Hate you, but, I love you. ❪ RanLey ❫ ©

Stereo Heart

Souya se colocó frente a la puerta donde se hallaba Rindō. El pelivioleta se encontraba aún dormido, así como un gesto pacífico era el que adornaba su rostro y con ese gesto que mantenía hacía que el peliazul también se sintiera de aquella forma.

Entró en la habitación, tomando asiento a un lado del mayor mientras esperaba pacientemente a que despertase o diera indicios dé. Pasaron varios minutos hasta que hubo una señal de ello, y fue cuando Rindō empezó a abrir de a poco los ojos, algo desorientado a causa de la anestesia.

Souya se sentía nervioso, incluso aguantaba la respiración en espera de una reacción. Rindō miró primero al frente, enseguida que se le vio buscando con su mirada alrededor hasta que la misma se detuvo sobre el Kawata, quién con gesto de sorpresa le miraba y así también se "ocultaba" con las manos, pero dejando par de aberturas en donde se podía ver sus ojos.
─ Es el peor intento de escondite que he visto Souya... ─ Murmuró con desgana Rindō, enseguida que una sonrisa formaba.

Un pequeño rubor se hizo notorio sobre las mejillas del gemelo que bajaba en esos momentos ambas manos con un pequeño mohín sobre sus labios.

─ Quién dice que me estaba escondiendo, idiota. ─ Respondió Souya. Rindō levantó una de sus manos hacia la mejilla de este, la cuál acarició suavemente con el pulgar y Souya ante la acción colocó una de sus manos sobre la mano del otro.

─ Más te vale no morirte, o quién me llevará a todos esos lugares extraños. ─ Dijo en un murmullo el gemelo. Rindō abrió los ojos sorprendido de aquellas palabras ¿Acaso... Souya comenzaba a sentir algo por él?

Mirada desvío un poco mientras a los segundos la volvió a este. ─ Claro que no me voy a morir idiota, así que... No te preocupes. ─ Atinó a decir el menor Haitani.

Souya se sentía aliviado, y se veía en el rostro y de cómo veía a Rindō. El Kawata frunció un poco el ceño así como también frunció los labios. ─ Tengo algo que hacer. ─

Rindō le miró confundido a esa exclamación. Enseguida se pudo ver como Souya se acercaba de a poco a él. El pelivioleta se quedó inmóvil con ello, en tanto el peliazul retiraba su mano de su mejilla para tomar la misma.

El rostro de Souya quedó a centímetros del de Rindō y, con algo de valor, Souya junto ambos en un beso. Bien antes Rindō le había robado uno, y Souya en medio de tanto escándalo se dió cuenta de lo arrepentido que estaría si no hacía lo mismo con el mayor.

Souya cerró los ojos para alargar un poco más el momento, y Rindō sin queja ni duda correspondió a aquél acto, iniciando un suave y lento movimiento de labios con el otro. Souya sentía que se le iba a salir el corazón ante el atrevimiento que se había tomado, sintiendose también algo tonto al hacerlo en un lugar como un hospital, pero parecía que a Rindō no le disgustaba para nada la idea sino todo lo contrario; parecía que si lo estaba disfrutando al máximo.

Fueron unos segundos los suficientes para Souya, separándose del mayor mientras mirada retiraba. ─ Es para cobrarme lo de la discoteca. ─ Se justificó pero Rindō soltó una carcajada la cuál acalló en cuanto el dolor de la herida se hizo presente.

─ Claro, claro, y yo no controlo Roppongi~. ─ Respondió el pelivioleta. Entró en el cuarto el mayor de los Haitani, así como también siguiéndole estaba Sanzu. Ambos ya habían sido atendidos y los dos mantenían algunas gasas en el rostro cubriendo en específico las partes donde sufrieron golpes o heridas.

─ Sabía que podía confiar en Souya~ ─ Replicó el de cabello corto, mostrando suave sonrisa hacia su hermano a la par de que tomaba asiento en un lado del mismo.

─ ¿Cómo te sientes RinRin? Dice el médico que será mejor que te quedes aquí unos días. ─ Agregó Ran y un suspiro soltaba Rindō por las instrucciones dadas por el médico.

─ Estoy bien, podría ser peor. ─ Respondió el menor de los Haitani en mala gana. Ran pasó su vista de su hermano hacia Souya, dedicando una sonrisa al mismo tiempo.

─ Creo que nos veremos más seguido, Kawata. Me entusiasma la idea de conocer mejor a tu hermano también~. ─