DE VUELTA EN ORDON

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El trayecto duró unas horas más, donde hubo una transición noche-día. Al llegar, Link pudo notar que Ilia lo estaba esperando junto con Ivan.

Link bajó de Epona y fue recibido por un fuerte abrazo.

-Link!!! ¡¡¡Has vuelto!!! -Dijo Ilia con gran entusiasmo.

-Sí, he vuelto -Dijo Link entre risas- Estoy muy feliz de que todos estén bien.

-Eso pudo ser gracias a ti -Afirmó Ilia- Eres un héroe para todos nosotros, no puedo esperar a que todos te reciban. Sin embargo, supongo que quieres descansar. Así que cuando lo hayas hecho, te celebraremos como se debe.

-Agradezco que pueda ir a descansar por fin. Y no se preocupen por la celebración, créanme que no fui el único héroe en esta historia.

-Descuida, aunque les diga que durante la guerra no saliste ni un momento de casa lo harán porque les agrada que estés bien -Sentenció Ilia- Así que no tienes opción, ahora por favor, descansa. Yo cuidaré de Epona y veré que también descanse.

Link se mostró agradecido con Ilia, la chica que durante un momento creyó que podría crecer y enamorarse, sin embargo, la guerra provocada durante los últimos meses cambió tanto a Link como a Ilia, y ahora veían en cada quien un gran soporte de amistad,

Luego de ello, Link subió a su casa, dejó la espada maestra sobre su mesa, al igual que los ítems recolectados durante la aventura. Sin despojarse de las prendas del héroe original, se acostó a dormir por fin.

Durante la noche, inconscientemente se proyectaba el recuerdo de la abrupta despedida de Midna, sin poder escuchar qué era realmente lo que le quiso decir en lugar de ese amargo "nos vemos luego". El sueño fue acompañado de los momentos más importantes de su aventura; como la ocasión en la que el espíritu de luz atacó a Midna y Link tuvo que llevarla en un estado fatal a toda prisa hacia Zelda; así como cuando sintió el alivio de verla con vida después de su batalla con Ganondorf y el asombro de encontrarla en su forma real.

Link durmió durante dos días seguidos, cada cierto tiempo Ilia o alguno de los niños iban a asomarse a su puerta para asegurarse de que estaba ahí o si no había ocurrido nada malo. Al despertar en la madrugada, Link se percató que faltaba poco para que salga el sol, y aprovechó este momento de soledad para ir a devolver la espada maestra.

Sin hacer ruido tomó pocas de sus armas e ítems, bajó su escalera, dejó una nota en su puerta diciendo "volveré al amanecer" y se adentró en el bosque, pasando por la fuente del primer espíritu de luz que conoció, para luego entrar a la cueva que lo llevaría a un bosque más oscuro, para esto sacó el candil. Pues sabía que el viaje de ida y vuelta tardaría un par de horas.

Al llegar a la arboleda sagrada, colocó la espada maestra en su pedestal, de donde se desprendió una luz brillante azul que no se apagaba; a pesar de sentir curiosidad, Link emprendió la media vuelta.

Mientras tanto en Ordon, donde las personas habían despertado en un nuevo día; Ilia recogió la nota que Link había dejado y se la fue a enseñar a su padre. Contento con el despertar del héroe, el alcalde propuso a todos hacer un desayuno en honor a quien lo salvó de la destrucción de la guerra.

Cuando Link volvió a su casa, vio que en sus escaleras había una nota más llamativa y con mejor letra que la que había dejado él, diciendo "Te estamos esperando, espero que vengas con hambre". Link sabía perfectamente que la letra era de Ilia. Aunque él no se sentía tan preparado para hablar de todo su viaje, fue en dirección al pueblo, pues ellos querían celebrarlo.

Al entrar en el pueblo, Link pudo notar varias mesas en todo Ordon, y cuando los pueblerinos lo vieron, le dedicaron un fuerte aplauso; Link se limitó a sonreír y a agradecer a todos.

-De verdad, les agradezco mucho este gran detalle -Dijo.

-Nosotros somos los que estamos agradecidos contigo -Dijo el alcalde Bo.

-Por supuesto -Dijo Sera, de la tienda de Ordon- Sabemos que este último tiempo has estado alejado de casa, así que te hemos preparado un desayuno para que sepas que este siempre será tu hogar.

Link se sintió conmovido con las palabras, además hacia bastante tiempo que él no había probado las comidas con las que creció. Así que procedió a sentarse con los demás.

Como se esperaba, le hacían preguntas con respecto a su gran odisea; entre las preguntas estaban el cómo fue que venció al rey de los Bulblins, o también el cómo fue enfrentar a los Goron en fuerza bruta. Sin embargo, luego de un tiempo, se topó el tema de las "criaturas de la oscuridad".

-Esas criaturas de la oscuridad sí que eran un peligro para nosotros -Comentó Jaggle, el padre de Malo y Talo- ¡Qué bueno que te deshiciste de todos ellos, Link!

En eso, Link se tomó su tiempo para explicar la situación de esas criaturas.

-Pues, esas "criaturas" solo eran habitantes de otro reino que un loco maniaco convirtió en esos monstruos.

-He oído rumores sobre ese otro reino -Dijo Hanch, el anciano al que Link ayudó con el panal de abejas- Los Bulblins comentaban entre ellos cuando rondaban por aquí. Se dice que toda esa gente busca volver a Hyrule por algo más valioso que todas las riquezas materiales.

-Les tranquilizará saber que no es así. Ahora más que nunca ambos reinos están coexistiendo en paz, pues el tirano que intentó desequilibrar esa paz fue derrotado. Ahora está en el poder la persona correcta -Link empezó a hablar más pausado- De todas formas... no existe la forma de que pueda volver...

Al notar la manera en que todos lo miraban de una forma confusa, Link se dio cuenta de la incongruencia e intentó corregir.

-No existe la forma en que TODO esto pueda volver... a ocurrir. A eso me refería.

Ilia notó ese cambio abrupto de actitud, sin embargo, no dijo nada en ese momento.

-Bueno, les agradezco mucho este lindo detalle, de verdad fue algo reconfortante para mí -Dijo Link levantándose de la mesa- Sin embargo, aún tengo que desempacar unas cosas y debo hacer otras, ustedes entienden.

Aunque la mayoría de los presentes se sintieron confundidos, Rusl (el padre de Colin) habló por todos.

-El gusto es nuestro, adelante Link. Si necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en decirnos.

Link miró a todos, agradeció una última vez y siguió su camino en dirección a su hogar.

Al pasar las horas, Link estaba sentado en su balcón apreciando el atardecer, pues no podía sacarse de la cabeza la forma en la que Midna veía a los atardeceres.

En eso, Ilia sube las escaleras y se sienta al lado de Link e inesperadamente habla sobre el elefante de la habitación.

-Muy bien... así que... ¿quién es la chica?

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