Bloodline

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Al día siguiente en el hospital se encontraban Souya y Ran afuera del cuarto de Rindō en espera de que se terminara de alistar para poder volver a casa. Fueron unos instantes más hasta que pudo salir el menor de los Haitani, el cuál vista pasó directamente de su hermano hacia Souya.

─ Ya vámonos. ─ Exclamó en una sonrisa aún con mirada en el gemelo.

─ Oye maldito bastardo también estoy aquí idiota. ─ Reclamó en voz alta Ran mientras ceño mantenía fruncido el ceño. Mueca de disgusto se colocó en labios del menor Haitani, mientras rodaba a la par los ojos ante el fastidio.

─ Eso ya lo sé, pero no veía tanto a Souya como a ti te veo. ─ Recriminó, en tanto comenzaba su andar junto con los otros dos.

Salieron del hospital, entrando al auto los tres: primero entró Rindō, enseguida Souya y finalmente Ran. Se encaminaban a la casa de los dos de Roppongi de forma tranquila, Souya y Rindō hablaban sobre algunas cosas pero, en cambio, Ran prestaba atención a su teléfono tecleando en el mismo.

👤NAHO. ♡

💬 Buenos días a mi
enojón amargado
favorito. ♥️
💬 ¿Soñaste conmigo? ~

Media sonrisa se dibujó en su rostro mientras enviaba ese mensaje, bloqueando así mismo la pantalla de su celular y, tranquilamente, una de sus piernas cruzaba. El vibrar de su teléfono no se hizo esperar tanto y como si dependiera de su vida en un santiamén atendió al teléfono.

👤 NAHO. ♡

💬 Olvidé que te había
dado mi número,
maldición.
💬 Vuelve a preguntar eso
e iré a patearte el trasero
yo mismo. 😄💢

En el rostro del Haitani se notaba lo divertido que se hallaba con la forma de contestar que tenía el gemelo más grande, procediendo a textear de nueva cuenta.

👤 NAHO. ♡

💬 ¡AH, QUE CRUELDAD!
💬 Igualmente me gusta que
me traten así siendo que
eres tú el que lo hace. ~
💬 Hoy hace un lindo día, así
que pienso que es un buen
momento para que
salgamos.~

Envío el mensaje, guardando el móvil y así también percatándose que prácticamente estaban fuera de la casa. Ran salió del auto así como Souya, mismo que ayudó a salir a Rindō mientras Ran se encargaba de cargar con la maleta llena de las distintas cosas que ocupó en el hospital. La vibración de su celular llamó su atención de nueva cuenta, haciendo que atendiera el mismo.

👤 NAHO.

💬 ¡Te dije que no maldición!
💬 Vuelve a sacar el tema
y te bloquearé ¿Entiendes?

Ambas cejas levantó; ya no le sorprendía después de tantas veces ser rechazado. Una vez que miró al peliazul y a su hermano fuera del automóvil, extendió maleta al peliazul entrando de nuevo al auto.

─ ¿A dónde vas Ran? ─ Preguntó el menor Haitani.

Bajando la ventana y con media sonrisa se dirigió al de hebras violetas. ─ Voy a hacer unas cosas que creo necesarias~ si necesitan algo manden mensaje. ─ Comentó finalmente haciéndose entonces camino en el automóvil.

─ Vamos a Shibuya, a una florería. ─ Mencionó a su chofer el cuál se limitó a seguir indicaciones de este.

En tanto Ran miraba entretenido en su teléfono algunas cosas pendientes que tenía dentro de la organización y que sería mejor acabar rápido; pero su prioridad sin duda era lo que estaba a a punto de cometer en esos instantes.

Estando ya en la florería fue que entró buscando con la mirada entre la gran variedad de flores. Pensando un poco lo que sería apropiado fue, que finalmente, ordenó un ramo de camelias con rosas corales las cuales fueron unidas en un moño elegante y vistoso.

El Haitani pagó por las mismas volviendo en el automóvil para así ir directamente hacia la casa de Nahoya quien, si no estaba equivocado, debía estar ahí. Ya delante de aquél edificio tranquilamente se dispuso a subir las escaleras con total calma. Agradecía haber preguntado antes a Souya cuál era su número de apartamento sino estaría tocando puerta por puerta hasta descubrir cuál era la correcta.

Deteniendose frente al lugar, par de golpes dió en la misma, esperando con ramo en manos y sonrisa en el rostro. Poco después se vió la puerta abrir encontrándose con un Nahoya que mantenía una diadema para levantar los mechones que caían de su frente.

─ Hey~. ─ Saludó Ran. Nahoya se quedó un momento observando y, sin más, cerró la puerta frente al Haitani.

Hate you, but, I love you. ❪ RanLey ❫ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora