Destroy | Kookmin AU

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Estaba impaciente, el tipo vendría a buscarlo y era una oportunidad única, necesitaba hacer las cosas bien sin ninguna duda. Prácticamente habia escapado de sus compañeros y si lo veían haciendo esto, estaba seguro de que se lo dirían a sus superiores.

La ansiedad lo volvía loco, con solo un pequeño fallo que cometiera sería como meterse en la boca del lobo. Se reuniría con el líder de la gente que hacía disturbios en las calles y no dejaban vivir en tranquilidad, y si se le escapaba, o si sus superiores descubrían lo que hacía, posiblemente recibiría el mayor castigo de su vida, y realmente no deseaba eso, no cuando era de los mejores en lo que hacía.

Acomodó su mascarilla, cubriendo su rostro lo mayor posible, no podía tomar ningún riesgo.

Había momentos en que le gustaría tener la confianza de sus compañeros para hacer las cosas, pero estaba completamente consciente de que no podía ser así cuando todos ellos estaban entrenados para no ocultar ningún tipo de información relevante para terminar con los rebeldes. Incluso si tenían que delatar a alguien tan cercano como un compañero.

Se escondió en un rincón oscuro y esperó. Esta vez haría lo correcto.

(...)

Jungkook nunca había llegado a un lugar tan rápido en su vida, pero necesitaba encontrar a sus amigos, estaba realmente preocupado y no dejaría que la historia se repitiera.

Le pareció raro que los chicos estuvieran escondidos en un callejón, porque definitivamente no era su lugar favorito, pero tenía lógica si necesitaban estar ocultos de los guardias.

Sin tener mucha paciencia se adentró a este sin hacer demasiado ruido. Su rostro estaba casi todo cubierto y sus ropas negras lo ayudaban a camuflarse gracias a la oscuridad. No deseaba llamar la atención, solo quería volver pronto a su hogar.

Una vez en el final del oscuro lugar no pudo divisar a sus amigos, y eso le extrañó.

—¿Yoongi, Tae, donde están?— Giró su cuerpo para revisar mejor el lugar pero no los veía, hasta que un movimiento en una esquina llamó su atención. — ¿Tae?

No tuvo tiempo a reaccionar, pues un arma apuntando a su rostro lo dejó congelado. Era un guardia... Todo había sido una trampa, y eso significaba que sus amigos también habian sido capturados.

— Da un paso atrás y sube tus manos lentamente para que pueda verlas.— El guardia habló, no podía oír bien su voz, pero estaba seguro de que conocía esa voz.— ¡Ahora!— Le exigió al ver que no había hecho ni un movimiento.

Lentamente hizo lo ordenado, retrocediendo con cuidado, notando que el guardia se acercaba un poco más dejándose ver. Solo pudo notar su mirada cargada de enojo.

Sin embargo, esos ojos le provocaron un escalofrío.

— ¡Descubre tu rostro y dime tu nombre completo!— Volvió a exigir.

Nuevamente hizo lo que el chico frente a él pedía, pues el arma seguía frente a él, amenazando su vida.

Se quitó la capucha, dejando su cabello al aire, sintiendo una pequeña ráfaga de aire que alborotaba sus rizos. Luego quitó su mascarilla, dejando su rostro completamente  al descubierto. Y por último, dijo su nombre.

— Me llamo Jeon Jungkook.

De repente, todo era extraño.