Capitulo ocho

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Lo primero que Bang Chan hizo al despertar fue ver a su padre, si bien habia dormido sólo un par de horas aprovecharía los últimos momentos que le quedaban de vida. Es ahora cuando se lamentaba haberse ido y no visitarlos más seguido.

Apenas entró a la habitación, el mismo aroma lo recibió. Suspiró y cerró la puerta detrás de él para situarse del lado izquierdo de la cama, justo donde estaba recostado el Alfa.

–Buenos días, padre –sonrió tomando su mano.

–Chris, pe-pensé que era un sue-ño –dijo en un susurró.

–Debí venir antes, si tan sólo...

–Esta bien, nadie lo sabía.

–Me hubiera gustado ver a mamá una última vez –mordió sus labios intentando retener las lágrimas al ser interrumpidos por unos golpes en la puerta. –Adelante.

El Señor Lee entró mirando a los dos Alfas, sonriendo un poco al ver que ya no tendría que esperar a Chan, se acercó a ellos y tomó asiento junto al menor.

–Alfa, ¿Cómo te encuentras hoy?

–He tenido mejores días.

–¿Tomaste la medicación? –preguntó luego de observar la bolsita intacta sobre la mesa de noche.

–No es necesario, mo-moriré igual.

–Padre.

El chico le dio una mirada acusadora causando que un ataque de tos le diera luego de intentar reír.

–Si sigues así...

–Será lo mejor, Lee.

El silencio duró unos minutos antes de que Lee empezara hablar de nuevo.

–Tenemos que hablar sobre Jisung.

Chan, que había estado absorto en sus pensamientos levantó la mirada.

–Padre, ¿de casualidad tuviste un amorío y no me enteré?

–Minho, esa es una acusación muy grave, sabes que el Alfa sería incapaz de engañar a su Omega.

–Es sólo que la edad no me cuadra, le calculo unos dos o tres años menor.

–Cinco –respondió su padre.

–Jisung es menor por cinco años y el Alfa lo adoptó cuando tenía diecisiete.

–¿Adoptó? ¿No es mi hermano de sangre? –miró confuso a los dos.

Lee negó. –Es por esa razón que deben tratar de llevarse bien. Jisung sufrió antes de llegar aquí, es un Omega demasiado tímido e introvertido. Con lo sensible que es, se está haciendo difícil tratar que coma o siquiera salga de aquí, sino fuera por Minho y Changbin lo más seguro es que estuviera muriendo también –le sujeto una de sus manos. –Serás la única familia que le quede, tienes que ser un soporte para él, un amigo, un hermano. Por tu padre, Chris. Ayúdanos a todos, tienes que pensar como el Líder que serás pronto, recuerda que este es tu lugar, aquí está tu manada. Tu familia.

Chan lo sabía, anoche hablaron sobre los preparativos para el nuevo nombramiento del Líder de la manada Bang. Despidiéndose de su padre diciendo que tenía que presentarle a alguien, salió de la habitación.

Iba a tomar camino para despertar a Felix, pero el aroma de Minho lo distrajo. Se encontraba saliendo de la habitación al fondo, la cual supuso era de su Omega, en esta caso, su medio hermano. Espero hasta que llegara a su lado para hablar.

–¿Él...?

–Sigue dormido.

–Por favor, cuídalo hasta que encuentre una solución, necesito acostumbrarme a los cambios que habrá y no sé... no sé si pueda con tanto.

–Lo cuidare aunque no me lo pidas, Bang.

Le sonrió. –Me daré una oportunidad de conocerlo e intentaré ser el mejor hermano mayor.

–No me lo digas a mi, idiota –le dio unas palmadas en la espalda. –No debe tardar en despertar, así que preséntate como se debe en el desayuno.

–¿Por qué no podría decírtelo a ti? Eres su Alfa.

La sonrisa de Minho se borró y su rostro se contrajo en una mueca.

–No soy su Alfa, y no es mi Omega.

–¿No son pareja? -negó.

Chan lo observó confundido y al entender que sucedía, le dio una mirada comprensiva. Tenía ganas de abrazarlo, pero al ver unos mechones azules detrás del Alfa se detuvo y se acercó a su oído.

–Pero deseas que lo sea –susurró.

Ignorando el pequeño sonrojo del Alfa por haber descubierto sus sentimientos, miró al Omega frente a él y le sonrió.

–Iré a despertar a Felix, pueden ir a la cocina si gustan. Bajaremos en unos minutos.

Los dos observaron como se metía en una de las habitaciones para invitados, y el sonido de la puerta.

–¿Tienes hambre, Sung?

–Un poco –le respondió bajito jugando con sus dedos.

–Te prepararé algunos panqueques, ¿qué dices?

–Si quiero Minhonnie.

Observó los ojitos del Omega y le revolvió el cabello. Era la cosita más tierna y con el suave aroma combinado de los dos que tenía le hacía sentir en las nubes.

–Vamos –le dijo tomando su manita para empezar a bajar las escaleras.

Tenía que confesar sus sentimientos al pequeño omega lo más pronto posible, antes de que su amigo Seo Changbin tuviera la imprudencia de intentar tomar ese privilegio que estaba seguro sólo le podía pertenecer a él.  Porque nadie en el mundo lo amaba tanto como Lee Minho, ¿cierto?

  Porque nadie en el mundo lo amaba tanto como Lee Minho, ¿cierto?

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Andamos potentes con las actualizaciones.

Sinceramente amo el Minsung ♡, ¿ustedes no? ¿Cuál es su ship favorito?

Reasons for Falling in Love | CHANMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora