Pleasure - [Christopher Morgan] ⚠️CANCELADA⚠️

【 DOS 】

════ ⋆Capítulo Dos⋆ ════

ADMIRADOR ANONIMO. 

Vanessa.

Discoteca M&H, 0200 Horas.

Las botellas de licor descansan vacías sobre la superficie metálica de la mesa, junto con algunas copas de cristal y uno que otro coctel a medio terminar. Recibo todo lo que mis amigas rubias y sus invitados me ofrecen, empinándome el tequila como si de agua se tratara.

Me cuesta trabajo adaptarme a las alteraciones que el alcohol desencadena en mi sistema, hace mucho que no me embriago, dicha abstinencia ahora me está pasando factura, ya que estoy empezando a actuar un tanto desorientada.

Me río de los chistes malos que Scott y Harry dicen de forma descarada para animar el ambiente, no tienen sentido alguno, e incluso son bastante inapropiados, pero estoy tan ebria que me cuesta pensar con claridad.

Luisa no disimula las miradas despectivas que le lanza a Scott, en cambio, los demás, incluyéndome, estallamos en carcajadas escandalosas y para nada discretas cada vez que ese par mencionan algo que nos causa gracia. Laurens no luce del todo incomoda, de vez en cuando sonríe u oculta sus risas tomando un sorbo de refresco; se puede deducir que ella también está pasando un buen rato con nosotros.  

—Señorita, aquí le mandan —Me giro hacía el mesero, dispuesta a rechazar el octavo coctel que me han ofrecido a lo largo de la noche, sin embargo, me quedo en silencio cuando mis ojos captan la botella de Whisky que reposa sobre la charola.

—¿Quién me envía esto? —Pregunto con el ceño fruncido. Estoy ebria, pero mi sentido de la vista aún funciona correctamente, y si no me equivoco, esa botella es uno de los ejemplares de Dalmore Oculus, un Whisky que cuesta más de 46.000 dólares.

¿Quién en su sano juicio obsequia una bebida tan costosa? 

—Me temo que la persona prefiere mantenerse en el anonimato —El camarero dirige su atención a una de las zonas VIP ubicada en la segunda planta, miro hacía su dirección, pero solo me encuentro con varías mujeres bailando animadamente entré ellas, no hay señales de un posible acosador millonario—. No obstante, él le manda a decir que puede acompañarlo en su mesa para disfrutar de unos tragos a solas.

Ruedo los ojos. No me gustan los regalos excéntricos, y tampoco me parece agradable que ese misterioso hombre que me envía copa tras copa no comprenda que vine aquí a divertirme en compañía de mis mejores amigas, no en busca de un patrocinador o una pareja sexual momentánea.  

—¿Puedo ir con mis amigos? —Niega— Entonces dile que se joda. Vine aquí para estar con mis amigas, no para coger con cualquier desconocido.

Ni siquiera me molesto en recibir la botella. Me giro dándole a entender al camarero que ya se puede ir, aunque antes de que pueda hacerlo, Evelyn se atraviesa arrebatándole la bandeja de las manos.