ojeras se habían reducido casi por completo, por lo que supuso que debió pasar como 3 días dormido.

El héroe se puso sus botas y se asomó por la ventana... pudo apreciar una plaza llena de criaturas que no podía reconocer tanto, pero sí vio una gran estatua de un guerrero con espada y escudo montado a caballo, donde reconoció que la persona del monumento era él.

Al notarse sorprendido, decidió echar un vistazo al edificio en el que se encontraba y lo reconoció al instante... era el Palacio del Crepúsculo.

Aunque se encontraba débil, salió de la habitación lo más rápido que pudo, y notó que había varios twilis, pero, no quiso llamar la atención, por lo que sigilosamente se movía entre las habitaciones (pues ya conocía el palacio, y sabía dónde se encontraba el trono de la realeza). Entre esas habitaciones, notó una que no pudo ver la vez anterior en la que estuvo ahí, era la biblioteca. Al adentrarse en ella, vio un montón de libros en una mesa como si alguien los estuvo leyendo, todos trataban sobre los portales entre el mundo de la luz y el crepúsculo, o sobre el espejo del crepúsculo, o incluso sobre la magia oscura para viajar entre dimensiones. Aunque esto le resultó interesante, siguió su camino.

Cada vez estaba más cerca, tenía que escalar en ocasiones, pero lo valía... no podía creer que estaba tan cerca de volver a ver a Midna, en todo su viaje incluso llegó a dudar de lo que hacía, como el sueño en el desierto, pero estaba a nada de cumplir su objetivo.

Ansiosamente, Link llegó a la puerta de la habitación real, donde una vez en el pasado venció a Zant, pero esta vez era diferente... tomó un respiro conteniendo sus ansias y abrió la puerta.

Entró y vio el trono de la princesa... estaba vacío... sin duda, el destino hizo las cosas a su modo, a pesar de que la energía que Link tenía era desbordante por ese reencuentro, tuvo que ser contenida. Algo desilusionado, Link notó un balcón a su derecha, que estaba vacío, poco a poco fue caminando para asomarse y apreciar ese eterno atardecer, ahí estuvo unos momentos, donde por fin después de mucho tiempo pudo dejar su mente en blanco.

De pronto, sintió que lo agarraron por la espalda, como si fuera una embestida de un jabalí, pero no... era un abrazo... rápidamente Link se volteó esperando ver un enemigo, pero ese acto hizo que recibiera otro abrazo, esta vez de frente.

Era Midna.

Link al percatarse de eso, se sorprendió tanto que su corazón latía rápidamente. Conmovido, él correspondió el abrazo con su compañera, y en eso, ella dijo entre lágrimas:

-Estoy tan feliz de verte otra vez...

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