Reasons for Falling in Love | CHANMIN

Capítulo tres

–Se encuentra estable, pero no creo que aguante más de unos días. El lazo se rompió hace unas horas, es mejor que tome reposo hasta entonces –dijo el hombre recogiendo su maletín.

El doctor de la manada había llegado 20 minutos después de que Minho le informara del estado del Alfa. Todos los omegas, alfas y betas de la manada estaban frente la gran casa, la mayoría no se había atrevido a dormir hasta tener una noticia sobre el Líder Bang.

El cielo se estaba iluminando poco a poco, y con ello el doctor bajo junto con el señor Lee. Al abrir la puerta, todos los que estaban sentados o recostados en el cesped se levantaron rápidamente. El señor Lee dió un paso adelante soltando un suspiro, estaba por dar la noticia que tal vez destruiría a la manada. 

–Yo... Es una gran pena para mi anunciar esto, espero contar con su comprensión y paciencia ante esto –empezó mirando a todos los presentes. –La omega del Líder está muerta –los sollozos no tardaron en escucharse. –Y... Y a causa del lazo roto al Líder Bang tiene poco tiempo. 

El silencio reino unos segundos el lugar, hasta que los gritos y sollozos se hicieron presentes. Algunos se retiraron a sus casas, otros se quedaron ahí y unos pocos pidieron entrar para ver a la familia, entre ellos el mejor amigo del hijo menor de los Bang, Seo Changbin. 

–Creo que esta en su habitación –le comentó Minho apenas lo vio subir las escaleras. 

Changbin desde el pasillo podía oler la tristeza del omega y escuchar sus sollozos. Cuando se paró frente a la puerta, la tocó suavemente. 

–Jisung, soy Changbin, ¿Puedo entrar? –antes de que tomará el picaporte, la puerta se abrió y el omega se aferró a su cuerpo.

–Y-ya no estarán con-conmigo, m-me dejaron sol-solo.

El alfa se sintió realmente mal, entró con el omega a la habitación y los recostó a ambos en la cama. Empezó hacerle mimos en el cabello cantándole una canción de cuna hasta que la respiración del peliazul se calmó. 

Changbin se daba una idea de como se estaría sintiendo en este momento, los dos habían perdido a sus familias hace tiempo. Pero que el peliazul volviera a vivir lo mismo que hace años, le daba miedo. Miedo de no poder sacar a su amigo de la oscuridad en la que se sumerja. 

–Tranquilo bebé, yo te cuidaré con mi vida –susurró el alfa antes de cerrar los ojos y dormirse junto a él. 

No se dio cuenta de que en la puerta se encontraba Minho escuchando las palabras de Changbin, el sabía que sólo eran mejores amigos, pero no estaba seguro en que el alfa no tuviera sentimientos por el peliazul. Aguantando los gruñidos y las ganas de sacar a Seo de la cama, cerró la puerta y bajó a la sala donde estaba su padre con algunas personas de la iglesia. 

–Iré a casa, padre.

Sin esperar respuesta de este, salió de ahí sin mirar atrás. 

Caminaba perdido en sus pensamientos que no miró al castaño que estaba frente a él, hasta que chocaron. La bolsa que estaba en la mano de este se rompió y todas las cosas cayeron al suelo. 

–Mierda –susurró Minho antes de ayudar al chico. –¿Estas bien? Te debo una disculpa, venía distraído. 

–No te preocupes, tampoco me fijé donde estaba parado. 

–Te ayudaré a llevar esto, ¿a dónde vas? –se ofreció Minho una vez los dos estuvieron de pie. 

–No hace falta, voy al orfanato. Hoy es mi primer día de trabajo.

–¿Eres nuevo en la manada? 

–Llegué hace unos meses, me estoy quedando con la abuela Kim. 

–Oh, ¿entonces tu debes ser su nieto?

–Así es –dijo con una sonrisa. –Gracias por acompañarme... –dijo mirando al mayor.

–Minho.

–Mi nombre es Seungmin.

–Bueno Seungmin, espero verte pronto.