Capítulo 19

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Narra Ranma

"Los días pasan y aquí estoy, junto a tu tumba sin sol. Si tú te vas ¿a dónde voy? No me obedecen los pies".

-Otra vez estoy aquí Akane, no te molesta ¿cierto? -miraba su tumba, adornada con las flores que le había traido- ¿sabes? Hoy se casan Mousse y Shampoo, son jóvenes, ¿no lo crees? -reí.

Esperé un momento para volver a hablar, como esperando su respuesta.

-Enviaron la invitación al dojo y con ella también una carta de Mousse para mi diciendo lo que todos dicen, hasta tú "no tuviste la culpa, no la tuviste" -le digo eso en tono sarcástico -me regañarias en este momento ¿no? -suspiré, sin dejar de ver la lápida en la tumba de Akane, donde está escrito su nombre "Akane Tendo 1971-1987" justo al lado del nombre de su madre, el que ella ahora pueda estar con su madre de alguna forma, es un consuelo para todos -sé que debes estar feliz por Mousse.

Me quede un largo rato ahí con ella en silencio, el tío Soun se había ido con Kasumi a la boda de Shampoo y Mousse, desde hace dos días se habían ido y dijeron que regresarían alrededor de una o hasta tal vez dos semanas después. Estaba bien, les serviría a los dos salir de aquí unos días. Yo no tenia ganas de ir, además de que tenia que dar las clases en el dojo y eso me mantendría ocupado.

Con respecto a las clases todo iba bien, Yuko y yo ya teníamos una mejor relación, ya no me costaba tanto enseñarle. En este punto creo que podemos llegar a ser amigos, después de todo no estaría bien odiar a una persona con la que tengo que convivir todos los días y por si fuera poco enseñarle artes marciales. Aunque aún con todo eso, sigue habiendo cosas que no me agradan y detesto de ella.

Dentro de todo, estos días he estado mejor, me siento bien, y creo que aunque nunca podrá ser igual ya que nunca dejaré de amar y pensar en Akane podré vivir bien, si así se le puede llamar, porque nunca estaré realmente bien sin ella.

Narra Mousse

Estoy nervioso, los nervios me van a acabar. Hoy es nuestra boda, Shampoo va a casarse conmigo, creo que soy el hombre más feliz del mundo.

Me he puesto ya el traje tradicional rojo, es temprano. Mamá me ha apoyado desde siempre y, cuando le dije que me casaría con Shampoo ella se ha puesto muy feliz aunque al principio la idea no le gustó del todo, nos ha ayudado a preparar todo para la boda.

La celebración no será tan grande, y sé que aunque aún somos jóvenes estaremos bien.

Hoy es sin duda el día más importante de mi vida.

Narra Shampoo

Hoy es mi boda con Mousse, y estoy feliz. Creo que después de todo el mal que he hecho, al fin haré algo bueno, pero no solo a Mousse o a los demás, haré algo bueno también para mi. Me siento feliz por la decisión que he tomado, me siento feliz por estar con Mousse.

Me termine de poner el vestido tradicional rojo con la ayuda de la abuela Cologne, era la única que estaba conmigo ahora, no tenía amigas y a mamá nunca la conocí.

-Shampoo, toma -tomó mi mano y puso en ella un pequeño collar con un dije de corazón, era dorado y muy bonito -esto ayudará en tu relación, es amor y paz para los dos, no es un embrujo, solo son buenos deseos -aclaro.

Era cierto que de un tiempo para acá había decidí olvidarme de esas cosas, al final de cuentas nunca trajeron algo bueno.

-Gracias abuela, ¿me ayudas a ponerlo? -le pregunté sonriendo.

-Claro, Shampoo -sonrió.

Con cuidado me ayudó a ponerlo en mi cuello, vi a través del espejo que tenía enfrente de mi, como unas lágrimas bajaban por sus mejillas. Agache mi mirada, no quería llorar.

Siempre había estado con la abuela, toda mi vida, y el hecho de ya no estar con ella me dolía, no es que no la fuera a ver, sino es que ya no sería como antes.

Me puso el collar y le agradecí, estaba lista para casarme; sonreí viéndome al espejo.

Solo para terminar me coloque el velo rojo cubriendo mi rostro, su tela delgada y fina me permitía ver perfectamente afuera de este. Sonreí.

Ahora solo me tocaba esperar a que Mousse llegara por mi y aunque lo tradicional sería que él llegará en caballo, esta vez no sería así. De todas formas eso es lo de menos.

Después de unos momentos de espera Mousse llegó, estaba vestido con su traje tradicional rojo de boda, su cabello recogido en una coleta baja y no tenia puestos sus lentes, por lo cual podia ver claramente esos ojos verdes qué desde hace poco había comenzado a amar. Quería verlos siempre, desde ahora toda la vida. Le sonreí, él se veía realmente nervioso, y además guapo.

Sonrió nervioso, me acerque despacio a él.

La abuela Cologne me entrego a él diciendo que debía cuidarme siempre, esto normalmente lo habría hecho mi padre o en su caso algún hermano, luego está mi caso y en este era la abuela.

Me extendió su mano, un poco al otro lado de donde yo estaba, así que tuve que estirarme un poco para tomarla, luego me acerque junto a él, tomada de su mano. Fue entonces cuando me di cuenta que ahí ya estaban nuestros invitados, las personas más cercanas a nosotros. Estaban ahí el señor Soun y su hija Kasumi, Ukyo con Tsubasa, la madre de Mousse y algunos conocidos más del lugar.

Luego de eso la boda se celebró según la tradición china.

Mousse se veía guapísimo, en un momento de la boda donde estuvimos un poco más solos, le pregunte por sus anteojos, dijo que no habia querido ponérselos, pero aun así yo note cuanto los necesitaba. Vi que los traía en un pequeña bolsa de su traje, así que decidí tomarlos en un movimiento rápido y viéndolo a los ojos se los puse.

Me miro sin decir nada, luego dijo sin dificultad:

-Te ves hermosa -me sonroje al instante y baje la mirada, nunca me había dicho algo así, de esa forma tan seria y tan sincera qué sabes que no esta mintiendo. Él al darse cuenta de lo que había dicho, al igual que yo se sonrojo y volteo la mirada. Sonreí.

Al llegar la tarde y con ella la noche la celebración fue terminada, había sido sencilla pero sin duda muy significativa. Estaba feliz y sin duda Mousse también. Despedimos a los invitados, hasta que nos quedamos solos los dos ahí, juntos.

Mousse se acerco con cuidado a mí, mi velo ya estaba recogido y mi cara descubierta; con un poco de nerviosismo, con sus anteojos puesto se acerco más a mi tomándome de la cintura con una mano y con la otra tomo despacio mi mejilla. Fue acercando poco a poco sus labios junto a los míos y no pude resistirme más y lo besé, lo necesitaba, desde hoy ya eramos marido y mujer.
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Investigue un poco acerca de la boda tradicional china, espero y les haya agradado el capitulo.

Muchas gracias por leer, aun después del tiempo que ha pasado. Gracias a todos.

Feliz día del amor y de la amistad, espero tengan un gran día.

Créditos de la imagen del capítulo, a quién correspondan.

PD: El primer párrafo del capítulo esta en comillas porque lo tome de la letra de una canción: Estás Dormida de la banda de rock en español Caifanes.

Adiós RanmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora