Capítulo 4

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Era otro día más en la casa de los signos. El clima estaba perfecto, siendo una tarde soleada y cálida, y la gran mayoría de los miembros de la misma se veía realizando alguna actividad.

Por un lado, se encontraban Sagitario y Aries jugando al Mario Kart; por el otro, se hallaba Leo cepillándose —que ya llevaba cinco horas haciéndolo, pero quería «probar un nuevo estilo que le gustara»—; después estaban Libra y Cáncer debatiendo de qué cantante era mejor: si Shawn Mendes o Louis Tomlinson; Escorpio aún seguía durmiendo —a pesar de que fueran las dos de la tarde—; Piscis dibujaba en la mesa del comedor mientras escuchaba música; Capricornio leía y tomaba café; Tauro se hallaba sentada al lado de Capricornio, solamente que en vez de estar leyendo, comía waffles; y Acuario y Géminis... bueno, nadie sabía su ubicación en realidad.

Virgo, por su parte, se encontraba tomando varias bolsas de tela para llevar al supermercado. Una vez que determinó que ya tenía suficientes, agarró sus llaves y su celular, para después observar quiénes estaban presentes en la sala que la pudieran acompañar. Nadie parecía hallarse haciendo algo muy importante, por lo que, si tenía suerte, habría varios voluntarios.

—Muy bien, ¿quién quiere venir conmigo al supermercado? —preguntó Virgo fuertemente para que todos la oyeran.

—Yo iré —se apuntó Capricornio de manera rápida.

Virgo esperó con paciencia a que alguien más se uniera, sin embargo, esto nunca pasó. Tauro miró a sus lados, deseando que alguien dijera que iba para no tener que ir ella, pero al ver que nadie se ofrecía, bufó y dijo:

—Bien, yo también te acompaño.

—Perfecto —respondió sonriente Virgo.

Al darse cuenta que ninguno de sus compañeros restantes se postularía, suspiró y procedió a decir:

—Bueno, como veo que nadie quiere, elegiré tres personas. A ver... Aries, Cáncer y Leo, ustedes vienen.

—¡Ja! Te toca irte —rio Sagitario.

—¿Qué? ¡Pero, Virgo, no es justo! ¡Le estoy a punto de ganar! —exclamó Aries, desconcentrándose completamente del juego, lo cual Sagitario aprovechó.

—No me interesa. Siempre puedes darle la revancha cuando vuelvas. Ahora vamos, que se va a llenar de gente.

Aries resopló y dejó el mando, para luego levantarse y dirigirse hacia la posición de Virgo.

—Espera un minuto, Vir, estoy arreglándome —informó Leo con su atención puesta por completo en su pelo que aún seguía peinando.

—Llevas ahí tres horas, Leo. Nadie se va a fijar en tu cabello —dijo Capricornio, impaciente.

—Solo un minuto más —contestó él, acomodándose una pequeña hebra que tenía levemente levantada.

—Vamos, Leo, ya estás bien —protestó Tauro, tomándolo de un brazo para llevárselo a la fuerza del espejo en dirección al auto.

—Cáncer, ya sabemos que Louis Tomlinson es hermoso, pero nos tenemos que ir —comentó Aries, sin intención de ocultar el enfado que cargaba por no poder terminar su partida de Mario Kart.

—Espera, ¿qué? —preguntó ella, sin entender qué pasaba.

—¿No escuchaste a Virgo? Debemos acompañarla al supermercado.

—Eh, sinceramente no, pero claro, ya voy —dijo, levantándose y dirigiéndose al auto.

Aries suspiró e imitó su acción, seguido de Virgo y Capricornio, quienes iban detrás de él.

The disaster squad (signos zodiacales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora