SU ALTEZA

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Unos 3 días antes, la princesa Midna yacía en su palacio estando al tanto de las necesidades de su pueblo y hablando con sus delegados sobre qué región necesitaría más recursos básicos como alimentos o pociones. Es lo que debe hacer un líder, velar por la seguridad de otros, claro que esta lección ella la aprendió de una mejor manera en el mundo de la luz.

Como todos los días, Midna se tomó unas horas de su preciado tiempo para ir a la biblioteca, tomar unos libros sobre unos temas en particular y estudiarlos a fondo.

-Princesa Midna, ¿otra vez aquí? -preguntó Nagni, una asistente de la realeza algo más joven que Midna.

-Hola Nagni, creo que aún me faltan de leer algunos libros.

-No lo creo, desde que volvió del mundo de la luz ha venido aquí cada día y estoy segura de que ya se leyó toda esta sección por lo menos unas 3 veces.

-Pues estos libros me gustan tanto que creo que los leeré otra vez -Dijo Midna entre risas.

-Mmm creo que pediré a la biblioteca de la ciudadela más libros relacionados al mundo de la luz.

-Espera... no es necesario... también los leí -Dijo la princesa soltando una sonrisa algo avergonzada.

-Princesa, ¿de verdad cree que hay otra forma de conectar ambos mundos sin el espejo?

-No lo sé... de verdad, cada noche me pregunto si hice bien al destruirlo... también, no supe qué decirle antes de irme.

-Yo creo que puso primero su pueblo a sus sentimientos, eso la hace una gran gobernante, y también, estoy segura de que él entendería el por qué lo hizo.

-Gracias Nagni... eso me ayuda un poco, eres muy sabia para tu edad.

Luego salió de la biblioteca y fue a su habitación... se asomó en el balcón para apreciar la vista de su pueblo en paz, sin ningún peligro al acecho, también le echó un vistazo al monumento construido en honor al héroe que los salvó de Zant, pero en realidad fue una muestra de cariño de Midna hacia él.

De pronto, Midna pudo ver una luz terriblemente intensa, emanar desde el horizonte, al parecer provenía del desierto. La princesa llamó a sus generales y los mandaron a averiguar cuál era el origen de esa luz.

Luego de unas horas, Midna bebía una copa de vino en su balcón mientras esperaba noticias sobre esa luz. En eso entra Nagni, con una cara de sorpresa y miedo, lo que preocupó a Midna.

-Nagni, ¿qué sucede? -Preguntó Midna preocupada

-La luz...

-¿Ya sabes qué es?... Adelante, dime qué es.

-Es... es él... el héroe... del monumento.

Midna soltó su copa de vino que se rompió en mil pedazos, sin duda, nunca hubiera esperado esa noticia.

...

Ya en el presente.

La princesa del crepúsculo y el héroe estaban juntos en un fuerte abrazo, aunque llevaban mucho tiempo así, se podían acostumbrar a estarlo más tiempo.

Link pudo apreciar la belleza de Midna, siendo un poco más alta que él, llevaba un vestido negro probablemente destinado a la realeza, con el cabello rojizo suelto y una corona negra también. Al soltarse, ambos estaban sonrojados, y Midna empezó la conversación.

-Parece que ya despertaste... siempre has sido muy perezoso -Dijo Midna riendo.

-Claro que sí... no puedo creer que esté aquí... pero espera, yo estaba en el desierto, ¿cómo terminé aquí?

UNA VEZ MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora