𖣠 ˖ B O R E D ─╌ 🎈 ﹙chapter, 47 🍷﹚ ⩨͢ Why'd I have to break what I love so much? – ˊ͈ 🔖
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💐 Los ángeles, california. MARA'S POV !
Dejo la valija a un lado de mi cuerpo y giro sobre mi propio eje, miro a mi Vinnie con una clara mueca de tristeza en el rostro. No me quiero ir, no quiero hacerlo.
Pero es demasiado tarde para arrepentirme, mi padre está esperando por mi en estos instantes y la verdad, en parte quiero echarme a correr ahora mismo, pero a la vez no, por otro lado quiero quedarme, necesito estar aquí, junto a él.
—¿Supongo que esté es el fin, no?. —el rubio enfrente mío me pregunta. —Porque si así lo es, déjame decirte que es una mierda, linda.
pongo un pequeñito puchero en mis labios y me acerco hacia el, lo abrazo por la cintura y coloco mi barbilla sobre su pecho, alzo un poco la vista para conectar sus ojos con los míos, y ahí es cuando me rompo.
Siempre me gustó el color de sus ojos, porque cada vez que me mira, su mirada brilla, en todo momento que habla conmigo, su preciosa vista se ilumina completamente. Sus ojos color avellana me envolvieron desde el primer momento en que me miró. Sin dudas, fue lo primero que me gustó de el.
—Casi nunca te escucho decir groserías, suenas muy gracioso cuando lo haces. —me río un poco, entre alegre y entristecida.
—Es que yo soy un chico de bien, muy santo. Voy a la iglesia todos los domingos. Ese lenguaje en mi está más que prohibido. —dice con un deje de burla, a lo que yo esbozo una sonrisa. —Hey, ahí está tu linda sonrisa. La echaba mucho de menos.
trato de no quitarla, pero el dolor en mi pecho me lo impide, las lágrimas no tardan en llenar mis ojos y el pánico aborda mis entrañas, como si quisiera decirme algo que en estos momentos no me apetece escuchar.
—Vinnie, yo... —comienzo a hablar. —Sabes muy bien que si tú me lo pides, yo me puedo quedar, si tú lo quieres yo...
Sacude su cabeza en negación y la voz se me rompe a medida que sigo hablando, no me importa parecer ridícula, no me importa realmente nada. Quiero que lo diga, si me lo dice, lo haré. Me quedaré.
—No puedo ser tan egoísta, Mara. No permitiré que te quedes y sufras en este lugar. —me ruega, con demasiado dolor en su voz. —Quiero lo mejor para ti, y si eso es tener que dejarme. Pues muy bien, que así sea. Tu lo dijiste, serán solo unos estúpidos meses, luego volverás. No es toda la eternidad.
—¿Por qué siento que si?. —le pregunto. —¿Por qué siento que lo que estoy haciendo es un error? ¿Por qué, solecito?.
el parece dudar un poco antes de responderme, y mientras busca que palabras decirme. Toma mi rostro con sus manos y lo acuna con tanta ternura, que me invaden las malditas ganas de llorar.
