Adiós Ranma

Capítulo 21

Dojo Tendo, 9 meses atrás

Era de mañana en el Dojo Tendo, todo estaba tranquilo, como cada mañana ahí. Con peleas y discusiones, pero eso ya se podría considerar normal.

La mañana aunque a simple vista estaba todo bien, había alguien que no lo sentía así y pues el señor Tendo desde que se despertó esa linda mañana soleada, tuvo un mal presentimiento.

No es que hasta ese momento hubiera recibido algo, o alguien hubiera dicho alguna cosa, sino simplemente sentía esa extraña sensación, es cierto que, trataba de ignorarla, pero eso era fuerte y no podía.

Veía desde el pasillo qué daba al estanque, el cielo, el sol saliendo y en su corazón sentía que algo malo estaba por venir, el dolor o la gravedad de los hechos eran inciertos, pero esa sensación nunca la había sentido, ni siquiera con la enfermedad de su esposa o su muerte.

“Son solo alusinaciones mías" se dijo para sí. "Debí haber tenido un mal sueño y eso es lo que me ha estado afectando" pensó y quizo quedarse con esa idea.

Los chicos ya se habían ido al colegio y con el paso de las primeras horas de la mañana llego una carta al dojo Tendo. Kasumi la tomo, sin preocuparse por lo que esa carta podría llegar a significar, pues si bien ahí siempre llegaban ese tipo de cosas.

El sobre cerrado lo entrego a su padre, este al recibirlo sintió un escalofrío recorrerlo, veía en él eso tan malo que sentía. Dudo en abrirlo, no quería saber que decía. El sobre no tenia nada escrito afuera, nada aparte de unas letras escritas en tinta roja "Dojo Tendo". Después de pensarlo, lo abrió.

Las palabras escritas ahí no dejaban nada claro, y pues sí bien al leer se dio cuenta de que esa carta era para un enfrentamiento, no había nada, nada más que una extraña especie de poema.

"Soledad me ha cubrido, me ha llenado con su vacío, y es realmente cuando ansío conocer el poder mío; a muchos he enfrentado sin poder llenar el vacío, he pensado que quizá ahora ¿pueda conseguirlo?"

Las palabras de esa carta no tenían sentido, no lo entendía. Se preguntó quien era quien la enviaba, pues no estaba firmada, tampoco decía un lugar o fecha de encuentro. Nunca había recibido una carta así.

Aun con ese mal presentimiento decidió ignorarla y no decirle a nadie de ella, pues podría ser tal vez solo una broma. El día siguió normal, y con él la noche. No había podido dejar de pensar en aquella carta en todo el día, pero había decidido no decir nada y así sería, no preocuparía a nadie más con eso.

Pasó una semana desde que llegó la carta, todo seguía normal, no había pasado nada extraño hasta ese momento y eso tranquilizaba al señor Tendo, quizá eso en verdad solo había sido una broma, y de muy mal gustó.

La mañana de ese nuevo día no era tan soleada, el aire frío se sentía, provocando escalofríos.

—Papá, ha llegado una carta —dijo Kasumi sonriendo.

—¿De quién? —preguntó el señor Tendo, sentía esa nueva extraña sensación de que algo malo vendría.

—No lo sé, solo tiene escrito "Dojo Tendo" —le dijo eso mientras se la daba a su padre.

—Gracias —él la recibió. Al verla, se dio cuenta del mismo color de tinta roja de la carta que había llegado hacía una semana.

Kasumi se fue, dejando a su padre solo con una nueva carta.

Soun la miraba y como la última vez con miedo abrió está y leyó:

"La mañana soleada se ha ido, dejando frío y olvido. Quisiera poder llenar el vacío que inunda mi extraño camino. A muchos sitios he ido, sin salvar mi corazón herido ¿es el Dojo Tendo donde recuerdo el olvido?"

Sintió una presión en el pecho ¿por qué le hacían sentir así esas palabras? ¿Eran tan malas como creía? ¿Por qué le afectaba tanto?

Él no dejaba de hacerse tantas preguntas, pero como la carta pasada esta decidió volver a ocultarla, es cierto que no podía dejar de pensar en ella, pero tampoco podía alarmar a alguien más. Y más aun sabiendo que podría ser tal vez solo una broma o algo así.

Pensó en la tinta roja qué escribía "Dojo Tendo". Al escribir el nombre de alguien con tinta roja era porque le deseas la muerte, o peor aún, la destrucción.

Destrucción... destruir a una persona a una cosa, puede ser peor aún qué morir, pues si bien morir es solo de un instante la destrucción para alguien puede ser terrible, hay tantas formas de destruir a alguien o algo, en todo caso si la carta estaba escrita a el Dojo Tendo, el mal caería sobre toda la familia, y fuera lo que fuese a pasar sería terrible, los dejaría marcados, la tinta roja no representaba nada bueno, eso era seguro, eso penso el patriarca Tendo.

—¿Qué tienes ahí, Tendo? —preguntó con curiosidad el señor Saotome.

Soun no respondió, de hecho ni siquiera volteo a verlo, tenia la mirada perdida.

—¿Tendo? —volvió a repetir hablándole a su amigo de toda la vida —¿¡Tendo!? —le hablo más fuerte.

—¿Qué pasa? —preguntó él, volviendo.

—Bueno, te pregunté que tienes ahí ¿Te pasa algo? —volvió a preguntar.

—No, nada —respondió, volvió a mirar afuera y trato de acultar la carta.

—Vamos, dime que es eso —dijo curiosamente Genma.

—Es solo una carta qué Ryoga le envía a Ranma para un enfrentamiento —inventó el patriarca —no creo que sea importante, además hace tiempo ya que no tienen enfrentamientos.

—Mmm —emitió el señor Saotome tras escuchar la respuesta lógica pero no muy convencida de Tendo —Bueno, ¿jugamos una partida de shogi?

—Sí —eso le ayudaría a despejarse un poco de todos los pensamientos qué rodaba su mente.

O eso creía, pues sí bien, Saotome iba ganando gracias a sus trampas, también era cierto qué él no podía concentrarse.

Continuará....

Aquí Akari, antes que nada mil disculpas por que siempre tardo mucho en actualizar.

También quiero desearles todo lo mejor en este fin de año ¡Que tengan una muy feliz Navidad! Y que el próximo año traía muchas cosas buenas y bendiciones para todos.

Una disculpa nuevamente por siempre tardar en actualizar, y muchísimas gracias a mis lectores fieles qué siempre vuelven a leer mis intentos de fanfics jeje.

Muchas gracias a todos, deseándoles siempre lo mejor... Akari.