Capítulo 22

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Unos golpes en la puerta se escucharon, con cansancio un muchacho de ojos azul cielo arrastró los pies hasta ella, la abrió y se quedó allí apoyado contra el marco, viendo con agotamiento a la muchacha que apoyaba su mano en su cadera, vistiendo las ropas más caras y con una sonrisa superficial en el rostro.
— ¿Qué coño quieres ahora, Alessandra? -Preguntó viendo a la modelo con cansancio y fastidio.
—Veo que tu humor de perros no ha cambiado -Entró sin permiso y se encaminó al sofá.
—Puta graciosa -Murmuró entre dientes.
—Deberías ir a ducharte, tu padre dijo que te quería como nuevo para mañana mismo.
—Alessandra, no estoy de humor. Vete.
— ¿Por qué sufres tanto Niall? La chiquilla esa no está aquí. Yo puedo hacer que la olvides -le lanzó una sonrisa que Niall pensó, que se veía vulgar. 
— ¿Para qué te humillas a ti misma? -La cara demacrada del chico le lanzó una mirada de odio -Dile a mi padre que te eche un polvo y lárgate.
—Eres un jodido imbécil. 
—Ya me lo dijeron, gracias. 
—Muévete a darte un baño, y te llevare un té, a ver si se te pasa esa resaca de mierda que tienes encima.
—Solo si luego te largas, no te soporto más.
—Hecho -Niall no la miró y subió a darse una ducha que tanto le hacía falta. 
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Alessandra se quedó sola en la sala, esperó hasta que escuchó el agua de la ducha caer, y sonrió para sí misma.
—Que te follen _____ Jarrett -Buscó en su cartera una cajita de píldoras, sacó una y fue a la cocina, tomó la tetera y puso a hervir el agua. Tomó una taza de porcelana, echó el agua, y puso la pastilla en el fondo dejando que se disolviera. Dejando una bolsita de té de manzanilla, caminó con la taza hasta el piso de arriba tarareando una canción y moviendo sus caderas -Aquí tienes -Le pasó la taza en lo que Niall salió del baño vistiendo unos pantalones de chándal y una camiseta con algunos hoyuelos en los costados. 
—Gracias, ahora vete y dile a Jeremy que estaré bien mañana por la mañana. 
—Está bien. Te veo mañana. 
—Esperemos que no. -Alessandra rodó los ojos con desprecio y salió de la habitación. Niall soltó un resoplido y murmuró entre dientes "puta de mierda". Escuchó la puerta de la entrada cerrarse y se desplomó en la cama luego de beberse de un solo sorbo el té. Se quedó viendo al techo sin pestañear, unos ojos verde olivo cruzaron su mente, tocó el anillo que reposaba en su pecho en una cadena y una lágrima rodó por su sien perdiéndose en su cabello -Perdóname mi amor -De pronto se sintió con sueño, cerró los ojos con cansancio y se desconectó del mundo internándose en un sueño profundo y negro. 
—Que inocente eres. No te tuviste que haber enamorado Niall Horan -Murmuró Alessandra entrando a la habitación y yendo directo a un lado de la cama del rubio-Te veías mucho mejor cuando estuviste conmigo. Soy mucho mejor que el marimacho de _____ Jarrett. Solo espero que Jeremy haga el trabajo bien -Se acercó a él y le bajó los pantalones de chándal, le quitó la camisa sin tener cuidado, ya que sabía que ni con el rugido de un helicóptero Niall despertaría. Fue hasta el baño y se quitó a sí misma toda su ropa, reemplazándola con una camisa manga larga blanca de noche, dejando sus muslos al aire. Se corrió a sí misma el rímel de los ojos y se pintó los labios con el rojo más chillón que podría haber. De nuevo en la habitación se montó a horcajadas encima de Niall y empezó a esparcir besos en su cuello, hombros, pecho y brazos. Dejando marcas rojizas en el cuerpo. 
Fue hasta bajo con unos jeans de Niall, una camiseta sucia, medias y zapatos. Dejándolos alrededor de la sala desordenados, junto a su vestido, ropa interior y tacones. Buscó una botella de vino, y un par de copas de cristal las dejó en la mesita ratona y las llenó hasta la mitad, botó los cojines del sofá a distintos lugares de la sala. Por último fue hasta la puerta principal, dejándola entreabierta. Cogió su celular y marcó el número de Jeremy.
— Ya está todo listo Jeremy.
— Ya tengo vigilada a Jarrett, va en la autovía yendo al departamento. Apenas llegue mantenla ocupada durante unos minutos, mis muchachos necesitan echarle un vistazo a su camioneta.
— ¿Qué le harás a su auto? –Preguntó con voz ronca de la emoción.
— Solo unos pequeños ajustes a sus frenos.
— No la cagues Jeremy.
— ¿Quieres tener a mi hijo solo para ti? –No respondió –Entonces cállate y haz lo que yo digo.
— Está bien.
— _____ ya llegó, está estacionando en el sótano.
— Vale, ya está todo listo.
— Vete a la cama con Niall, ya pidió el ascensor.
— ¿Cómo sabes que no estoy con él? –Preguntó Alessandra viendo alrededor del piso.
— Tengo todo controlado Alessandra, por cierto esa camisa se te ve de diez. ¡Muévete, está llegando! –Cortó.
Alessandra dejo el celular en la alfombra y subió corriendo hasta la habitación de Niall —Mierda –Murmuró viendo que Niall se retorcía en la cama, buscando despertarse, puso su mejor cara y caminó gatunamente hasta él, que la vio con los ojos entrecerrados viendo borroso a la silueta que se le estaba sentando a horcajadas.
— ¿ ____? ¿Eres tú? –Alessandra no pudo sentirse más enferma. Escuchó como tocaban la puerta de abajo y luego unos pasos sonaban.
— Seré quien tú quieras que sea —comenzó a besarlo por el cuello cuando escuchó la puerta de la habitación abrirse.
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Luego de haber reservado el mejor restaurante que encontró, ______ fue de regreso al departamento, nerviosa por verse de nuevo con Niall luego de dos meses de no haberlo visto, tomó la ruta más larga sintiendo que la estaban siguiendo. Aparcando la camioneta en el estacionamiento subterráneo pidió el ascensor, tomó un par de respiros y marcó el piso de Niall. El ascensor se cerró y ella no podía más con sus nervios. Se limpió las manos sudorosas en el vestido y luego acarició el anillo colgando en su cuello. El ascensor se detuvo en el piso, dando pasos de tortuga llegó hasta la puerta principal, al verla entreabierta entró con cuidado y cerró la puerta tras ella, encontrándose con ropas tiradas, la sala desordenada y un par de copas con vino hasta la mitad, los ojos le picaron pero se dijo a sí misma que no sacaría una conclusión errónea, subió con cuidado las escaleras y llegó a la habitación principal, cerró los ojos y abrió la puerta. Reprimió un sollozo al ver la escena que se desarrollaba en la cama, en la cual su esposo era el protagonista. Con las manos en los muslos de quienquiera que fuese la mujer que estaba encima de él besando su cuello. Se tapó la boca con las manos, pero aun así el gemido salió desde su garganta y las lágrimas empezaron a brotar bajando por sus mejillas. Se tocó el estómago con protección cuando ambos se dieron cuenta de su presencia. La mujer se bajó de él y _______ la reconoció como Alessandra, la modelo que conoció en Roma, una de las ex de Niall.
— ¿_____? –Preguntó enfocando la vista en ella, luego la cambio rápidamente a Alessandra, no recordando nada de lo que había sucedido, se paró de la cama de un brinco para tratar de explicarle a _____ lo que sucedía -____... No es lo que tú crees –Se acercó a ella y tocó su hombro, su corazón se rompió cuando vio como las lágrimas bajaban por su rostro.
— Quita tus asquerosas manos de mí –De un tirón se soltó, y con una fuerza inaudita para una chica menuda como _____ le levantó la mano y la estrelló contra el rostro de Niall.
— Déjame explicarte por favor –Quiso acercarse a ella, pero ____ retrocedió hasta llegar al pie de las escaleras.
— No te quiero ver nunca más en mi vida –Lo apuntó con el dedo y bajó las escaleras tan rápido como sus pies le daban.
— ¡Maldición! Espera _____ Por favor –Bajó las escaleras siguiéndole el paso, sin contar con que _____ agarraría un florero que había en una mesa redonda de la esquina y se lo lanzaría con todas las fuerzas que encontró. Solo pudo esquivarlo por unos centímetros –No es lo que tú crees _____.
— ¡CALLATE! –Le gritó volviéndose para verlo -¿Qué te hice yo para que me hicieras esto? –Sollozó –Pensé que me amabas, que todas las cosas bonitas que me decías eran ciertas, ¡TE CREÍ! –Gimió limpiándose las lágrimas –Me enamoraste, me hiciste creer que tú también lo estabas, ¿Por qué lo hiciste? ¿Por la maldita competencia? ¿Era eso? ¡TE ODIO!
— Déjame hablar _____... –Los ojos le picaban y la voz le salía ronca –No es nada de lo que tú crees, ni siquiera sé cómo ella llegó a mi cama.
— ¡¿NO SABES?! ¡ERES UN CERDO! ¡PUES MIERDA QUE SÍ LO SABES! ¿POR QUÉ CARAJO NO SOLO TERMINASTE CONMIGO? ¿POR QUÉ HACERME SUFRIR DE ESTA MANERA? Yo no te hice nada –terminó susurrando, volvió a llevarse la mano al vientre con protección. Abrió la puerta y salió corriendo hasta el ascensor, lo llamó varias veces pero el muy maldito se tardaba en llegar. Mientras Niall había cogido el par de pantalones que encontró en el suelo de la sala y colocándoselos rápidamente salió corriendo descalzo y sin abrocharlo, para encontrar las puertas del ascensor cerrarse frente a sus narices, llevándose una última mirada de dolor por parte de ____.
Sin darse por vencido bajo corriendo las escaleras de emergencia, llegando hasta el sótano, buscó por todas partes la camioneta blanca de ____, no fue hasta que escuchó el portón eléctrico abriéndose que vio la camioneta esperando a poder salir. Salió corriendo cuando la camioneta arrancó, y siguió corriendo siguiéndola por las calles repleta de carros y gente, una ventaja para él. El primer semáforo pasó en rojo, así que corrió pasando carros en la vía, sin importar que la gente se le quedase viendo como si fuese un loco maniático, llegó hasta a la camioneta se montó de un solo brinco en el asiento del pasajero.
— ¡BAJATE DE MI AUTO! –Gritó _____ con lágrimas en los ojos.
— No hasta que me escuches –El semáforo pasó a verde y ____ tuvo que moverse por las bocinas de los autos de atrás, tomó la ruta por la autovía dirigiéndose a una parte solitaria de Los Ángeles.
— No quiero más esta mierda, no te quiero volver a ver –Dijo luego de unos minutos de trayecto, donde solo se escuchaban los sollozos que lanzaba _____ -Vine aquí pensando que tu no habías vuelto porque era solo cuestión de práctica, no reclamé nada cuando vi esas fotos tuyas con distintas mujeres, tampoco lo hice cuando dejaste de llamar, o cuando me decías lo ocupado que estabas y que más tarde me llamarías, cosa que no hiciste. Solo vine aquí para darte lo que se suponía que sería una excelente noticia, pero para ti esta mierda de ‘’el matrimonio feliz’’ nunca existió. Tú solo querías distraerme para ganar la maldita copa, y vaya que lo lograste, te grabaste en mí hasta el fondo. Ahora bájate del auto, ni mi bebé ni yo te vamos a necesitar.
— Déjame hablar ____... ¿Tu quién? –Preguntó perplejo limpiándose unas lágrimas rebeldes.
— Por eso vine, porque estoy embarazada! –dejo escapar un sollozo, y aceleró en una curva. Un auto venía a toda marcha, por el canal de ______. Trató de frenar, pero nada servía.
— ¡FRENA _____! –Gritó Niall cuando vio el auto acercase mucho.
— ¡NO ME DAN LOS FRENOS! –Gritó aterrorizada _____, trató de recordar todo lo que había aprendido a los largo de los años siendo una aprendiz para convertirse en piloto, pero en su cabeza solo estaba su pequeño bebé. Cerró los ojos con fuerza cuando el auto venia más cerca y con sus brazos tapó su estómago en señal de protección. Niall en un acto más razonable tomó el volante y lo giró, evitando estrellarse con el otro auto, pero cayendo por una colina, que daba al final de un bosque, a orillas de una autovía.
— ¡TOMA MI MANO ______! -____ así lo hizo, golpeándose cada vez que la camioneta daba otra vuelta, cuando por fin se detuvo, la camioneta quedó con los neumáticos hacia arriba, y Niall y ____ estaban completamente inconscientes sus manos ya no estaban entrelazadas y la chica aún llevaba una mano sobre su estómago de forma protectora.
Había pasado media hora, cuando ya la tarde estaba cayendo. Unos gemidos se escucharon desde el asiento de _____, se tocó la cabeza, y miró su mano luego para ver que sangraba copiosamente, el dolor no la dejaba pensar con claridad, para ver qué había ocurrido. Enfocó la vista, encontrándose con todo al revés, quiso gritar para que la ayudaran pero nada salió de su garganta, buscó a tientas la manilla de la puerta, sintiendo que no podría resistir mucho más, le dolía todo el cuerpo, tendría algunas costillas fracturadas y su brazo izquierdo le dolía hasta la médula. Aun así se tocó el vientre sollozando por su bebé. Con dolor se quitó un pedazo de vidrio que tenía en el brazo, volviendo a estar inconsciente nuevamente, viendo por último desde la otra ventanilla cómo unos hombres se llevaban a Niall en una camilla y otro más encendía un fósforo y lo dejaba caer cerca del tanque de gasolina de la camioneta donde gota por gota se derramaba la gasolina. Encendiéndose la parte trasera de la camioneta.

Amor Clandestino-Niall y Tu-Hot-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora