Capítulo trece

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Dos grupos de alfas y betas se encontraban formados fuera de la casa, cuatro hileras de cinco personas cada una esperando que Chan saliera para seguir las instrucciones de la búsqueda. Como le prometió a su padre, traería a su madre para recibir una despedida como merece aunque sea lo último que haga.

–Estamos listos.

–Les explicaré el camino –se acercó con el mapa que había trazado su primera noche en la manada.

Tomando sus cosas partieron en diferentes direcciones, siguiendo a al jefe de cada grupo. Acamparian cerca del lugar, registrando cualquier movimiento sospechoso buscando algún rastro de los humanos o del cuerpo, para luego regresar a la manada e informarle de todo al Alfa.

Nervioso, Chan se despidió de cada uno, pidiéndoles que frente a cualquier peligro se alejaran y regresaran lo más rápido posible. No quería perder a más de su gente.

–Regresaran a salvo, tranquilo –la mano de Minho se apoyó en su hombro.

–Tengo que preocuparme por mi manada.

–Hablando de eso, mi padre está organizando todo así que en tres días será tu nombramiento oficial.

Luego de eso entraron a la casa, ese día habían pensado enseñarle todo a Felix pero con los acontecimientos recientes decidieron posponerlo un día. Jisung se levantó del sofá cuando Minho apareció en la entrada de la sala, abrazándolo y escondiéndose en su cuello inhalando el aroma del Alfa. Chan decidió darles su espacio y se acercó apoyando su cabeza en las piernas de Felix. Pasaron unos minutos en silencio hasta que el timbre los asustó.

Fuera de la casa, un omega con olor a vainilla tomado de la mano a un cachorro esperaba paciente que le abrieran.

–Seungmin –el Señor Lee le saludo acercándose. –¿Vienes a ver a Minho?

–En realidad, al Alfa –un leve sonrojo cubrió sus mejillas.

Asintiendo abrió la puerta para dejar pasar al chico seguido de él.

–Estaba por abrir, padre. Hola Seungmin, Jeongin –quiso tocar al pequeño pero se escondió detrás del omega abrazando fuerte su peluche.

–¿Le pasa algo? –preguntó Lee preocupado por su comportamiento.

–Esta mañana trato de escapar, sino fuera porque Hyuna les estaba sirviendo el desayuno no tengo idea donde estaría ahora. Tiene varios días así, no podemos calmarlo –los ojitos de Seungmin se llenaron de lágrimas. –Sólo quiero que el Alfa me ayude, quizá la ausencia de una figura paterna le esté afectando, no lo sé.

–Minnie, no llores. Alfa –Jeongin apuntó a la entrada de la sala justo cuando salió Chan apresurado.

–¿Paso algo? ¿Por qué Seungmin esta llorando? –miró a Minho queriendo enterrarlo cerca del núcleo de la tierra, quien levantó las manos negando.

–Será mejor que hablen en privado, ¿por qué no los llevas a tu habitación muchacho? –el señor Lee tomó del hombro a su hijo y lo guió a la cocina despidiéndose de los tres.

–Alfa, Alfa –el cachorro se acercó extendiendo sus manitas.

–¿Quieres que te cargue, pequeño?

–Jeongin, no. No debes molestar a Alfa.

Chan soltó una suave risa, inclinándose un poco para tomarlo. –¿Cómo me podría molestar este cachorrito? Sígueme, por aquí.

Subió las escaleras seguido del nervioso omega, quien se negó apenas Chan abrió una puerta al final del pasillo.

–No creo que sea correcto, podría esperar abajo.

–En la sala están Felix y Jisung, la cocina también está ocupada y por lo visto tienes algo importante que decirme, ¿verdad?

–¿Y si alguien entra y malinterpreta la situación?

–Vamos, Seungmin –puso su mano izquierda en su espalda baja para empujarlo dentro y cerrar la puerta detrás de él. –Puedes sentarte en la cama.

Los dos invitados observaban curiosos cada cosa en la habitación. Los colores azules y grises en diferentes tonos le daban calidez necesaria sin dejar de verse elegante. A pesar del gran espacio, solo tenía una inmensa cama, con sábanas y almohadas en tonos azules y blanco; un pequeño escritorio en una esquina, un librero, un sofa para dos y varias fotografías con su familia, amigos y varios paisajes. Chan tomó asiento frente a la cama esperando que Seungmin comenzará a hablar.

–Lo que te quiero contar es acerca de Jeongin –el Alfa lo miró preocupado. –Hace días su comportamiento es diferente, hoy incluso trato de escapar sino fuera por que Hyuna lo encontró antes.

–¿Es cierto, pequeño? –Jeongin sólo se escondió más en su pecho.

–Sé que tienes muchos problemas y no quisiera cargarte con algo más, pero tu madre nos apoyaba mucho en esto asi que pensé que sería correcto decírtelo a ti también.

–No quiero que te guardes nada, ¿esta bien? –asintió. –Así pienses que será algo insignificante o pequeño, te pido que me lo digas. Mi deber es estar para ustedes. –miró al pequeño en sus brazos, meciéndose un poco al ver que sus ojos se cerraban. –Ahora dime, ¿qué puedo hacer para ayudarte?

–La verdad no lo sé –sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez. –Es la primera vez que pasa con Innie, sólo los bebés habían tenido este problema antes así que tu madre los tenía aquí unos días. Creo que era por los olores de ella y el Alfa –la primera lágrima cayó y Chan se acercó a su lado pasando por sus hombros su brazo libre. –Es el mayor, ¿y si quiere una familia? ¿Qué le diremos? Nadie ha querido adoptar y pronto serán más los cachorros que estén solos –sus sollozos aumentaron haciendo que el mayor suelte su aroma para intentar calmarlo.

–Iremos a buscar sus cosas, puede quedarse el tiempo que necesite, luego hablaremos con las demás para saber que hacer, ¿de acuerdo? –asintió intentando limpiar sus lágrimas.

Dale consuelo, idiota. No dejes que nuestro omega llore.

No seas desesperado, es mejor que se desahogue.

Luego de varios minutos, los sollozos disminuyeron, dejando solo el sonido de las respiraciones calmadas en la habitación. Se movió un poco hacia atrás para acostarse en la cama, trayendo consigo a Seungmin y Jeongin. El omega se acercó más a su cuerpo poniendo una pierna sobre las suyas, sacándole una enorme sonrisa. Al cachorrito lo dejo en una posición más cómoda sobre su pecho, tomando con su mano izquierda una pequeña manta para taparlos. Una vez estuvo satisfecho, acercó más el cuerpo de su omega y cerró los ojos disfrutando de su dulce olor a vainilla.

–Channie, el Señor Lee dice que... –Felix se quedó quieto en la puerta, cerrandola despacio para luego bajar emocionado y contarles a todos lo que vio.

Félix siendo una vieja chismosa jsjsjs

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Félix siendo una vieja chismosa jsjsjs. Se viene más interacción del ChanMin ♡

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2022 ⏰

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