XXVI

60 4 0
                                    

Volvió a tener ciertos recuerdos pasados.

Vistiendo esta vez con otras prendas, similares a como lucía su abuelo, con esas túnicas de antaño y variedad de joyas en los dedos y las muñecas. Al igual que en su rostro, cuando se empezó a tocar hasta el cabello y percatarse de ciertos mechones largos y de un color gris.

La curiosidad por saber si tenía su mismo rostro o era el de otra persona lo invadió. Porque según veía sus manos, era él. Pero sentía que ese cuerpo no le pertenecía y más cuando observó su entorno encontrándose en alguna especie de salón demasiado amplio y blanco por ese porcelanato que cubría las paredes y el techo. Las columnas eran tan altas que bien sabía no podría ni llegar hasta esa única ventanilla que alumbraba colores por los vidrios, tener diversos matices y haciendo un reflejo de mostrar un arcoíris caer como una cascada de luz que lo iba a hipnotizar, pero, no cayó ante ese espejismo, por darse cuenta a tiempo de que ya no estaba solo como en un principio.

—Veo que al fin despertaste, Lee Jong Suk.

Cuando el aludido volteó, notó que había cuatro personas frente a él, vestidos con túnicas oscuras, pero dejando ver un color en su pecho, sea rojo o azul en forma de círculo, no tan grande ni tan pequeño, menos para el que le hablo. Esa persona traía otro tipo de atuendo, más imponente, dando una clara señal que era quién estaba a la cabeza y no era un subordinado como los demás.

—Chun Ho Jin.

Fueron las palabras que dejó escapar, sabiendo Baek Hyun que ese cuerpo no era suyo por no reconocer a esa persona, pero la persona de este cuerpo, si supo con quién estaba tratando. De modo que, una mayor confusión se presentó en él por querer saber quién era Lee Jong Suk. Y por qué estaba en su cuerpo, mejor dicho, en su vida.

—No quería llegar a estos extremos, pero has estado interfiriendo más de la cuenta y siendo una molestia en los planes que tengo para la comunidad de hechiceros. No se puede permitir que los de bajo rango se crean superiores o se igualen a los de nuestro linaje. Tampoco estar compadeciendo de sus hazañas cuando son, solo muestra de su debilidad para saber cómo gobernar. Todos consideran que eres ese salvador que les hará muestra de una luz de esperanza para tener una nueva vida, pero no lo eres, Jong Suk. Muestras piedad ante tus enemigos y esa es una clara señal de que no te das cuenta sobre que una situación como esa puede ser tomada en ventaja y verte como lo estás ahora.

Jong Suk cerró los ojos por unos segundos al tomar aire para resoplar por saber a qué venía todo esto. No era la primera vez que le advertía. Creyó que el tema había quedado cerrado aquel día, pero, al parecer, no había hecho cambiar ese torcido pensamiento en él.

—Debiste haberme matado aquel día porque descubrí que...

Los tres hombres que se encontraban a lado de Chun Ho Jin empezaron a dar pasos hacia adelante que ponían en alerta a Jong Suk de que algo estaba por ocurrir. Más cuando oyó lo último que tenía por decirle y tuvo que levantar un brazo enseguida para crear como un escudo invisible para protegerse de ese rayo de fuego que le lanzó uno de esos hombres. Sin embargo, no sería el único que lo atacaría, porque pronto un rayo de hielo lo atacó de otro costado, teniendo que alzar su otro brazo para también protegerse. Era como una especie de escudo humano protegiéndose de cuánto ataque directo le lanzaban por más que retrocediera. Además, que al ser solamente dos individuos no eran lo suficiente para él, porque sabía dónde atacarlos precisamente para dejarlos hecho polvo, aunque dieran todo su esfuerzo.

—Supongo que solamente seremos tú y yo, Ho Jin.

Encontrándose, finalmente, solo él y Chun Ho Jin de pie en aquel salón ante sus subordinados estar tirados en el suelo.

Locas Pociones (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora