Capítulo 5

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Narra Ranma.

Los últimos días han sido todos iguales, levantarse temprano para ir a la escuela, al regresar entrenar con los viejos, y después darse una ducha para al final cenar e irse a dormir.

Hemos estado entrenando desde que empezamos dos semanas, faltan un par de días para la tercera, por lo que falta muy poco para que llegue el nuevo estudiante del dojo. El tío me comentó que tiene conocimiento de las artes marciales, pero le faltaba mucha práctica y eso era lo que yo debía de hacer, ayudarlo para que le saliera muy bien; aunque aún no me siento preparado para ya ser maestro de las Artes marciales, pero bueno ahora estoy siendo entrenado por dos personas muy buenas en ellas, y quizás yo ya los he superado en cuanto a fuerza y eso, pero aun así todavía tengo mucho por aprender.

También me gustaría en este momento que me entrenará el maestro Happosai, por qué, aunque fuera un pervertido de primera sabe muchas cosas y me gustaría aprenderlas; pero no lo he visto desde hace tiempo, la última vez que lo vi fue en el funeral de Akane y después de eso desapareció, a nadie le dijo a dónde iba.

Han cambiado mucho las cosas desde ese momento, no solo para mí, para todos. Hace tiempo que la abuela Cologne se fue de regreso a China, tomó sus cosas y partió, con ella también se fue Shampoo y Mousse, Shampoo desistió de ser mi esposa y comprendió que tanto yo no la amaba ni ella a mí, solo había sido un capricho y nada más, un hombre con él que se tenía que casar quisiera o no porque sus leyes así lo dictaban; se fueron y yo espero que le pueda dar una oportunidad a Mousse al final de cuentas él siempre la ha amado, sin importar todo el desprecio de ella, sin importar eso, él la ama, y eh llegado a pensar que él no merece tener a una mujer que lo trate así a su lado, lo trato muy mal; pero yo... ¿Qué puedo decir? Yo también siempre trate mal a Akane y aun así yo siempre quise que ella estuviera a mí lado, pero quizá ella ni siquiera quería estar conmigo. No me gusta pensar en ello, así que trató de borrar esa idea de mi mente y trato mejor de concentrarme en la clase, aunque tampoco puedo conseguirlo; en éstos últimos meses no eh podido tener mi mente clara casi nunca.

Cuando llegó al dojo veo a mi madre esperándome en la puerta, tal vez quiera hablar conmigo, aunque en realidad no lo sé.

—Hijo, que bueno que llegaste te estaba esperando.

—Mamá... ¿Para qué?

—Me dijo Soun y Genma que el aprendiz del dojo llegará antes de lo previsto, y que por ello necesitan hablan contigo lo más pronto posible.

—¿Que? —¿Cómo que antes? No me siento todavía preparado y ahora con esto, por Dios. Ahora más que nunca quiero desistir de ser maestro del dojo.

—Si, me dijeron que te dijera en cuanto llegarás —mi madre hablaba segura, cuando Akane murió ella estuvo siempre conmigo y eso en verdad me fortaleció bastante, en esos momentos hasta llegue a pensar en la idea de quitarme la vida, pero ella hizo que está se fuese, pienso que si ella no hubiera estado estaría peor de lo que estoy ahora, no pudo estar conmigo toda mi niñez gracias al viejo, pero ahora está siempre y eso en verdad me hace feliz— te esperan en el dojo, ve a cambiarte y baja —me pidió.

—Si, gracias —le dije no muy animado.

—Hijo, tú puedes —me dijo con una sonrisa en su rostro.

Sonreí y ella debió haber notado que por un momento me quebré porque me abrazo y me dijo "todo va a estar bien", y esas palabras... y ese abrazo, de verdad me hacían creer que todo estaría bien. Y con esa idea me fui, para después ir al dojo con los viejos.

Cuando llegué, como lo había predicho mi madre estaban esperándome. El tío Soun comenzó a hablar.

—Ranma, como ya te habrá comentado tu mamá el nuevo alumno llegará más pronto de lo planeado, así que por ello tienes que prepararte ya. Por lo que nos dijo en una carta que envió llegará en tres días y para entonces ya debes tener todos los conocimientos necesarios, sabemos que tú ya sabes mucho, pero aun así ya llevabas más de dos meses sin practicar, así que por ello necesitas entrenar, pero nosotros confiamos y sabemos que tú podrás hacerlo.

Adiós RanmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora